Turquía y Siria caminan hacia la normalización de relaciones

Turquía y Siria han dado un paso importante para la normalización del vínculo mutuo entre ambas naciones, bajo la mediación de Rusia e Irán.
Rusia, Irán, Turquía y Siria acordaron generar una hoja de ruta para la normalización de relaciones entre Ankara y Damasco durante la reunión protagonizada por los ministros de Asuntos Exteriores de estos países celebrada en Moscú.
Los representantes diplomáticos de estos países “acordaron encargar a los viceministros de Exteriores la elaboración de una hoja de ruta para promover las relaciones entre Turquía y Siria en coordinación con los Ministerios de Defensa y los servicios de inteligencia de los cuatro países”, según señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en una nota oficial.

Según la diplomacia rusa, “los ministros constataron una atmósfera positiva y constructiva del intercambio de opiniones y acordaron mantener los contactos a alto nivel y las negociaciones técnicas a cuatro bandas”.
Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, señaló que “el mejor resultado” tras esta reunión ministerial “podría ser un acuerdo para encargar a los expertos la preparación de una hoja de ruta para la normalización sirio-turca para la siguiente reunión ministerial”, como recogió la agencia EFE. El propio Lavrov defendió que se vuelva a una relación económica y comercial entre Turquía y Siria “sin obstáculos”.
Este paso es de gran relevancia porque Turquía y Siria rompieron relaciones en 2011 cuando se desató la guerra civil siria ante las acusaciones lanzadas contra el país otomano por apoyar a los rebeldes enfrentados al Gobierno de Bachar al-Asad. De hecho, diversos analistas señalaron al país euroasiático por apoyar al bando rebelde que integraría elementos yihadistas terroristas en el reducto de Idlib, donde se encuentran alojadas las fuerzas opositoras. Turquía también aprovechó la ocasión y argumentó su entrada en territorio sirio por la necesidad de perseguir a elementos kurdos a los que acusa de actos terroristas al sur del país otomano.

Siria vive desde 2011 una cruenta guerra civil, un fuerte conflicto desatado después de que el régimen de Bachar al-Asad reprimiese duramente la revolución popular desatada en su contra, lo que llevó a millones de personas a huir y buscar refugio en los países vecinos. Turquía se posicionó a favor de los rebeldes y llegó la ruptura de relaciones con el régimen de Al-Asad, que, gracias a la inestimable ayuda de Rusia (su principal aliado junto con la República Islámica de Irán), logró cambiar el rumbo de los acontecimientos y acorralar a las principales fuerzas opositoras, principalmente en el último bastión de Idlib. Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, apoyó en primera instancia los esfuerzos rebeldes por derrocar al presidente sirio Al-Asad incluso con la incursión militar en la frontera turco-siria, creando una zona especial gestionada por las Fuerzas Armadas turcas después de aprovechar la salida de la zona de Estados Unidos, que abandonó su presencia en el país sirio dejando atrás a los kurdo-sirios, opositores de Al-Asad y hostigados por Turquía, que fueron clave para ayudar al gigante norteamericano a derrotar al yihadismo en Siria.
Precisamente, la Rusia de Vladimir Putin ha ejercido de anfitrión para el histórico encuentro diplomático que sirve para un mayor acercamiento entre Turquía y Siria. Moscú acogió el encuentro cuatripartito de los ministros de Asuntos Exteriores implicados, de Rusia, Serguéi Lavrov, de Irán, Husein Amir Abdullahian, del Gobierno de Damasco, Faisal al-Miqdad, y de Turquía, Mevlut Cavusoglu, bajo los esfuerzos rusos por normalizar las relaciones entre Damasco y Ankara.
High-level talks on Syria begins in Moscow between foreign ministers of Türkiye, Russia, Iran and Syria pic.twitter.com/oNuyEY4oAM
— TRT World (@trtworld) May 10, 2023
Los medios oficiales del régimen sirio señalaron que la delegación nacional hizo hincapié en la necesidad de poner fin a la ocupación turca de los territorios sirios y en la retirada de todas las fuerzas extranjeras ilegales.
El último viraje político de Erdogan para acercarse a tradicionales enemigos, como en este caso Siria o anteriormente Arabia Saudí, puede estar relacionado con los problemas políticos y económicos que atraviesa el país, con el objetivo de tener algo más de margen político y poder tener más salidas y más amplitud de cooperación con naciones de la región, y también podría tener cierta explicación en la cercanía de las inminentes elecciones nacionales turcas. La reconciliación con Siria también cuenta con el apoyo de los opositores de Recep Tayyip Erdogan y juega un papel importante en la campaña electoral de Turquía. El presidente turco se comprometió a acelerar la repatriación de casi cuatro millones de refugiados y migrantes sirios que huyeron a Turquía para escapar de la pobreza y la guerra. Además, Erdogan llegó a decir este año incluso que una cumbre presidencial con el propio Bachar al-Asad, podría ayudar a “establecer la paz y la estabilidad en la región”.
Ahora, gracias a estos movimientos políticos y con la mediación de Rusia e Irán parece que la normalización de relaciones entre Turquía y Siria está más cerca.