Marruecos apuesta por la economía circular con su nuevo plan de gestión de los residuos

El aumento continuo de los residuos domésticos, que genera una gran presión ambiental, pone a Marruecos ante el reto de llegar a una gestión sostenible de los mismos. Ello implica la modernización de un sector, dominado hasta ahora por prácticas poco reguladas, hacia enfoques más estructurados como la clasificación, la rehabilitación de los vertederos anárquicos y el desarrollo de alternativas industriales.
Para ello, Marruecos ha puesto en marcha un plan de valorización de los residuos con el que aspira a llevar a cabo la transición hacia una economía circular, por medio de una buena gobernanza, inversiones específicas y la implicación de los actores territoriales.
Nueva estrategia de residuos
El nuevo Plan Nacional de Valorización de los Residuos Domésticos (2024-2025), presentado el pasado 4 de agosto por la ministra de la Transición Energética y Desarrollo Sostenible, Leila Benali, está dotado con un presupuesto de 1.880 millones de dirhams (180 millones de euros) y tiene como objetivo reforzar las infraestructuras existentes y desarrollar nuevas capacidades.
La finalidad es alcanzar una tasa de recogida y limpieza profesional del 100 % de los residuos domésticos y asegurar la asistencia técnica para reforzar las capacidades de las colectividades territoriales.
En este sentido, el plan pretende construir 50 centros provinciales de vertido y valorización, realizar proyectos de rehabilitación y cerrar definitivamente 233 antiguos vertederos, sin perder de vista las herramientas necesarias para modernizar los servicios de saneamiento.
Este plan es una continuidad y actualización de la Estrategia Nacional de Reducción y Valorización de los Residuos, adoptada en 2019 para el horizonte de 2030. En ella se trazaba una hoja de ruta para facilitar el avance de Marruecos hacia una economía circular sostenible. Entre sus objetivos primordiales destacan los siguientes:
- Alcanzar una tasa de reciclaje del 20 % para los residuos domésticos y asimilados.
- Llegar al 25 % para los residuos industriales.
- Valorizar el 10 % de los residuos y convertirlos en energía.
- Eliminar el 60 % de los residuos de construcción y demolición en condiciones controladas.
El programa nacional dedicado a la valorización de los residuos domésticos durante el periodo 2024-2025 estará bajo la supervisión del Ministerio del Interior, en colaboración con los diferentes socios institucionales.
Según la ministra de Transición Energética y Desarrollo Sostenible, este plan de acción tiene por objetivo mejorar los resultados locales e intermedios de gestión de residuos domésticos y asimilados, mediante la creación de centros de vertido y valorización, y la rehabilitación progresiva de los vertederos anárquicos.
Como primer paso para delimitar esta nueva estrategia y estructurar una gobernanza territorial eficiente, en diciembre de 2024 se adoptó un marco formal de gestión entre el Ministerio de Transición Energética, el Ministerio de Interior y las 12 regiones que componen Marruecos.
Este acuerdo prevé la creación de centros técnicos de tratamiento y valorización, y el cierre regulado de los vertederos incontrolados, además de introducir la posibilidad de que los municipios establezcan un sistema de recogida selectiva, con el apoyo financiero del Ministerio.
A pesar de que esta estructura institucional marca un avance formal, los desafíos vinculados a la aplicación efectiva de la estrategia, especialmente en los territorios de escasos recursos o con gobernanza débil e inefectiva no dejan de ser preocupantes para Marruecos.

Dificultad de la aplicación
El programa nacional de valorización de los residuos domésticos representa una iniciativa estructurante, en armonía con los compromisos medioambientales del Reino. Sin embargo, factores como la falta de medios en las comunidades, la gobernanza compartida difusa, la dependencia industrial de lógicas privadas y la debilidad de los mecanismos de seguimiento y evaluación son susceptibles de frenar su aplicación.
Más allá de las ambiciones reales anunciadas, se espera que el programa demuestre su eficacia sobre el terreno, para lo cual será necesaria una verdadera transformación de las prácticas locales y una responsabilización colectiva.
En paralelo, la valorización energética de los residuos constituye otro reto del programa. En este sentido, se firmó un acuerdo tripartito entre el Ministerio de Industria y Comercio, el de Interior y la Asociación Profesional de las Empresas de Cemento, a fin de reducir en un 45 % el volumen de los residuos enterrados para 2030 y producir 660.000 toneladas de combustibles alternativos destinados a las fábricas de cemento.
No obstante, esta estrategia, que se inscribe en una lógica de economía circular y reducción de los residuos, suscita reservas sobre el impacto ecológico real que genera en materia de emisiones industriales y gestión de los residuos tóxicos.
Por ello, el Plan Nacional de Valorización de los Residuos Domésticos contempla la organización y el desarrollo de diversas vías de valorización, tanto para los residuos peligrosos como para los no peligrosos.
Por una parte, el sector de las baterías usadas, los aceites lubricantes usados y los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) se han ido organizando progresivamente, con la firma de un primer convenio en 2019 para la recogida y el tratamiento de los residuos informáticos y de telecomunicaciones entre las administraciones públicas y los hogares.
Por otra parte, en lo que se refiere a los residuos plásticos, papel y neumáticos, se aspira aumentar las tasas de recogida y reciclaje, apoyando proyectos de clasificación, reciclaje y valorización de plásticos a nivel local.
En tercer lugar, el sector de la valorización energética de los residuos domésticos no reciclables ha empezado ya con la valorización del biogás procedente de vertederos controlados, con instalaciones ya operativas en Fez, Uchda y Marrakech.

Economía circular generadora de empleo
Al margen de los beneficios ambientales, el plan nacional aspira a hacer del sector de la valorización de los residuos una verdadera palanca de desarrollo económico y social del país norteafricano.
Abogando por una economía circular que estimula la aparición de cadenas industriales de reciclaje y valorización de los diferentes tipos de residuos, el programa tiene como objetivo la creación de empleos verdes sostenibles.
En esta línea, el Gobierno marroquí presta una especial atención a la integración del sector no estructurado, muy presente en las actividades de clasificación y reciclaje. Por ello, está preparando un plan social para acompañar la profesionalización de estos trabajadores y su inserción en las nuevas cadenas organizadas.
En el marco de los compromisos internacionales de Marruecos en materia de desarrollo sostenible y lucha contra el cambio climático, el país busca insertarse en una economía circular creadora de riquezas, generadora de empleos estables y respetuosa con el medio ambiente, y que transforma los residuos en recursos de alto valor añadido.
Pese a los avances notables que había logrado Marruecos a través de su plan de valorización de los residuos, aún quedan muchos desafíos y obstáculos por superar para alcanzar los objetivos fijados en la Estrategia Nacional de Reducción y Valorización de los Residuos:
- La financiación sostenible de los sectores.
- El establecimiento de un marco reglamentario adaptado.
- El fortalecimiento de las capacidades técnicas.
- La sensibilización de los ciudadanos.