Tres creadores de contenido de YouTube han sido arrestados en la provincia de Antalya, en Turquía, después de preguntar a los ciudadanos que andaban por la calle sobre sus preocupaciones económicas cuando el valor de la moneda del país sigue cayendo y aumentando así la crisis financiera del país.
İtiraf ediyorum stüdyodan kimse uyarmadı. Kulağımdaki kulaklığın da ucu boştaydı ? pic.twitter.com/8F4yEqS01s
— Kendine Muhabir (@KendineMuhabir) August 12, 2021
Los YouTubers escribían en sus redes sociales que el objetivo de realizar estas entrevistas era el de realzar sus voces en medio de la crisis financiera. Estas entrevistas han sido consideradas por el Gobierno como promotoras de “incitar al odio y la animosidad contra algunos grupos y denigrar públicamente al Estado y al Gobierno”. Estas acusaciones han hecho que estos tres YouTubers hayan sido puestos bajo arresto domiciliario, según informa Turkey Purge, un medio de comunicación que informa sobre los abusos de derechos humanos en el país.
Una de estas personalidades es Hasan Köksoy, quien produce el canal de YouTube Kendine Muhabir. El YouTuber ha denunciado su arresto por su red social Twitter por la que dijo en una publicación que “lo sacaron de la cama como un terrorista y lo arrestaron por entregar un micrófono al público”. Hasan Köksov ha ido relatando su arresto por medio de tweets en los que se puede leer que pasó la noche bajo custodia debido a una entrevista que estaba transmitiendo en directo, relatando también que compareció ante un fiscal y que le enviaron a un tribunal de guardia con una solicitud de arresto. La persona a la que estaba entrevistando, según asegura Hasan en un tweet, también estaba arrestada.
Yayınladığım bir röportajdan dolayı dün geceyi nezarette geçirdim. Az önce savcı karşısına çıktım ve tutuklama istemiyle nöbetçi mahkemeye sevketti. Röportajı veren şahıs tutuklanmış.
— Kendine Muhabir (@KendineMuhabir) December 1, 2021
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha calificado en un reciente discurso a las redes sociales como una de las “principales fuentes de amenaza a la democracia actual” y dijo que tomaría medidas energéticas contra los medios en internet para “combatir la desinformación y la propaganda”.
Estas declaraciones y los últimos arrestos han hecho saltar las alarmas a las organizaciones que promueven la libertad de expresión y los derechos humanos en el país. Reporteros Sin Fronteras o Freedom House han criticado duramente al Gobierno de Erdogan y ha calificado a Turquía como “no libre”, señalando la censura o la eliminación de contenidos en internet que criticaban al Ejecutivo.

Según los datos que ofrece sobre Turquía el Centro de Estocolmo para la Libertad, son ya 174 periodistas los que se encuentran encarcelados en el país y 167 están siendo buscados por las autoridades turcas.
Todo esto se produce por las críticas a la crisis financiera que vive Turquía, cuando la lira turca ha caído un 40% desde septiembre. La razón principal de la caída de la divisa turca se encuentra en la presión del Ejecutivo para que el Banco Central baje los tipos de interés con el fin de impulsar la economía, a pesar de la alta inflación que afecta a Turquía.