“Todo socialdemócrata debe ser un activista defensor de los derechos humanos”

En los últimos años hemos experimentado un importante aumento de los flujos migratorios en varias regiones del mundo. En muchas ocasiones, estos movimientos responden a la falta de oportunidades o inseguridad en los países de origen, lo que lleva a las personas a buscar un destino que ofrezca unas mejores condiciones. No obstante, a medida que la migración ha crecido, también lo han hecho la xenofobia y el racismo, sobre todo dentro de las sociedades occidentales.

Esto representa un gran desafío, ya que la cuestión de la migración es usada por políticos de extrema derecha y populista para alimentar el odio y el rechazo. Por este motivo, los jóvenes socialistas y socialdemócratas occidentales deben jugar un papel clave a la hora de abordar esta cuestión.

Debido a la relevancia de la migración, durante la segunda jornada del primer Foro Internacional de Jóvenes Parlamentarios Socialistas y Socialdemócratas en Marrakech se dedicó una sesión a analizar este asunto. Tal y como comenzó señalando la moderadora de la mesa, Fadwa Rajouani, investigadora marroquí en el ámbito de las migraciones, “cada socialdemócrata debe ser un activista que defiende los derechos humanos, en concreto, el de los migrantes”.

La migración se ha convertido en una cuestión política en Occidente explotada en las campañas electorales. En este sentido, Driss El Yazami, presidente del Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero, destaca en concreto el papel de los medios de comunicación a la hora de propagar ese discurso de odio. “Se habla de migración en término de crisis, esta cobertura mediática nos muestra que los migrantes solo quieren ir al norte, cuando en África muchas personas se quedan en el propio continente”, explicó. “Que todos los pobres quieran emigrar hacia el norte es falso”, añadió El Yazami.

Respecto al rol que deberían tener los medios, Hala Kanjo, investigadora en el ámbito de la migración, propone que los periodistas den voz de manera efectiva a los migrantes a través de entrevistas o coberturas más amplias. Asimismo, plantea la posibilidad de colaborar con expertos y organizaciones con el fin de desarrollar programas para concienciar a la gente sobre esta cuestión. Por el contrario, insiste que los medios deben huir de estereotipos y clichés. 

Para finalizar su intervención, el presidente del Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero hizo referencia al Pacto de Marrakech para la migración de 2018 a iniciativa de Marruecos. No obstante, este proyecto no ha sido implementado por los países del norte, a pesar de los esfuerzos de socialistas como el español Felipe González.

En este difícil contexto, ¿cuál es el papel que deben tener los socialistas europeos? Para Nelson Brito, diputado socialista portugués, el progresismo debe combatir el populismo y la extrema derecha, dos movimientos que cada vez ganan más apoyos en países europeos como Italia, Francia o Hungría. “El Partido Socialista y su juventud debe estar alerta”, destacó Brito, recalcando que el camino del socialismo en Europa y en el mundo es la justicia social. 

Para tener una perspectiva más amplia de la migración, también se ha contado con el testimonio de Diana Barreras Samaniego, diputada mexicana, y Youssouf Aya, exdiputado maliense. Barreras Samaniego expuso las duras condiciones que afrontan ciudadanos de países centroamericanos como El Salvador que huyen de la falta de oportunidades y de la inseguridad persiguiendo el “sueño americano”.

Aya, por su parte, también hizo referencia a la falta de perspectivas y estabilidad, principales motivos de la migración en la región. Por ello, ha pedido a los dirigentes del sur que se esfuercen por impulsar una gobernanza en condiciones. “La responsabilidad de garantizar el bienestar incumbe a los gobiernos del sur. Sin embargo, no se puede tratar esta cuestión sin tener en cuenta los efectos del colonialismo”, explicó.  

Para el exdiputado de Mali, “un mundo sin migración no se puede concebir”. “La migración no debería ser un problema”, recalcó. Para finalizar, hizo un llamamiento para que África y Latinoamérica estrechen lazos con el fin de mejorar el bienestar de las poblaciones del sur global.

Desagraciadamente, debido a la xenofobia y racismo actual, la migración es un término que tiene que ir unido con la protección y promoción de los derechos humanos, algo clave dentro de las políticas socialistas y socialdemócratas. Por este motivo, la segunda sesión giró entorno a esta cuestión, haciendo referencia a los enfoques y mecanismos utilizados por las Naciones Unidas. 

Para esta mesa de diálogo se contó con la participación de Houira Essalami, exjefa del equipo de la ONU para las desapariciones forzadas; Ángel Maravilla Murcia, diputado y presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Centroamericano; Jamila Essyouri, experta en defensa de los derechos humanos; Joaquín Andrés Blanco, diputado socialista argentino; Vanessa Robertazzo, diputada venezolana; y Redouane Adghoghi, director de Asuntos Europeos en el Ministerio de Exteriores de Marruecos.

