Cartografía de una invasión fallida

No había salido el sol en Ucrania cuando el presidente ruso en Moscú ya había anunciado una “operación militar especial” en el Donbás oriental de Ucrania en un discurso airado y furioso con un ardiente mensaje basado en la protección de los residentes de la región de Donbás, territorio con mayor influencia prorrusa, de las acusaciones de genocidio con el fin de “desnazificar Ucrania”.
- Inicio del conflicto
- Cronología de la guerra
- Rusia, la Corte Penal Internacional y la OTAN
- Las cifras de la guerra y el éxodo ucraniano
- Consecuencias internacionales
- El discurso que cambió la historia
No obstante, dos años después, en primera línea, la Unión Europea ha ofrecido pocos movimientos y apoyo a Ucrania, y Estados Unidos está empezando a entrar en pánico a medida que Kiev redobla sus esfuerzos para mantener el flujo de ayuda. Desde que las repúblicas de Donetsk y Luhansk fueron reconocidas oficialmente, era sólo cuestión de tiempo que las tropas rusas entraran en Ucrania.

Inicio del conflicto
El inicio de una guerra, al más puro estilo Blitzkrieg alemán, se topó con la tenacidad del pueblo ucraniano quien, contra todo pronóstico, aguantó los ataques rusos durante todo este tiempo, demostrando las carencias del Ejército ruso.
Pese a que la invasión se inició en 2022, fue en 2014 con la incursión rusa en la península de Crimea cuando comenzaron a sonar las campanas de guerra. Ya en 2020, el Kremlin había emitido un decreto presidencial que aclaraba por primera vez la doctrina nuclear de Rusia y establecía una serie de supuestos sobre su voluntad de utilizar armas nucleares.
Dada la invasión rusa de Ucrania y la retórica de Putin, uno de los principales pilares del plan de Vladimir Putin era reconocer la independencia de las dos regiones separatistas y crear un “marco legal” que permitiera a los líderes del Donbás solicitar apoyo militar a Moscú, como se hizo en Georgia en 2008.
Cronología de la guerra
El primer año de la guerra se resume en el fracaso de la toma de Kiev, la ofensiva de Járkov, la toma de la central de Zaporilla, la liberación de Jersón, la caída de Bajmut, Mariupol y Odessa, la destrucción de la presa de Kajovka, la contraofensiva ucraniana, la esperanza tras recuperar Robotine, el estancamiento de la guerra y las batallas en el mar Negro.

La batalla de Bajmut
En 2023 Moscú quemó todos sus cartuchos en la batalla por Bajmut, la que hasta ahora ha sido la batalla más cruda de la guerra. Más de 100.000 bajas fueron las que se contabilizaban del bando ruso. Las cuantiosas pérdidas sufridas por las tropas rusas y de Wagner en Bajmut pueden explicarse por la táctica de “lanzamiento de infantería” utilizada por el mando ruso.

La operación, dirigida por el exjefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, fue apodada “Bajmut Meat Grinder” y consistió en lanzar aviones de combate en sucesión para identificar los puntos débiles en las defensas de Ucrania.
El desastre de Kajovka
El 6 de junio de 2023, la presa de Kajovka irrumpió en el río Dniéper, sumergiendo 120 kilómetros cuadrados de tierra en la primera hora. La destrucción de la infraestructura obligó a decenas de miles de personas a evacuar las inmediaciones.

Hay muchos factores que hacen sospechar la implicación rusa en el colapso de la presa, pero nada permite llegar a una conclusión firme sobre la responsabilidad rusa. Al inundar una de las zonas consideradas parte de los planes ofensivos de Kiev, Moscú podría intentar frustrar los planes de Ucrania.

El sabotaje del Nord Stream
El 26 de septiembre de 2022 se registró una explosión cerca de las islas danesas y frente a las costas de Suecia, cuando tres de las cuatro líneas de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 atravesaban el mar Báltico. Fue la culminación de la guerra en Ucrania, con Rusia invadiendo a su vecino occidental.

