Daniel Abascal
Pie de foto: Benjamin Netanyahu
El presidente iraní Hassan Rohançi asegura que un acuerdo nuclear definitivo "abriría una nueva página" tanto para su país como para el resto del mundo mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netayahu asegura que el acuerdo pone en peligro la existencia de israel.
"Si la otra parte honra sus promesas, honraremos nuestras promesas" para alcanzar un acuerdo "equilibrado", ha afirmado el presidente Roahi en una declaración difundida en directo por la televisión pública iraní.
Un acuerdo "abriría una nueva página" para Irán y el mundo, ha asegurado Rohaní, un día después de que Teherán y las grandes potencias alcanzaran un compromiso que esboza las grandes líneas de un histórico acuerdo destinado a impedir a Teherán dotarse de la bomba atómica.
Netanyahu, a Obama: «El acuerdo nuclear amenaza la supervivencia de Israel»
El Gobierno hebreo advierte de que al tiempo que alcanza un pacto con Occidente, Irán sigue su "campaña de conquistas y terrorismo"
El ministro israelí de Asuntos de Inteligencia y Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz, a cargo de los asuntos de Irán en el Gobierno saliente de Benjamín Netanyahu, afirmó que "las sonrisas" por el principio de acuerdo con Irán anunciado en Lausana están "desconectadas de la realidad".
"Las sonrisas en Lausana están desconectadas de la amarga realidad, en la que Irán rechaza hacer concesiones (en su programa nuclear) y sigue amenazando a Israel y el resto de países de Oriente Medio", afirmó el ministro según unas declaraciones que recoge la página de noticias NRG.
Steinitz, que en los últimos meses ha visitado las capitales occidentales en nombre de Netanyahu para tratar de impedir un acuerdo que deje en manos de Teherán la capacidad de enriquecer uranio, agregó que al tiempo que alcanza un acuerdo con occidente Irán sigue su "campaña de conquistas y terrorismo".
"Mientras los representantes de las potencias estrechaban la mano de los iraníes en Lausana, Irán continúa su campaña de conquistas y terrorismo en Yemen, por todo Oriente Medio, y se apodera del estrecho Bab El-Mandeb, que conducen al Mar Rojo y al Canal de Suez", agregó.
En el Gobierno israelí no ocultan la decepción. "El acuerdo sobre el programa nuclear iraní, si se aplica, amenaza la supervivencia de Israel", declaró al presidente estadounidense, Barack Obama, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Barack Obama llamó a Netanyahu poco después de un acuerdo sobre el programa nuclear iraní y le reafirmó el compromiso de Estados Unidos de defender al Estado hebreo.
Júbilo en las calles de Teherán
Los iraníes han celebrado este viernes como histórico ese preacuerdo nuclear, saludado también por la comunidad internacional pero denunciado por Israel. Sin embargo, la firma de este compromiso no implica que la confianza sea plena. Los occidentales advierten de que todo lo acordado podría ser revisado si Teherán no cumple su parte.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha exigido una mayor presión sobre Irán para obtener un mejor acuerdo y ha reclamdo a Teherán que reconozca "sin ambigüedades" el derecho a Israel a existir en todo el pacto nuclear, una exigencia irrealizable puesto que ambos países son enemigos jurados.
Tras las maratonianas conversaciones en Suiza, con un papel dominante de Estados Unidos, con quien Irán no tiene relaciones diplomáticas, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, y su equipo de expertos fueron recibidos como héroes por una multitud a su vuelta a Teherán. "¡Viva Zarif!, ¡viva Araghchi!", gritaron, en referencia al ministro y a uno de sus adjuntos, Abas Araghchi. Zarif los saludó, según las imágenes difundidas por televisión, y en un breve comentario, agradeció al guía supremo Ali Jamenei, responsable último de las decisiones de Irán en la negociación nuclear, su "gran apoyo".
En sus plegarias en las mezquitas, muchos imanes han saludado el acuerdo marco ante miles de fieles. El pacto es "una victoria para nosotros", ha afirmado el ayatolá Mohamad Emami Kashani. "La parte occidental debe saber que mientras Irán respete sus compromisos, ellos deben cumplir sus promesas", ha agregado en declaraciones retransmitidas por la radio de Estado consideradas como un mensaje indirecto de Jamenei.
En las calles, el anuncio del acuerdo ha sido acogido con escenas de alborozo en Teherán y un concierto de bocinas en las calles. Los peatones cantaban y bailaban haciendo el gesto de victoria y agitaban pañuelos blancos. "Ahora vamos a poder vivir normalmente, como el resto del mundo", afirmaba Davud Ghafari, a la espera del levantamiento de las sanciones internacionales que asfixian la economía iraní desde hace años.
Algunos sectores han criticado no obstante el acuerdo. "No es nada equilibrado", es "vago" en cuanto a las sanciones, ha señalado un analista político, Mehdi Mohamadi, citado en varios medios conservadores.
Términos
El acuerdo marco contempla, entre otros puntos, la reducción de las centrifugadoras en Irán, que pasarán de 10.000 activas a 6.000, y el compromiso de no enriquecer uranio durante quince años en el complejo nuclear de Fordo, construido en el interior de una montaña, y por tanto de difícil acceso y supervisión.
Asimismo, prevé que las sanciones estadounidenses y europeas sean suspendidas desde el momento en que la Agencia Internacional de la Energía Atómica certifique el respeto de Teherán a los compromisos adquiridos, y que sean restablecidas si Irán no cumple.
De momento se desconoce cuándo se reanudarán las negociaciones para la redacción de un acuerdo definitivo entre Teherán y el llamado grupo 5+1 (Francia, Reino Unido, Estados Unidos, China, Rusia y Alemania).
Prudencia
La comunidad internacional ha saludado el preacuerdo, pero se ha mostrado prudente. El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, ha clarado que el calendario de levantamiento de las sanciones "aún no está resuelto" y que éstas se irán levantando "a medida" que Irán respete sus compromisos.
Berlín ha advertido de que es "demasiado temprano para festejar", puesto que no hay "ninguna garantía" de un éxito final" y Moscú ha dicho que "todavía queda mucho por aclarar". El primer ministro británico, David Cameron, ha saludado en cambio "un acuerdo sólido" que "bloquea todas las vías hacia una bomba atómica".