El Gobierno de Ucrania atraviesa una importante crisis interna. El presidente ucraniano, Volodomír Zelenski ha anunciado a través de un vídeo la suspensión del jefe de la Agencia de Seguridad Ucraniana (SBU), Ivan Bakanov, y de la fiscal general, Iryna Venediktova, por haber encontrado múltiples casos de traición contra Ucrania y su gobierno tras descubrir que podrían estar colaborando con Rusia.
La destitución de Bakanov no ha cogido por sorpresa a los funcionarios de la Agencia de Seguridad ya que ellos han reportado diversas críticas a la gestión de Bakanov desde el comienzo de la guerra. Además, tres exfuncionarios de la SBU también fueron acusados de traición al Estado durante el pasado mes de marzo.

Bakanov, designado para el puesto de la SBU en 2019 e íntimo amigo de Zelenski, se encargó de dirigir su campaña presidencial, aunque recibió diversas críticas por parte de muchos que consideraban que no estaba capacitado para el puesto.
Por otro lado, Venediktova, la que ha sido la primera mujer fiscal general del país, ha sido acusada por varios medios estadounidenses de haber participado en la gestión de operaciones rusas. Por este motivo y, de acuerdo con el presidente ucraniano, será reemplazada por el abogado Oleksiy Symonenko.
Según ha declarado Zelenski, al menos 60 exempleados de estas dos organizaciones estarían trabajando contra Ucrania en aquellas áreas ocupadas por los rusos. Esta situación ha hecho que se abra un total de 651 casos por “colaboración y traición” contra funcionarios ucranianos. De acuerdo con el presidente, este “conjunto de crímenes” van en contra de “la seguridad nacional del Estado” y afirma que “las conexiones detectadas entre los empleados de las Fuerzas de Seguridad de Ucrania y lo servicios especiales de Rusia plantean preguntas muy serias a los líderes relevantes”. A esto añadió que también habría destituido a los jefes de Seguridad de las regiones de Járkov y Jersón.

Sumado a esta crisis interna, la nación ucraniana sigue en “alerta máxima” por nuevos ataques aéreos por parte de Rusia. Según el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigú, ha ordenado aumentar sus acciones militares “en todas las áreas operativas” para reducir la defensa ucraniana, lo que habría ocasionado la muerte de 16 civiles como consecuencia de las nuevas ofensivas rusas. Asimismo, y según el Servicio Estatal de Emergencias, al menos 6 personas habrían muerto en la ciudad ucraniana de Toretsk, en la provincia de Donetsk. Hasta este domingo se han registrado más de 3.000 misiles de crucero en Ucrania, lo que, en palabras de Zelenski, ha hecho “imposible contar la cantidad de artillería y otros proyectiles que se utilizaron contra nuestro país y nuestro pueblo, pero definitivamente es posible llevar ante la justicia a todos los criminales de guerra rusos”.
#UkraineWar#Rusia empieza con bombardeos sobre centro y sedes de las Fuerzas de #Ukraine
— Ambar Sachelaridi (@ambararasi) July 14, 2022
? #vinnitsa pic.twitter.com/JYVmXTODkE
Así, en estos últimos días, las tropas rusas habrían lanzado diversos ataques contra posiciones ucranianas en el norte, este y sur de Ucrania, especialmente en la ciudad de Járkov. De acuerdo con el Pentágono, hasta 150 ucranianos habrían muerto en ataques rusos contra posiciones civiles en las últimas dos semanas.

Por otra parte, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha urgido a los europeos a que estos reduzcan el consumo del gas para poder abastecerse en invierno ya que las medidas tomadas sobre la crisis energética son “insuficientes”, incluso si Moscú decidiese restablecer durante el verano el suministro del gas a través del gasoducto NordStream 1, algo que todavía no está asegurado.
Por ello, su director ejecutivo, Faith Birol, ha propuesto medidas de urgencia que irían dirigidas tanto a la industria como al sector gasístico y a los gobiernos de la UE para que coordinen una acción conjunta, además de a los consumidores. En un mensaje publicado esta semana, Birol ha advertido que “si no se aplican este tipo de medidas ahora, Europa estará en una posición extremadamente vulnerable y podría afrontar cortes y reducciones mucho más drásticos más adelante”.
Además, la Agencia no descarta la posibilidad de que Rusia corte totalmente su suministro a Europa y aseguran que la posición de la Unión Europea es “increíblemente precaria” ante esta amenaza. Junto a esto y paradójicamente, Moscú ha seguido ingresando altísimas cantidades de dinero por las ventas de petróleo y gas. Por el momento las sanciones impuestas a Moscú no han impedido que Rusia haya ingresado, de acuerdo con el Centro de Investigación de Energía y Aire Limpio (CREA), un total de 95.000 millones de dólares por la venta de sus hidrocarburos, lo que asienta la posición de Rusia sobre su dominio energético.