Según la empresa rusa Gazprom, se fugaron aproximadamente 800 millones de metros cúbicos de gas. La explosión se produjo un día antes de que Polonia y Noruega abrieran un nuevo gasoducto, el Baltic Pipeline. Rusia acusó a los países europeos de proteger a los responsables de la destrucción del Nord Stream, mientras que la comunidad internacional acusó a Rusia de un ataque de bandera falsa.
Rusia, la Corte Penal Internacional y la OTAN
Contra todo y contra todos, Vladimir Putin, para justificar sus acciones, se hizo la víctima y afirmó que Rusia no estaba en peligro. Su discurso político buscó mantener a Europa y a los miembros de la OTAN entre la espada y la pared para evitar en la medida de lo posible la interferencia rusa en Ucrania.
🇷🇺🇺🇦 #BREAKING The International Criminal Court has issued an arrest warrant for Russian President Vladimir Putin
— Aldrin Pasquel (@AldrinPasquel) March 17, 2023
🇷🇺🇺🇦 #ULTIMAHORA La Corte Penal Internacional ha emitido una orden de arresto contra el presidente ruso Vladimir #Putin #Russia #UkraineRussianWar pic.twitter.com/DpQj92nivm
Mientras que el Ejército ruso, bajo el mando del ministro de Defensa, Sergei Shoigú, seguía cometiendo violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra, el presidente Vladimir Putin no fue declarado culpable por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, con una sentencia firme de orden de captura internacional, hasta el 17 de marzo.
Mientras tanto, todos los países de Occidente, sin excepción alguna, condenaron los actos de Moscú de una forma clara y contundente, afirmando que se encontraban en guerra con Rusia, pese a que Ucrania no era, ni es hoy en día, miembro de la OTAN.

Suecia y Finlandia terminan su histórica neutralidad
Durante décadas, Suecia y Finlandia se han mantenido neutrales en la rivalidad oculta entre los dos bloques políticos representados por Washington y Moscú. Los embajadores de Suecia y Finlandia ante la OTAN presentaron sus solicitudes formales para unirse a la alianza en una ceremonia en Bruselas.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, lo calificó de “paso histórico”. “Si la expansión de la OTAN se convirtiera en realidad, traería cambios dramáticos a la situación geopolítica internacional, con consecuencias de largo alcance”, añadió.

Las cifras de la guerra y el éxodo ucraniano
Dos años después, en primera línea, la Unión Europea ha ofrecido pocos movimientos y apoyo a Ucrania, y Estados Unidos está empezando a entrar en pánico a medida que el país redobla sus esfuerzos para mantener el flujo de ayuda.
El primer resultado de la guerra fue un éxodo masivo de civiles hacia el oeste, hacia el Viejo Mundo. Los primeros meses de la guerra vieron la mayor afluencia de refugiados de la historia.
En total, 28,6 millones de personas cruzaron la frontera de Ucrania hacia Europa desde el 24 de febrero de 2022, y 20,7 millones se registraron en la otra dirección, según el Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
Dos años después de la invasión, ACNUR estima que hay más de 6,4 millones de refugiados ucranianos en todo el mundo, seis de ellos en países europeos.

Consecuencias internacionales
Un año después, la guerra en Ucrania cambió el mundo de una manera que nadie podría haber previsto. Más allá de las líneas del frente, los efectos dominantes de la invasión rusa transformaron vidas y desestabilizaron la economía. La inflación fue la principal consecuencia que produjo grandes dolores de cabeza a las principales economías de la UE.
Alimentación
Debido a la importancia de Rusia y Ucrania como exportadores de alimentos, incluido el trigo, la guerra llevó los precios de los cereales a niveles récord. Las Naciones Unidas han advertido que millones de personas corren el riesgo de morir de hambre, particularmente en África y Oriente Medio.

