La extorsión infinita

La amnistía y la corrupción van a vertebrar la XV Legislatura. Este es el proyecto estrella que culminará con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Objetivo: ganar tiempo.
1.200 días para desmantelar la Transición y la convivencia. 1.000 noches oscuras para la extorsión permanente de los enemigos de España. Con una singularidad añadida: el mayor aliado en demoler las estructuras del Estado es el legítimo Gobierno de la Nación. Estrenamos el año más crítico de nuestras vidas. Aquí, duele decirlo, quien manda es un golpista prófugo de la Justicia desde Waterloo (Bélgica).
Muro progresista
El Gobierno seguirá de alquiler gratis total en La Moncloa. Sumar dedicará sus mejores intenciones a cargarse a Podemos, a la Patronal y a los autónomos. Junts aprovechará para humillar más si cabe cada amanecer a Pedro Sánchez, a su equipo plurinacional, a la oposición liberal, a la Corona, al Poder Judicial, a la Constitución y a España.
El expolio de ERC, reconvertido en perrito faldero del sanchismo, reverdecerá exponencialmente para ganar la batalla intestina de Cataluña, Bildu reconquistará Navarra entera desde Pamplona; el PNV que ve amenazada su hegemonía exigirá lo imposible, incluyendo las políticas migratorias; y al BNG, que aspira a ser una colonia del PSOE en el noroeste, hará méritos para volver a sus orígenes revolucionarios de Galiza Ceibe-OLN.
¿Y qué hará el PSOE? Seguir ciegamente a su único dios verdadero parapetándose en que los acuerdos no son de Gobierno, sino del Grupo Parlamentario. Como si el comandante en jefe no fuera el mismo.
Esta sanchísima trinidad (Moncloa, Ferraz, Congreso) les permitirá seguir mintiendo descaradamente en todas dimensiones con el triministro Bolaños a la cabeza. Así, es más fácil echar la culpa al PP primero, luego al PP-VOX y por último a populares, voxistas y podemitas… identificados como la extrema derecha o la derecha extrema frente al “muro progresista” que está a “favor de la gente”.
Este muro progresista, construido ladrillo a ladrillo con toda clase de falsedades, silencios, ficciones, farsas y fraudes tiene un denominador común con el Muro de Berlín (1961-1989); ambos se hicieron no para que no pudieran acceder los ciudadanos, sino para evitar que los camaradas que estaban dentro no pudieran salir. (Ver Exposición en Madrid, Fundación Canal, hasta marzo de 2024).
Es en ese espacio, corrupto y revolucionario a imagen y semejanza de la RDA, en el que conviven comunistas, nazis, separatistas, golpistas, racistas, xenófobos atrincherados y adoradores del Grupo de Puebla junto a un Ejecutivo bolivariano plurinacional con el único interés de desarmar el Estado cuanto antes y volver a las checas de 1931 del siglo pasado. La Memoria Democrática es el camino más corto. Esa es la mayoría social que reclama el presidente para legitimar su mandato.
Esa es su gente. Ese es su muro berlinés de alambre y cemento armado para excluir a la mitad de los españoles. Y no habrá marcha atrás a pesar del desesperado llamamiento del presidente castellanomanchego Emiliano García-Page, para salir del “laberinto”.
Decretazos
El pleno del Congreso celebrado el martes pasado en el Senado por reforma del Palacio de los Leones marcó el perímetro por el que va a discurrir la política nacional en los próximos 30 meses: gobernar a golpe de decretazos como hasta ahora. Un Decreto-Ley es un instrumento de emergencia para situaciones excepcionales. El sanchismo lo ha convertido en un arma de destrucción masiva cotidiana para neutralizar a la oposición. Mezcla churras con merinas y no admite discusión. O todo o nada. La votación es una encerrona. El Gobierno siempre gana.
Y van 142 Decretos Leyes en cinco años y medio. Un 30% más que Felipe González en 14 años de mandato. Con este método se desautoriza el debate en las Cortes. Autoritarismo por decirlo en términos moderados. Despotismo desilustrado por ceñirnos al sentido común.
Trece horas de infarto. Las vivimos como testigos directos con un centenar de colegas vigilando el pasillo de acceso al salón de sesiones. Una locura de idas y venidas sin una sola verdad para contar al contribuyente. Simulación sin complejos. Una sesión parlamentaria en la que el Ejecutivo y sus socios nos han engañado por encima de nuestras posibilidades. Todos mintieron y mienten.
