El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, se dirigió al presidente ruso, Vladimir Putin, en un vídeo publicado la madrugada del sábado. Este ha pedido conversaciones de paz “significativas” entre Kiev y Moscú para poner fin de una vez a la guerra.
Este llamado de paz se producía horas después de que las tropas rusas reforzaban el asedio a la ciudad de Mariúpol. Un enclave estratégico en el sur de Ucrania, que lleva resistiendo fuertes bombardeos durante semanas.
Durante el discurso, el presidente ucraniano mencionaba las fuertes pérdidas financieras y militares a las que se arriesga Rusia si continúa con la invasión, y advertía que el país tardaría “generaciones” en recuperarse. Zelensky no hizo ninguna concesión, y pidió que se restableciera “la integridad territorial” de Ucrania.
Moscú y Kiev llevan semanas manteniendo reuniones sin llegar a ningún punto en común. A pesar de que esta semana se informara de que las negociaciones avanzaban y las propuestas para el regreso de la paz empezaban a ser “realistas”, lo cierto es que no se tradujo en el campo de batalla. Las tropas rusas no han parado de lanzar ataques y han continuado bloqueando los recursos de ayuda humanitaria.
En ese mismo discurso, Zelensky se refería a esta situación como “una táctica deliberada” y “un crimen de guerra” por el cual “responderán al cien por cien”. Además, informó que no había aún datos sobre cuántas personas habían muerto durante el ataque del pasado miércoles al teatro de Mariúpol donde cientos de personas se habían refugiado de los bombardeos. Pero si dijo que más de 130 personas habían sido rescatadas de los escombros.
Un informe publicado por el Ministerio de Defensa de Reino Unido ha explicado que Moscú, al no conseguir sus objetivos iniciales, ha cambiado su estrategia y ahora emplea la batalla del desgaste. Este cambio traerá unas consecuencias aún peores para la población ucrania que todavía resiste en el país. En este mismo informe se hacía mención a que el presidente ruso había aumentado el control sobre los medios de comunicación del país.
Por otro lado, a través de un canal de Telegram el gobernador regional, Serhiy Gaiday, informó de la apertura de un nuevo corredor humanitario para realizar evacuaciones en la zona de Luhansk. Gaiday informó que se acordaría una “ley del silencio” a partir del sábado a las nueve de la mañana.

La imagen de las batallas urbanas en el campo de batalla de las que ambos países intentaban huir, ya son una realidad. El sábado, se libraron varios combates en la ciudad de Mariúpol. Las tropas rusas y ucranianas se enfrentaron cuerpo a cuerpo en la ciudad portuaria, convirtiéndose en la primera batalla a gran escala desde que comenzó el conflicto.
La ciudad se ve sumida en un caos absoluto y se ha convertido en un gran desastre humanitario. El 80% de las casas han sido destruidas, y las autoridades han informado que han identificado a menos de 2.500 personas muertas, pero afirman que la cifra podría ser mucho más grande. La resistencia en la ciudad es uno de los enclaves más importantes para determinar el transcurso de la guerra.
En medio de este conflicto, el primer ministro griego informó el viernes que Grecia se comprometía reconstruir un hospital de la ciudad que fue bombardeado durante uno de los ataques rusos. Informó sobre ello en Twitter donde se refirió a Mariúpol como “el centro de la minoría griega en Ucrania”, y como “una ciudad muy querida por nuestros corazones y símbolo de la barbarie de la guerra”.
Según las últimas declaraciones del Ministerio de Defensa ruso, las fuerzas militares habrían empleado misiles hipersónicos por primera vez. Estos se habrían empleado para destruir un gran depósito de misiles y municiones para aviones en la zona Ivano-Frankivsk.
Estos misiles son armas rápidas capaces de evadir la detención de los sistemas defensa antimisiles. A principios de año, Rusia se posicionaba como el país con las armas hipersónicas más avanzadas del mundo, y ya habían demostrado la capacidad de estas armas en ocasiones anteriores al conflicto con Ucrania.

Durante la tarde del viernes, el presidente chino Xi Jinping y el presidente estadounidense Joe Biden mantuvieron una conversación telefónica sobre la situación de Ucrania. Durante la reunión Biden recordó que el apoyo a Rusia supondría al país asiático “implicaciones y consecuencias”.
Según un comunicado de la Casa Blanca, la llamada duró casi dos horas y que solo se centró en el tema de Ucrania. El comunicado informó que, durante la llamada, Biden explicó al presidente chino “los puntos de vista” de Occidente sobre el conflicto, y que hizo mención a los “esfuerzos” realizados “para prevenir y responder a la invasión”. Por último, el presidente estadounidense subrayó la necesidad de “una solución pacífica” al conflicto.
Por otro lado, el ministerio de defensa chino explicó que el presidente Xi Jinping había comentado en la llamada que “las principales prioridades ahora son continuar el diálogo y las negociaciones, evitar bajas civiles, prevenir una crisis humanitaria, cesar la lucha y poner fin a la guerra lo antes posible”. Además, varios medios de comunicación chinos informaron que “la crisis de Ucrania era algo que no querían ver”.

El viernes por la mañana, el presidente ruso, Vladimir Putin, hizo una aparición especial durante un concierto que celebraba la adhesión de Crimea a Rusia.
Ocho años después de que las tropas rusas tomaran Crimea se realizó un macro evento en un estadio abarrotado de personas ondeando banderas rusas y mostrando su sincero apoyo a Putin. Durante el evento, se presenciaron varias actuaciones musicales que entonaban canciones elogiando a la nación rusa.
Según informaban las administraciones rusas habrían asistido alrededor de unas 200.000 personas al evento. Sin embargo, este dato no encaja con la capacidad máxima del estadio que es de unas 81.000 personas.
El presidente Putin se dirigió a la nación rusa durante este evento realizando un discurso en ruso en el que elogió la labor de las tropas rusas en Ucrania, "cuando es necesario, se protegen mutuamente de las balas con sus cuerpos como hermanos. Esa unidad no la hemos tenido en mucho tiempo". En este mismo discurso reafirmó su posición de que la invasión a Ucrania se realizaba para proteger a ciudadanos rusos de un genocidio, y para desnazificar el país.
En el concierto se pudo presenciar que varias personas llevaban en sus ropas la letra “Z”. Una letra que no pertenece al abecedario cirílico, y que ha sido utilizado por los rusos pro-Putin para mostrar su apoyo a la invasión de Ucrania. Este también se ha visto en varios tanques rusos durante la invasión a Ucrania.