Moscú y Kiev acordaron liberar millones de toneladas de cereales atrapados en los puertos ucranianos del mar Negro debido al bloqueo naval de facto de Rusia. Moscú suspendió temporalmente su participación en el acuerdo, pero el acuerdo se ha mantenido prácticamente intacto.

Energía
La guerra provocó la peor crisis energética mundial desde la década de 1970. Los precios de la energía han aumentado en muchas partes del mundo a medida que los países recortaron o dejaron de comprar combustibles fósiles a Rusia. En Europa, los precios del gas casi se han duplicado en los primeros seis meses del año y los precios de la electricidad han aumentado casi un 70%.

En otro intento de alejar a Moscú de las ganancias de la guerra, los diplomáticos de la Unión Europea acordaron en diciembre limitar las ventas de petróleo ruso. Pero a medida que los suministros globales se agotaban, Rusia se mantuvo firme. Mientras la economía mundial apenas está saliendo de la pandemia, la crisis energética y la desaceleración del crecimiento han provocado un aumento de la inflación.
China
Durante la guerra, China hizo un buen trabajo apelando a la paz evitando al mismo tiempo las críticas a su importante socio, Rusia. La Administración Biden ha observado de cerca y advertido sobre las señales de que China podría cruzar esa línea y brindar apoyo militar directo a Rusia.

Sanciones de la UE
El principal objetivo de las sanciones fue mermar la economía rusa aumentando al Kremlin el coste militar de la guerra. Estas se basaron en tres pilares: sanciones individuales, sanciones masivas a entidades rusas y sanciones masivas a las exportaciones, importaciones y el sistema de transferencias SWIFT. Durante los dos años de invasión rusa se han aprobado 13 paquetes de medidas.

Las sanciones individuales se basaron en ejercer presión sobre los lideres políticos, aristocracia y líderes de opinión rusos. Para ello se requisó y bloqueó todos los bienes y cuentas bancarias de estos, incluidas la de Vladimir Putin y del ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov. Se sancionó a más de 1.900 personas.

Las sanciones económicas mantuvieron como principal objetivo los activos y reservas del Banco Central ruso y del Fondo Soberano. Donde más afectaron las sanciones de la UE fue en la compra de deuda rusa por parte de inversores y bancos extranjeros.
El verdadero golpe a la economía rusa fue la restricción de exportación de gas ruso a Europa. Pese a que pudieron continuar vendiendo gas a países como China o Bielorrusia, las sanciones redujeron en 50% los ingresos por venta de recursos naturales.
El discurso que cambió la historia
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, dijo que él era el principal objetivo de Rusia y lamentó la poca o ninguna ayuda de Occidente.

“Me quedaré en la capital. Me designaron el objetivo número uno. Sólo nosotros protegeremos a nuestro país. ¿Quién está dispuesto a luchar contra nosotros?, no se ve a nadie. ¿Quién está dispuesto a garantizar la adhesión de Ucrania a la OTAN?
Hay información de que un grupo de sabotaje enemigo entró en Kiev. Por lo tanto, pedimos a los residentes que respeten atentamente el horario del toque de queda. Me quedé aquí para ayudar al trabajo del Gobierno central. Quieren destruir políticamente a Ucrania destituyendo al jefe de Estado. Nadie nos obligará a renunciar a nuestra libertad, independencia o identidad. No permitiremos que el enemigo avance. Por favor ayuden a los ucranianos. Si no nos ayudas, habrá guerra en tu país”.
Dos años después, la guerra no tiene visos de finalizar, mientras las esperanzas ucranianas se desvanecen. Sin embargo, a menos que haya un colapso moral en ambos lados, los pueblos y ciudades devastados en los últimos dos años seguirán luchando en los años venideros. Ucrania seguirá teniendo los medios para sobrevivir, pero la victoria no parece un escenario posible.