El 2021 termina con una nueva escalada de tensión entre la OTAN y Moscú debido a las disputas relacionadas con el conflicto del Donbás. Asimismo, el aumento de tropas rusas cerca de la frontera ucraniana ha despertado temores en Occidente sobre una posible invasión rusa. Moscú, por su parte, acusa a la OTAN de realizar maniobras militares cerca de su frontera.
Con el objetivo de evitar un choque en Ucrania, los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin han mantenido a su segunda conversación este mes. Durante los 50 minutos que duró la llamada telefónica, el mandatario estadounidense insistió en la necesidad de "reducir las tensiones con Ucrania”, tal y como informó ten Psaki, jefa de prensa de la Casa Blanca.
"Ha dejado claro que Estados Unidos y sus aliados responderán de manera decisiva si Rusia siguen invadiendo a Ucrania”, declaró Psaki. En la última reunión virtual a principios de diciembre, el presidente estadounidense amenazó con fuertes medidas económicas y de otro tipo. Aunque durante esta nueva conversación Biden “también ha expresado su apoyo a la diplomacia”, añadió. El 10 de enero Biden y Putin se reunirán en Ginebra y, unos días después, se celebrará otra cumbre entre Rusia y el Consejo de la OTAN.
Por otra parte, Putin advirtió que las relaciones entre ambos países podrían romperse en caso de que las amenazas estadounidenses de “sanciones sin precedentes” se conviertan en realidad, tal y como informó el asesor del Kremlin y exembajador de Rusia en Washington, Yury Ushakov. El líder ruso aseguró que las generaciones futuras considerarían esos movimientos “como errores”. "Ha habido muchos de estos errores en los últimos 30 años, y es preferible en esta situación que no se vuelvan a cometer”, indicó Ushkov.
Tal y como señaló el asesor del Kremlin, Biden prometió “no desplegar armas ofensivas en Ucrania. "Joe Biden subrayó la gran responsabilidad de Rusia y Estados Unidos por el mantenimiento de la estabilidad en Europa y en el mundo entero”, añadió. Asimismo, Ushkov destacó que Biden aseguró que no se puede iniciar una guerra nuclear. “Los estadounidenses parten de esto mientras comprenden que Estados Unidos y Rusia tienen los potenciales nucleares más grandes del mundo”, explicó el exembajador.
Rusia continúa defendiendo sus intereses de seguridad. El mismo día de la llamada entre Biden y Putin, el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoly Antonov, escribió un artículo en la revista Foreign Policy subrayando la necesidad de Rusia de “defender su seguridad”. "Si nuestros socios continúan construyendo realidades estratégicas militares que ponen en peligro la existencia de nuestro país, nos veremos obligados a crear vulnerabilidades similares para ellos”, expuso Antonov. En la línea marcada por Moscú, el diplomático reiteró que las acciones militares de la OTAN en Ucrania son “una amenaza existencial para Rusia”.
Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, también se ha pronunciado acerca de las actuales relaciones entre Moscú y Occidente, en concreto con Bruselas. En una rueda de prensa el jueves, el mismo día de la llamada entre Putin y Biden, Zakharova tildó de “inadmisible” la forma de diálogo de la Unión Europea con Rusia en los últimos años. Estas declaraciones respondían a los comentarios de Jose Borrell, jefe de la diplomacia europea, al periódico Die Welt. Borrell calificó de “inaceptables” las demandas presentadas por Rusia a la OTAN.
Debido al distanciamiento cada vez mayor en las relaciones entre Occidente y Rusia, Moscú busca intensificar sus lazos con sus aliados internacionales, como Bielorrusia o China. En este contexto, Moscú y Minsk tienen la intención de desarrollar la cooperación en defensa debido al comportamiento de Occidente, tal y como aseguro el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, a la agencia de noticias TASS en una entrevista. Por otro lado, en la felicitación de Año Nuevo que envió Putin a su homólogo chino, Xi Jinping, puso de manifiesto las expectativas de Moscú “con respecto al desarrollo de las relaciones entre Rusia y China en 2022”.