Entra en funcionamiento la planta desaladora de Safi
El objetivo de un Memorando de Entendimiento (MoU) firmado el 5 de julio por el Gobierno de Marruecos y el grupo OCP es proporcionar agua potable a las ciudades de Safi, El Jadida y las regiones circundantes mediante la desalinización del agua del mar. El audaz objetivo del plan es producir aproximadamente 10 millones de metros cúbicos de agua potable para 2023.
Han comenzado las operaciones en la planta desaladora de agua de mar de Safi, según anunció el Ministerio de Logística y Agua. Según el ministerio, “este proyecto innovador, realizado gracias al compromiso y la cooperación inquebrantables de todas las partes implicadas, pretende garantizar un suministro sostenible de agua potable frente a los crecientes cambios climáticos, que están reduciendo significativamente los recursos hídricos convencionales”, dijo en la declaración.
Según el acuerdo, OCP Green Water tendrá la capacidad de desalinizar agua de mar para proporcionar agua potable a precios competitivos mediante la utilización de “tecnologías de última generación”, la “adopción de fuentes de energía renovables” y la “investigación y esfuerzos de desarrollo”. Un suministro anual de 35 millones de metros cúbicos de agua para uso industrial para el Grupo OCP es lo que busca garantizar el acuerdo.
Marruecos ha aumentado recientemente la inversión en proyectos de desalinización mientras el país lucha por mantener su seguridad hídrica. La nación ha prometido 383.000 millones de dirhams (37.600 millones de dólares) durante un período de 30 años para mejorar la infraestructura hídrica del país para usos domésticos y agrícolas como parte de un plan integral 2020-2050.
De manera similar, los proyectos de desalinización incluyen la instalación de una planta desalinizadora en la costa atlántica, la construcción de una instalación de tratamiento de aguas residuales en la costa mediterránea y la actualización de los métodos de desalinización en el norte de Marruecos. Al realizar estas inversiones y emprender estas iniciativas, se mejorará la calidad del agua de la nación y sus ciudadanos tendrán un suministro confiable.
El plan también incluye medidas para proteger el suministro de agua de la amenaza inminente del cambio climático. El Gobierno parece estar compensando gradualmente los años de retraso en el crucial proyecto hídrico.
Para garantizar inicialmente el abastecimiento de Rabat, Casablanca y sus regiones, las primeras obras estarán entregadas y operativas en breve, ya que las conexiones hidráulicas de las cuencas, también conocidas como “autopistas del agua”, se han realizado a un ritmo sin precedentes. En las próximas semanas y meses veremos más trabajos de naturaleza similar. También se están instalando plantas desaladoras en todo el mundo para salvaguardar otras ciudades y sus zonas, como Agadir, Marrakech, El Jadida, Khouribga, Safi, etc.
A medio plazo debería resolverse el problema del agua, incluida la amenaza, lógicamente y a la luz de todo ello y de las numerosas presas que se están construyendo actualmente. Sin embargo, dada la fuerte tendencia climática, esto no debería impedir el desarrollo de una nueva cultura que altere la forma en que los marroquíes ven este recurso esencial.
Si no hay un cambio de paradigma por parte del consumidor, en lo que respecta a las inversiones públicas en infraestructuras y presupuestos, realmente no servirán de nada. La dedicación de los usuarios, ya sean hogares, empresas, agricultores u otros, determinará en última instancia durante cuánto tiempo podrá mantenerse la seguridad hídrica.
Las leyes marroquíes de preservación de la naturaleza y del medio ambiente protegen el mayor activo de Marruecos. El agua desalinizada sólo puede utilizarse para fines domésticos; ni los emprendimientos industriales ni agrícolas podrán utilizarlo. Además, Marruecos tiene una ley que prohíbe extraer agua de acuíferos profundos.
Marruecos seguirá siendo pionero en la gestión eficiente del agua en el futuro. Sin embargo, la nación enfrenta una serie de dificultades, como el cambio climático, el agotamiento del suministro de agua y la sostenibilidad de la agricultura. Aunque Marruecos ha demostrado su capacidad para abordar estas cuestiones a través de la innovación, el trabajo en equipo y la implicación ciudadana. Como resultado, Marruecos sirve de ejemplo para otras naciones de la región del norte de África.
