Los bombardeos entre el Gobierno de Bachar al Asad y las milicias yihadistas impiden el regreso de los refugiados a Siria

Henar Hernández
Pie de foto: Los bombardeos del régimen y de su aliado ruso en el noroeste de Siria han provocado el desplazamiento forzoso de centenares de miles de personas. AFP/AAREF WATAD
Un informe del Banco Mundial titulado “The Mobility of Displaced Syrians: An Economic and Social Analysis” (“La movilidad de los sirios desplazados: un análisis económico y social”) ha estudiado los factores que influenciaron las decisiones de regresar voluntariamente a Siria de 103.090 nacionales entre 2015 y 2018 que se vieron forzados a huir a los países vecinos, Irak, Jordania y Líbano tras el estallido de la guerra en el año 2011.
En esta línea, el Banco Mundial ha revelado que tanto las condiciones de seguridad, el acceso a los servicios básicos en Siria – salud y educación – como el estado de las infraestructuras se configuran como las principales razones que estudian los sirios para regresar a su país de origen. Así, el 10% de la población analizada en el estudio ha considerado regresar a Siria si la tasa de seguridad se incrementa el doble y el avance en la restauración de los servicios básicos se triplica en los próximos cinco años.
De hecho, uno de los hallazgos del informe hace referencia a que la escolarización de los refugiados sirios en los países que les han acogido es menor que en la propia Siria, lo que provoca que una generación entera de menores esté atrapada en una desventaja permanente. Además, el estudio explica que, aunque en un campamento de refugiados la percepción de seguridad se incremente, la calidad de vida disminuye, pues puede producirse un empobrecimiento a largo plazo.
Sin embargo, el Banco Mundial señala que la tasa de retorno que se ha producido desde 2015 a Siria no es significativa, ya que la proyección de inseguridad en el país dirigido por Bachar al Asad sigue siendo elevada, lo que le configura como un factor disuasivo para el retorno.
Del total de 5,6 millones de refugiados sirios que se han establecido en los campamentos de Egipto, Jordania, Líbano, Turquía y el norte de África, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR, por sus siglas en inglés), el informe indica que solo 103.090 han decidido regresar a casa voluntariamente hasta 2018. En este sentido, el Banco Mundial subraya que, si se diesen las condiciones oportunas para la mejora de la seguridad, por medio del cese de las detenciones arbitrarias, el reclutamiento forzoso y otra serie de acciones que constituyen vulneraciones de los derechos humanos y del derecho a la propiedad, se podría incrementar la restauración de los servicios básicos, lo que catalizaría el retorno de los refugiados sirios.
Pie de foto: Factores más importantes para explicar el retorno.
Siguen los ataques contra la población civil
Este lunes, un nuevo bombardeo llevado a cabo por el Ejército sirio de Bachar al Asad ha causado la muerte de 17 civiles, entre ellos, cinco menores, en el sur de la provincia de Idlib, ubicada al noroeste de Siria, según ha apuntado la agencia EFE. No obstante, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha rebajado el balance a diez civiles muertos, entre ellos, seis niños, niñas y mujeres.
Esta organización alerta de que desde el pasado 30 de abril de 2019 se ha producido la mayor escalada de violencia contra Idlib en términos de bombardeos aéreos e incursiones terrestres, provocando la muerte de 820 personas, entre ellas, 242 civiles, 309 militantes yihadistas y 269 soldados del Ejército sirio hasta el 26 de mayo de 2019. Del mismo modo, la ONU ha indicado que más de 200.000 ciudadanos en este periodo se han visto obligados a abandonar sus hogares para huir del recrudecimiento del conflicto.
Idlib está catalogado como el último bastión controlado por la oposición en el territorio sirio. En la provincia, se enfrentan las Fuerzas Armadas sirias y la coalición yihadista Tahrir al-Sham (Organización para la Liberación del Levante), liderada por el Frente Al Nusra, ex filial siria del grupo Al Qaeda hasta 2016.
El gobernador de la zona, perteneciente a los rebeldes que combaten al presidente sirio ha advertido de que el avance del Ejército de Bachar al Assad en la provincia de Hama, la puerta de entrada en Idlib podría suponer que las tropas sirias llegasen a la frontera con Turquía, lo que ha sido considerado por el Gobierno de Erdogan como una amenaza contra sus intereses. Por ello, el gobernador ha solicitado apoyo militar a Ankara.
Cabe recordar que el pasado 8 de abril, Erdogan y su homólogo ruso, Vladimir Putin, mantuvieron un consejo de alto nivel para tratar la cuestión siria, tras el acuerdo alcanzado el pasado septiembre entre los dos mandatarios en el que se establecía el territorio de Idlib como zona desmilitarizada.