Primero llegaron las amenazas del conde-duque de Bolaños contra PP y Vox por no votar sus “dictaks”. O conmigo o contra mí. Les acusó de dejar a 11 millones de pensionistas sin subida, a 750.000 familias y a 1 millón de empresas pequeñas sin ayudas; a los trabajadores sin abono transportes y a los estudiantes sin becas. Es decir, son unos desalmados. Ni un reproche a Junts que adelantó que iban a votar en contra. Ni a Podemos.
Yolanda en la defensa de sus medidas laborales resultó patética, leyendo unos papeles donde el mensaje era tan simple como ella: “Entiéndanme si les digo, créanme, déjenme que les explique…” Y finalmente (hasta 4 finales) acusando a populares y voxistas, y obviando a su rival natural que se ha vengado legítimamente por el maltrato al que ha sometido a los cinco discípulos de Pablo Iglesias Turrión. Peor intervención que cuando explicó los “ERTEs” junto a Escrivá. No ha aprendido nada. Es una bluff.
Los árboles y el bosque
Los árboles de los decretazos no nos han dejado ver el bosque de lo esencial: el rechazo de las enmiendas a la totalidad de la futura ley de amnistía. Esta norma anticonstitucional ya camina con toda urgencia hacia los debates en ponencia y comisión. Eso es lo importante.
En contra de la amnistía anoté en mi agenda el final de la intervención de Cuca Gamarra. La secretaria general del PP terminó con una idea fuerza llena de sensatez: “Estamos en contra porque esta ley es anticonstitucional. Apostamos por una España de ciudadanos libres e iguales”.
En contra de las tesis populares, Gabriel Rufián subió a la tribuna, miró de soslayo a su derecha, respiró hondo, bebió agua y lanzó tres preguntas esperpénticas como si estuviera en una barra de bar nocturno: ¿No les da vergüenza tener a la gente cogiendo plásticos en Galicia? ¿Qué ha pasado en un año desde que presentamos nuestra propuesta de ley de amnistía? Y tres: ¿Cuándo aceptarán su derrota? Surrealismo.
El portavoz de ERC ya no es lo que era. Se ha convertido en un bufón más del sanchismo. Como Errejón, que busca desesperadamente despacho y coche oficial.
La reina del Congreso es Mirian Nogueras, portavoz directa de Puigdemont. La puesta en escena hollywoodiana de sus discursos está en consonancia con sus mensajes. “Si quieren nuestros 7 votos” -enfatizó- “tienen que acceder a nuestra singularidad; necesitamos las políticas de emigración, la supresión del art.43.bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para blindar la amnistía, reforma de la ley para obligar a las empresas que vuelvan a Cataluña y el pago total de las subvenciones al transporte”.
Solo dos destinatarios: Pedro Sánchez para que pague las facturas en “cash” y los votantes de Junts en Cataluña para que sepan quién manda aquí. “No nos interesa” -aseguró como una supremacista- “el Gobierno, ni el Estado ni el Reino; nos interesa que gane Cataluña. Visca Catalunya Lliure”. Luego fuese, y se armó la tremolina.
En su Parlamento engañó a propios y a extraños creyendo que votarían en contra de los tres decretos-ley. Y el PSOE (la viceministra Montero y el superministro Bolaños salieron escopetados del hemiciclo -mochillas a la espalda- con cara de haber visto extraterrestres.
Y allí comenzaron las especulaciones y el anuncio de que, de inmediato, se esperaría al presidente. Eran las 15:33 de la tarde. El primer rumor que recorrió la Cámara del Hemiciclo al bar pasando por el gran pasillo del Senado impactó en los cien periodistas acreditados: “El Bobierno ha perdido las tres votaciones”. Los más veteranos nos quedamos agarrados a la duda. “Este no puede ser el principio del fin del sanchismo”. Sánchez es el más astuto. Todavía.
Una intoxicación de Junts sembró el pánico durante horas. Ya entrada la noche y con lluvia sobre el corazón de Madrid, se despejó la incógnita: Yolanda había perdido su partida frente a Podemos. Junts se emboscó en el filibusterismo. No se abstuvo, sencillamente sus siete diputados no votaron. Otra forma de reírse de todos los españoles. Ellos solo responden ante Puigdemont. Lo harán más veces.
Un comunicado de Junts y el silencio humillante del PSOE confirmaron que la extorsión se había pagado al contado.
Resulta lógico pensar que tras el hilo directo Puigdemont-Sánchez, el presidente firmó el cheque contra los intereses de España. Las cesiones se entregaron sin disparar un solo tiro. Un chantaje convergente y una rendición inmediata. De hecho, diputados socialistas confirmaron a la salida que ellos no sabían cuál era la intención de voto de los herederos pujolistas ni las concesiones.
