El catedrático de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Universidad Europea, José María Peredo, pasó por los micrófonos de “De Cara al Mundo” en Onda Madrid para analizar la visita de Mike Pence a Kiev y la rebelión de Wagner

Ucrania, en la carrera electoral de Estados Unidos

PHOTO/TWITTER/@Mike_Pence -  Visita de Mike Pence a Kiev
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José María Peredo, catedrático de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Universidad Europea, analizó en una entrevista con Javier Fernández Arribas en el programa “De Cara al Mundo” de Onda Madrid la candidatura republicana tras la visita de Mike Pence a Kiev y el rumbo de Putin tras la rebelión de Wagner. 

José María queríamos empezar con la noticia de la visita sorpresa a Kiev del ex vicepresidente de los Estados Unidos con Trump, Mike Pence. Supongo que eso está relacionado con la carrera electoral y la candidatura republicana, pero está bien que Mike Pence visite Kiev y, sobre todo, que escenifique el apoyo a Zelenski. 

Es una figura importante, Mike Pence. Hay que recordar su papel determinante en los sucesos que tuvieron lugar antes de la toma del poder de Joe Biden como nuevo presidente y en frenar de manera clara el asalto al Parlamento por parte de los simpatizantes más exaltados de Donald Trump. Pence representa un valor importante del conservadurismo del partido republicano tradicional y, por consiguiente, se puede valorar como un paso en su posicionamiento en la carrera a las elecciones presidenciales de 2024. En cualquier caso, también es un refuerzo de ese amplio sector del partido republicano conservador a Zelenski y a la política exterior de Estados Unidos en su totalidad.   

PHOTO/ARCHIVO - José María Peredo
PHOTO/ARCHIVO - José María Peredo

Si me apuras, después de los audios de Trump que hemos escuchado en los últimos días con ese ataque a Irán, vemos que se mete en mayores problemas y quizás el señor Pence, con permiso claro del gobernador De Santis, se posiciona con más posibilidades de ser el candidato republicano.   

Desde luego se puede fortalecer ahí esa opción dentro del partido republicano más conservadora que puede representar, efectivamente, De Santis, pero que también puede representar la experiencia de Mike Pence. Es un momento todavía lejano el que vivimos con respecto a las elecciones de 2024, pero indudablemente está ya en el tablero de los análisis de estos próximos meses.   

José María, tú como experto en las relaciones Estados Unidos-Federación Rusa y lo que está ocurriendo en Ucrania, ¿te sorprendió el intento de rebelión de los Wagner? ¿Piensas que Putin, después de lo que está ocurriendo, se puede mantener en el poder?   

Me sorprendió. Es una página nueva del conflicto, una página muy incierta, escabrosa y preocupante, en primer lugar, porque se trata de un grupo mercenario que ocurre en distintos conflictos y guerras. La aparición de este tipo de grupos, indudablemente en todos los casos, genera una incertidumbre mayor en cuanto a su autonomía, su distancia con respecto a los gobiernos y su incapacidad de ser representantes de un actor internacional, de un Estado, en este caso de Rusia.  

En cuanto a la rebelión - casi yo diría conato de rebelión, porque sigue siendo una circunstancia y un hecho confuso en las interpretaciones -, lo que ha ocurrido sí está claro. Se ha producido esa tensión y esa rebelión puntual casi momentánea de los Wagner. Los motivos tienen que ver posiblemente con cuestiones de índole táctico: el armamento y la munición que no llegó. Esa tensión que ha habido en las últimas semanas en el grupo Wagner tiene que ver probablemente también con el asunto del pago por esos servicios, pero también con una división dentro de, no ya el Estado Mayor y el Gobierno ruso, sino de las piezas que ha utilizado Putin y probablemente con distintos criterios a la hora de desarrollar la estrategia bélica que, hasta el momento está, está demostrando que no está avanzando y se está convirtiendo en un fracaso.    

Ahí se demuestra el valor de las instituciones. Un ejército está para algo, tiene unos protocolos, una disciplina, unas normas y unas leyes. Si tú utilizas un grupo mercenario quizá, José María, lo que estás es creando un monstruo que al final te puede comer a ti mismo.   

No cabe duda. Además, si este tipo de organizaciones se utilizan en cuestiones de inteligencia y puntuales, probablemente tienen otras características siempre dentro de esos límites, pero cuando es una pieza importante, si no esencial en la estrategia de una guerra abierta, indudablemente estamos en una situación en la que sería muy importante volver a reconducir a partir, de este conflicto, las estructuras institucionales en Rusia y en líneas generales en todos los países.   

José María, ¿un Putin débil puede estar más obligado a negociar el final o puede ser más peligroso, como ha dicho Josep Borrell? 

Creo que tiene que ver más con la primera de las dos interpretaciones. Creo que hay un plano que es efectivamente el bélico, que está más abierto aún con toda su estrategia de desinformación, y más identificable porque hay unos frentes abiertos y unos medios de comunicación que transmiten lo que está ocurriendo. Pero yo creo que hay otro plano con algunos indicios de avances en la negociación. Putin indudablemente lo que quiere sacar de esta crisis es la imagen y la transmisión a la comunidad internacional de que es él o nadie más el que es capaz de plantearse y de proponerse como el negociador final. Eso no quiere decir que lo que ha sucedido pueda conducir a una debilidad del presidente, es decir, aunque salga fuerte para concluir la guerra, es posible que eso no sirva para que mantuviera, llegado el caso, el poder. Pero naturalmente eso son interpretaciones, no especulaciones, pero sí interpretaciones que no están confirmadas. 

En cualquier caso, José María, nuestra preocupación, como la de todo el mundo, son las armas nucleares. Yo me acuerdo cuando Boris Yeltsin estaba en el poder y los propios rusos buscaron a alguien fiable, solvente y disciplinado, aunque luego se haya desarrollado como se ha desarrollado el ex miembro del KGB. Lo hicieron para controlar las armas nucleares y que un desmantelamiento de la antigua Unión Soviética o ahora una posible crisis grave de la Federación Rusa no signifique que armas nucleares pueden caer en manos de grupos criminales o terroristas. 

Eso hay que tenerlo en cuenta. Por dar una visión más esperanzadora, hay que pensar también que el régimen soviético fue capaz de generar a Mijaíl Gorbachov. Y apareció ahí un líder que fue consciente de la inviabilidad del sistema soviético en aquel momento. Si hubiera determinados liderazgos en Rusia que fueran conscientes de la inviabilidad de este tipo de políticas que en los últimos años ha puesto sobre la mesa el gobierno de Vladimir Putin, entraríamos en una etapa nueva. Pero evidentemente los riesgos están ahí.   

Es muy importante destacar que un país con la importancia que tiene Rusia a nivel internacional por su armamento, su territorio, su implicación y sus recursos, indudablemente necesita gobiernos fiables, gobiernos respetados y respetables. Pero lo primero para ser un gobierno de esas características es actuar de esa manera, que es lo que yo diría que en los últimos años Putin ha olvidado. 

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