Rusia y Ucrania reanudan conversaciones directas tras tres años sin avances concretos

La reunión en Estambul se centró en un alto el fuego y el mayor intercambio de prisioneros hasta la fecha, pero las exigencias rusas siguen siendo inaceptables para Kiev
El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a una reunión con los ganadores del Premio Presidencial de Ciencia e Innovación 2024 para Jóvenes Científicos en el Kremlin en Moscú, Rusia, el 6 de febrero de 2025 - SPUTNIK/GAVRILL GRIGOROV vía REUTERS
El presidente ruso, Vladimir Putin - SPUTNIK/GAVRILL GRIGOROV vía REUTERS

Las primeras conversaciones directas entre Rusia y Ucrania desde marzo de 2022 se celebraron el pasado viernes en Estambul, sin resultados tangibles en cuanto a un alto el fuego. Aunque ambas partes acordaron un nuevo intercambio de prisioneros y abrieron la puerta a posibles futuras reuniones, las exigencias rusas y la falta de representación de alto nivel limitan seriamente el progreso hacia la paz.

Al final del encuentro, que duró menos de dos horas y tuvo lugar en el Palacio Dolmabahce, los principales logros fueron un intercambio de prisioneros —1.000 por 1.000, el más grande de la guerra hasta ahora— y dos puntos clave para próximas conversaciones: una posible reunión entre los presidentes Vladimir Putin y Volodimir Zelensky, y una hoja de ruta para discutir un alto el fuego.

Sin embargo, la brecha entre ambas partes sigue siendo profunda. Rusia, al proponer estas conversaciones, evitó un ultimátum de Ucrania y sus aliados que exigía un cese del fuego incondicional de 30 días bajo amenaza de nuevas sanciones. Ucrania, por su parte, expresó su disposición inmediata a acordar un alto el fuego, según declaró Heorhii Tykhyi, portavoz del Ministerio de Exteriores ucraniano. Pero acusó a la delegación rusa de tener un “mandato limitado” que impedía acuerdos sustantivos.

Además, Moscú dejó claro, según un funcionario turco citado por CNN, que solo aceptaría una tregua si Ucrania se retiraba de territorios que aún controla en las regiones de Luhansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón. Esta condición es inaceptable para Kiev y ha sido calificada por el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, como una muestra de que “Rusia está pidiendo demasiado”.

La frustración estadounidense aumentó notablemente. El secretario de Estado, Marco Rubio, abandonó Estambul tras reunirse con funcionarios ucranianos y criticó duramente el formato y el nivel de las conversaciones. “Vinimos porque nos dijeron que podría haber un enfrentamiento directo entre los rusos y los ucranianos; ese era originalmente el plan”, declaró. “Eso no iba a ser así, o si lo fue, no fue en los niveles que esperábamos”, añadió.

Apenas comenzaron las conversaciones, Zelensky convocó una llamada con el presidente estadounidense Donald Trump y los líderes de Francia, Alemania y Polonia. En un mensaje en la red X, Zelensky insistió en que Ucrania está lista para “tomar las medidas más rápidas posibles para lograr una paz verdadera”, pero reiteró que si Rusia rechaza un alto el fuego total e incondicional, deberán imponerse sanciones severas.

El primer viceministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Sergiy Kyslytsya, declaró que “el éxito provisional de las negociaciones aún está por consolidarse”, y remarcó que la presión internacional sobre Rusia debe mantenerse. Tykhyi, por su parte, subrayó que el intercambio de prisioneros “ya ha valido la pena”, calificándolo como “un gran logro”.

No obstante, Rusia rechazó nuevamente un cese del fuego y se negó a enviar funcionarios de alto nivel, mientras sostenía demandas inaceptables para Estados Unidos y Europa. Pese a ello, Trump expresó su intención de reunirse con Putin “tan pronto como podamos organizarlo” y reafirmó que “no va a pasar nada [sobre Ucrania] hasta que Putin y yo nos reunamos”.

Trump ha puesto en órbita 80 satélites espía en tan sólo tres meses, casi tantos como Joe Biden en 2024, su último año en la Casa Blanca - PHOTO/President Donald J. Trump X
El presidente Donald Trump - PHOTO/President Donald J. Trump X

El negociador jefe ruso, Vladimir Medinsky, valoró positivamente la jornada- “Estamos satisfechos con el resultado y dispuestos a continuar nuestros contactos”, explicó. Moscú ve esta ronda como una continuación de las negociaciones de 2022, cuando exigía una Ucrania neutral, fuera de la OTAN, y con recortes militares significativos, términos que Kiev considera ahora totalmente inaceptables.

Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, tildó de “claramente inaceptable” la posición rusa, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó que la UE trabaja en un nuevo paquete de sanciones.

Por ahora, el siguiente paso es incierto. El ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, afirmó que la prioridad debe ser una reunión a nivel presidencial. Turquía, país anfitrión, comunicó que ambas partes aceptaron “en principio” volver a encontrarse. Pero todo apunta a que cualquier avance dependerá de una eventual reunión directa entre Putin y Trump, una posibilidad cargada de expectativas, pero aún sin fecha.