Sudán busca el apoyo de Argelia para solventar su crisis interna

Sudán pretende reforzar su imagen exterior ganando aliados que puedan ayudar a salir de la crisis en la que lleva tiempo sumido. Argelia aparece como uno de los actores más importantes en la región, sobre todo gracias a su papel – al menos pretendido – de mediador en el conflicto interno. Para fortalecer esa asociación Sudán-Argel, Abdel Fattah al-Burhan, comandante del ejército sudanés, se ha reunido con el presidente argelino, Abdelmajdid Tebboune.
- La visita de Abdel Fattah Al-Burhan a Argelia
- Argelia reivindica su puesto como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad
- La incógnita sobre la capacidad de Argel de ayudar a Sudán
La visita de Abdel Fattah Al-Burhan a Argelia
El comandante sudanés pretende ganar influencia en la región. Cree que la deteriorada imagen de su país se podría ver reforzada gracias a la cercanía de Argelia que, a pesar de que no estar atravesando su mejor momento, podría servir para acercar las aspiraciones de Sudán. De ahí que fuerzas sudanesas están llevando a cabo giras por todo el continente en busca de socios, como también ha hecho el comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido, el teniente general Mohamed Hamdan Dagalo.

Al-Burhan quiere contar con Argel para desarrollar nuevas iniciativas y beneficiarse de la manifiesta intención argelina de intervenir en la crisis sudanesa. No obstante, los observadores apuntan que esta postura no casa con las acciones argelinas en pasadas ocasiones. La falta de paciencia del Ejecutivo argelino ha imposibilitado lograr objetivos debido a sus dificultades para lidiar con obstáculos que se le han ido presentando.
Tebboune no ha dudado en mostrar su respaldo a la sociedad sudanesa, asegurando que Argelia “apoya al pueblo sudanés para que pueda superar la difícil situación que su país está atravesando, objetivo también de las fuerzas del mal”. Ha querido destacar también que aboga por una solución que se debe producir sin “injerencia extranjera”, desmarcándose así de un conflicto en el que cree, “la última palabra” debe pertenecer al pueblo sudanés.

Argelia reivindica su puesto como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad
Apoyar las “causas justas” es una de las prioridades de Abdelmajdid Tebboune durante su membresía del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como miembro no permanente. Dice querer emplear su posición para detener el clima de tensión que se respira en la región y acabar con los conflictos que se encuentran actualmente activos.
La mención especial ha sido para el de Sudán que, desde que estallase la guerra en abril de 2023, no ha logrado la estabilidad que debía dar un proceso de transición abierto en el año 2019. El derrocamiento de Omán Hasán al Bashir tras 30 años en el poder debía abrir un nuevo capítulo democrático en un país que no ha hecho sino sumirse en un torbellino de violencia y destrucción en el que busca agarrarse a socios regionales.

La incógnita sobre la capacidad de Argel de ayudar a Sudán
Argelia ha tratado de mantener la distancia con todas las partes implicadas en el conflicto sudanés. Incluso su postura mediadora ha destacado por la cautela de un Tebboune que los observadores no creen esté del todo por la labor de prestar toda la ayuda que desearían desde tierras sudanesas. O al menos no de la forma que querrían en Jartum.
Argel estaría buscando aprovechar la presencia de Ramtane Lamamra al frente de la misión de las Naciones Unidas en Sudán. El que fuera ministro de Asuntos Exteriores argelino ha sido designado como enviado personal del secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Según fuentes consultadas por el medio Al Arab, podría estar estudiando la posibilidad de que su país adquiriese un papel político en la crisis.