La Unión Europea aplaude la salida del barco de prospección turco del Mediterráneo oriental
La tensión en el Mediterráneo oriental se relaja por momentos. La Unión Europea (UE) ha celebrado lunes la retirada de un buque con el que Turquía realizaba prospecciones de hidrocarburos en aguas que reclama Chipre.
La Unión considera este gesto como un paso hacia la reducción de tensiones entre Turquía, Chipre y Grecia en el Mediterráneo oriental, y espera en que se tomen más medidas en ese sentido.
"La marcha del barco Yavuz constituye otro paso que celebramos para la reducción de la tensión en el Mediterráneo oriental", indicó en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea (CE) el portavoz Peter Stano, quien agregó que esperan ver más medidas en esa dirección.
En la cumbre extraordinaria celebrada la semana pasada, los jefes de Estado y de Gobierno tardaron mucho en ponerse de acuerdo sobre si sancionar o no a Ankara, y aplazaron la decisión a otra cumbre para diciembre. En lo único que se pudieron poner de acuerdo fue en elevar el tono contra Turquía y pedir unánimemente “reducir la tensión en esa zona”.
Stano recalcó que la UE quiere "una relación constructiva con Turquía, continuar el diálogo y la cooperación". Las relaciones de la Unión Europea con Turquía tienen muchos intereses entrelazados. Sobre todo en cuando a la crisis migratoria y al suministro de gas y petróleo.
La UE había considerado a mediados de septiembre que la decisión turca de prolongar hasta el 12 de octubre las actividades del Yavuz al suroeste de Chipre "avivaría más tensiones e inseguridad" en el Mediterráneo oriental. "Todas las acciones que puedan contribuir a la reducción de tensiones y a la cooperación son bienvenidas, y esperamos continuar por este camino de implicación constructiva y de diálogo", concluyó Stano.
Desde inicios del verano, el Yavuz operaba en el mar entre Chipre y Creta, después de que el Gobierno libio de Fayez Sarraj le diera permiso para utilizar sus aguas. Pero Turquía terminó navegando en los límites de las áreas de exclusividad económica que se solapan con las declaradas por Grecia y Chipre.
En agosto Francia envió buques al Mediterráneo oriental para apoyar a Grecia y Chipre presionando con su presencia militar. Después de que en verano se llegará a un punto de tensión insostenible, Turquía empezó a dar marcha atrás. Recientemente también ha retirado otro barco (el Oruç Reis) que realizaba prospecciones en aguas que Grecia reclama de su interés económico.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha insistido este lunes ante Turquía en que la crisis en el Mediterráneo oriental que le enfrenta a Grecia y Chipre debe abordarse "únicamente" desde el diálogo, siguiendo el acercamiento propiciado por la OTAN y con el que Ankara y Atenas han diseñado un mecanismo para evitar roces militares.
"Tengo la firme esperanza de que las controversias subyacentes ahora puedan abordarse únicamente mediante negociaciones", ha indicado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa en Ankara con el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu.
Stoltenberg ha iniciado este lunes una gira que le llevará a Turquía y Grecia con el objetivo de discutir dichas tensiones, después de que ambos pactaron el jueves mantener a través de la OTAN un mecanismo para desactivar tensiones en el Mediterráneo oriental, como fruto del diálogo bilateral en el seno de la organización militar.
A este respecto, Stoltenberg ha remarcado su reconocimiento a ambos miembros de la Alianza por comprometerse con este mecanismo que marca el inicio de una solución y que, según ha defendido el político noruego, podrá generar más espacio para los esfuerzos diplomáticos que mantiene la Unión Europea con el Ejecutivo turco de Recep Tayyip Erdogan.
Después de la noticia de la retirada de prospecciones hidrocarburos Yavuz, Chipre y Turquía tendrán que resolver los límites de sus zonas de exclusividad económica como está empezando a hacer con Grecia.
