El desminado es una inversión clave para la humanidad, aseguró Ban Ki-moon

Atalayar

Abordar los peligros letales que presentan las minas terrestres y otros explosivos en las zonas de conflicto plantea un desafío humanitario clave, advirtió el Secretario General de Naciones Unidas en un mensaje con motivo del Día Internacional de Información sobre el Peligro de las Minas y afirmó estar especialmente preocupado por el uso de esas armas en las zonas pobladas. El titular de la ONU aseguró que son los civiles, y no los combatientes, los que se ven más afectados por las minas, las bombas de racimo y los explosivos improvisados.

Con el lema “El desminado es una acción humanitaria”, esta edición 2016 sirve de recordatorio para que los Estados tomen medidas para eliminar las minas y los restos explosivos de guerra en lugares donde amenazan a las personas o impiden su desarrollo.

A pesar de la firma por parte de 162 países de la Convención sobre la prohibición de las minas antipersonales en 1999, el Servicio de la ONU para la Acción contra las Minas (UNMAS) advirtió que estos explosivos siguen representando una realidad diaria para la población civil. Bruno Donat, portavoz de este servicio de Naciones Unidos, sostiene que  “las minas terrestres siguen matando al menos a 10 personas al día en todo mundo y causando graves lesiones en muchísimas más. El 40 por ciento de estas muertes son niños”. La Convención sobre la prohibición de las minas prohíbe la posesión y el empleo de minas terrestres antipersona y, en abril de 2007, 133 Estados ya habían firmado dicha Convención. En total, 153 Estados se han comprometido oficialmente a respetar este acuerdo.

Con el desminado de terrenos contaminados y con la puesta en marcha de campañas de información sobre los riesgos que ocasionan estos artificios, las Naciones Unidas están llevando a cabo tareas para ayudar a las comunidades en áreas de alto riesgo a salir adelante.

Lugares como Sudán del Sur, con 14 millones de metros cuadrados de tierra que han sido desminadas en el último año, o Siria, país en el que se han destruido desde agosto del años pasado 14 toneladas de explosivos no detonados se muestran prioritarios. El secretario general de las Naciones Unidas, Bank Ki-moon, aseguró que de cara a la primera Cumbre Humanitaria Mundial que la ONU que se celebrará en Estambul en mayo, presentará un informe especial previo para poner de relieve “las consecuencias inaceptables de las minas y los restos explosivos de guerra para los civiles”.

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