Adghoghi centró su intervención en destacar los logros de Marruecos en materia política. “Los valores que compartís son valores que tienen mucho que ver con nuestro modelo de sociedad”, aseguró el director de Asuntos Europeos a los diputados socialistas. Adghoghi recordó que el Reino optó por el pluralismo político tras la independencia, a diferencia de muchos otros países. “Marruecos se ha convertido en un referente”, continuó Adghoghi, mencionando aspectos de su política exterior, sus acuerdos de asociación y buena vecindad y sus relaciones comerciales.

Dentro de la política exterior del Reino, Adghoghi subrayó un asunto primordial para el Reino: la cuestión del Sáhara. “Marruecos fue colonizado por dos países y una región fue amputada a Marruecos, aunque tras nuestra independencia comenzamos a recuperar nuestra soberanía”, explicó. Adghoghi ha denunciado las fake news y la desinformación acerca de esta cuestión. “Se presenta a Marruecos como el colonizar de su propio territorio”, indicó. 

En materia de protección de derechos humanos, América Latina tuvo un papel relevante durante la jornada, destacando el caso de Argentina y Venezuela. En este sentido, el socialista argentino Joaquín Andrés Blanco ha pedido tomar ejemplo de las valientes Madres de la Plaza Mayo durante la dictadura para combatir los discursos de odio de la ultraderecha, ideología que critica los mecanismos de la política, pero los usa para llegar al poder. “El gran desafío de los partidos de izquierda es lograr una propuesta seria que ofrezca esperanza a los jóvenes sin perspectivas”, concluyó Blanco.

Por otro lado, la diputada venezolana Vanessa Robertazzo denunció la censura y las violaciones de derechos humanos que sufre su pueblo, recordando que no toda la oposición al régimen venezolano es de derechas. Por ello, ha pedido a la izquierda democrática internacional que mire hacia Venezuela y a lo que ocurre dentro de sus fronteras. Igualmente, ha llamado a la comunidad internacional a que apoye al pueblo venezolano, pero sin acciones violentas o sanciones, ya que este castigo económico afecta realmente a los ciudadanos y no a los gobernantes. 

“Una sola palabra de odio sirve para que una guerra estalle”

La segunda jornada del foro finalizó con una sesión dedicada a lograr sociedades más tolerantes y a la lucha contra el odio y el extremismo. “Las democracias han conseguido crear sociedades tolerantes, porque la democracia reconoce el pluralismo”, comenzó señalando Khadouj Slasi, diputada marroquí. 

Posteriormente fue el turno de Hana Jalloul Muro, vicepresidenta de la Internacional Socialista y miembro del Partido Socialista Obrero Español. Jalloul Muro ha explicado iniciativas para luchar contra los estereotipos en redes sociales impulsadas por el Gobierno socialista español, así como programas a nivel local de acogida de refugiados sirios. Igualmente, ha señalado la necesidad de implantar programas de inclusión en colegios dedicados a los más jóvenes. “El deporte es un mecanismo de inclusión social”, apuntó. 

Si hablamos de extremismo es necesario mencionar la situación de las minorías de Oriente Medio, objeto de ataques y persecuciones desde hace siglos. Para aportar luz a esta cuestión se ha contado con la intervención de Razeen Ziyad Sido, diputada kurda en el Parlamento iraquí.

Sido se ha centrado en denunciar la situación de las minorías de la región, en concreto de la comunidad yazidi, objeto de un genocidio por parte del Daesh en 2014. “El número de yazidíes se ha reducido, la única solución fue el exilio forzoso”, indicó Sido. No obstante, a pesar de los discursos de odio por parte de líderes religiosos, la diputada kurda también ha querido resaltar la existencia de organizaciones de la sociedad civil que impulsan la paz entre todas las comunidades que forman el pueblo iraquí. Sido concluyó su intervención haciendo un llamamiento a los partidos socialdemócratas para defender a todas las minorías.

Otra región del mundo que ha sufrido mucho debido a los discursos del odio y el extremismo es África Central. “Una sola palabra de odio sirve para que una guerra estalle. Las palabras pueden provocar genocidios”, declaró el socialista Dounda Ndamon. 

Hamid Jamahri, periodista marroquí experto en diálogo intercultural fue el encargado de poner punto final a la sesión y a la jornada. Jamahri elogió el pensamiento socialista árabe, definiéndolo como una “oportunidad histórica que dio a los pueblos árabes un lugar en el escenario internacional”. 

Para finalizar, el periodista celebró la diversidad cultural y étnica de Marruecos, destacando el componente hebreo del Reino. “Todos los monarcas han defendido el legado hebreo, la Constitución actual recoge la identidad hebrea de Marruecos”, recalcó.  Por ello, Jamahri ha pedido a los pueblo árabes y no árabes “promover la diversidad”.