Más madera en Siria. La campaña militar emprendida por Bachar al-Asad para recuperar todo el territorio que permanece todavía en manos de los rebeldes recibe un nuevo impulso. Según ha informado el diario Al-Araby Al-Jadeed, con sede en Londres, una nutrida columna de vehículos blindados rusos llegó este domingo a las ciudades de Manbij y Kobane, controladas por las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), que comparten intereses con Damasco.
La información proporcionada por Al-Araby Al-Jadeed, obtenida a partir de fuentes locales que no han sido identificadas, cuantifica en “docenas” el número de vehículos que se ha desplazado hasta la zona, entre carros blindados y unidades para el transporte de tropas y material. Según esas fuentes, el traslado se ha venido efectuando a lo largo de toda la semana pasada con pleno conocimiento de la cúpula de las FSD.
El nuevo contingente enviado por el Kremlin, el principal aliado de Al-Asad en una guerra que dura ya casi una década, aportará un apoyo logístico muy importante para los combatientes de las FSD, un conjunto de milicias principalmente kurdas que fueron claves para la eliminación de la base territorial de Daesh y que, en la actualidad, tienen como principal enemigo a Turquía y sus grupos afines.

Manbij y Kobane fueron escenario de algunos de los combates más duros contra los grupos terroristas. Estas dos localidades, situadas muy cerca de la frontera entre Siria y Turquía, flanquean el río Éufrates. Se encuentran a unos 100 kilómetros al noreste de Alepo. Es probable que los vehículos recién llegados sirvan para trasladar efectivos al frente de Idlib, a unos 150 kilómetros al suroeste, donde los últimos grupos rebeldes respaldados por Ankara resisten el avance del Ejército Árabe Sirio.
No obstante, otra posibilidad en el horizonte es que los vehículos sirvan a fortalecer el músculo de las Fuerzas Armadas de Damasco en la frontera turca, a modo de elemento disuasorio. La tensión entre Ankara y Damsco es máxima, a pesar de que Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan firmasen un alto el fuego para la zona de Idlib a principios del mes de marzo. En aquel acuerdo, sin embargo, nada fue firmado entre Turquía y Siria, que, en el fondo, no han renunciado a sus objetivos.
En todo caso, una presencia militar fuerte a sus puertas, como la que suponen los blindados rusos, podría favorecer que el Ejecutivo de Erdogan se lo pensase dos veces antes de lanzar nuevos ataques sobre las unidades militares de Al-Asad.

Esta es, de hecho, la explicación facilitada a Al-Araby Al-Jadeed por fuentes de las FSD es esta última. Sin embargo, no se puede descartar que, puntualmente, una parte de esos blindados o vehículos de transporte se desplacen a otros puntos del territorio sirio. A lo largo de los últimos meses, Rusia ha establecido numerosas bases de operaciones en el país para albergar tropas y material y, sobre todo, para apoyar la ofensiva de Al-Asad desde el aire. Las más importantes son los aeródromos de Tabqa y Qamishli, algo al norte de Raqqa, la que fuera la capital de Daesh en Siria.
Precisamente, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés) ha reportado que, en las últimas horas, varios aviones de combate rusos han sobrevolado la zona de desescalada de los alrededores de Idlib y Alepo. Según el SOHR, se trataba de vuelos de reconocimiento. El Observatorio confirma, además, que las tropas del régimen y grupos rebeldes han intercambiado ataques aéreos en las últimas horas en el pueblo de Miznaz, al este de Alepo. Un miliciano del bando de Al-Asad -quizá, afiliado a un grupo asociado a Hizbulá- ha muerto en la explosión de un depósito de municiones.

El movimiento del Kremlin llega a las pocas horas de que haya salido a la luz un informe elaborado por el Instituto para Estudios de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), un laboratorio de ideas cercano al Departamento de Defensa de Estados Unidos. El documento afirma que, solo en los meses de febrero y marzo, el Ejecutivo de Erdogan destinó al frente sirio a unos 29.000 soldados, entre infantería, cuerpos de blindados y miembros de las fuerzas especiales.
Ankara, además, ha recibido un espaldarazo reciente desde Washington. Esta semana, la representante permanente de Estados Unidos ante la OTAN Kay Bailey Hutchison manifestó que su país estaba preparado para ayudar a Turquía en la frontera con Siria, pero solamente a condición de que Erdogan accediese a deshacerse de los sistemas de defensa antiaérea del modelo S-400 comprados a Rusia.

A juzgar por los acontecimientos de las últimas horas, las tensiones se están recrudeciendo de nuevo en Siria. Mientras continúan las escaramuzas y bombardeos entre milicias, los Ejércitos involucrados en el conflicto continúan enviando cada vez más efectivos para el combate al frente, lo que puede poner en peligro el alto el fuego entre Turquía y Rusia de aquí a las próximas semanas.