Un gran triunfo para el fugado de Waterloo que consiguió en poco más de tres horas mantener la máxima tensión en La Moncloa. Por causas técnicas tuvieron que repetirse las votaciones en el calor de la noche. Y ahí el PSOE recuperó su sonrisa. Dos victorias para Sánchez, una derrota para Yolanda y un triunfo sin precedentes para Junts que enfila la recta final de la amnistía. Ya divisan la estación término: el referéndum de independencia.
Ahora, se acelerará el proceso de ruptura de España porque las elecciones gallegas, vascas, europeas y posiblemente catalanas, se transformarán en las mejores excusas para esquilmar el Estado y dejarlo desarmado. Todos exprimirán al presidente como a un limón. Es el Gobierno más débil y peligroso de la democracia española.
Pedro Sánchez nos prometió un Ejecutivo solvente y una legislatura progresista; no tiene ni una cosa ni la otra, pero es el dueño del tiempo. Los del “muro” no pueden salir porque se les acaba el negocio. A todos. Moncloa puede amenazar con adelantar elecciones en cualquier momento si los Frankenstein’s Boys no aprueban los Presupuestos Generales para este año. Y los PGE/24 son el salvoconducto para agotar la legislatura hasta que el cuerpo aguante.
Con un par de prórrogas, se pone a un tiro de piedra de su sueño eterno e inconfesable: seguir siendo presidente en 2031, celebrar el I aniversario de la II República y, para entonces haber desmontado la Transición del 78 y la Monarquía. No será por falta de ganas. Sánchez ha nacido en una época equivocada. Y nosotros pagaremos su adaptación al medio.
¿Hay quién dé más?
Nadie ha entregado tanto a los enemigos de España en menos tiempo que el señor presidente plurinacional. No nos olvidamos de los indultos, ni de las promesas de traer ante la justicia al golpista Puigdemont, ni de rebajar las penas a políticos por corrupción de años anteriores.
Aún no sabemos qué contrapartidas recibirá el Estado por la entrega sin condiciones y sin recibo a BNG, PNV, Bildu, ERC y Junts. En dos meses escasos (57 días) desde la investidura, el presidente ha hecho las siguientes dádivas a sabiendas de que los golpistas volverán a perpetrar otro golpe de Estado. ¡Viva la lealtad constitucional!
Los recuerdo aquí para que no me olvide: grupo parlamentario propio en el Congreso y en el Senado a ERC y Junts. Dinero para asesores. Traductores. Ofensiva Diplomática en Bruselas para que el catalán, el vasco y el gallego sean idiomas oficiales en la Unión Europea y en el Parlamento. Todo pagado por el Estado español. (Bélgica, preside este semestre y no lo ha recogido en su mandato).
Otros privilegios: apoyo económico al Cuerpo Diplomático de la Generalitat. ¿Para cuándo un pasaporte a lo Kosovo?
Llamada del presidente a Puigdemont y futura visita para blanquearlo en primavera. El secretario general del PSOE fotografiado tras la foto de la urna del referéndum ilegal en el despacho del fugitivo. Inclusión de los CDR y Tsunamic Democrátic, con Boye y Laura Borrás, condenada por corrupción, en la futura ley de amnistía.
Item más: condonación de 15.000 millones de la deuda contraída con el Estado a través del FLA (Fondo de Liquidación Autonómico) que asciende a 74.000 millones de euros y no piensa pagar. Rodalíes (Cercanías, amputando ADIF y RENFE), con unos 3.500 millones de costo extra anual. 1.600 millones más para crear 1.800 nuevos puestos de los Mossos. Financiación al margen del resto de CCAA. Pago del transporte público subvencionado en su totalidad. Y solo para Cataluña. Si se extendiera a otras regiones, Barcelona exigirá más contrapartidas. Vigilancia en puertos, aeropuertos y costas. Expansión territorial hasta llegar a Almansa.
Peligra la presencia de 3.500 policías en Cataluña. No olvidemos el verificador salvadoreño en las conversaciones PSOE-Junts en Suiza como si fuéramos una democracia bananera. Ni las comisiones sobre el Pegasus y la laware contra el Poder Judicial. Esto es caza mayor. Y, a tener en cuenta a última hora, la sensibilidad de eliminar el IVA del aceite virgen extra.
Las transferencias (íntegras y delegadas) en emigración permitirán a los partidos xenófobos y racistas catalanes expulsar al resto del territorio español a los indocumentados, indeseables y delincuentes y controlar los flujos migratorios. Las mafias, encantadas. Gracias a Coalición Canaria por votar los decretazos de Sánchez.
El perímetro de la vicepresidenta MJ Montero es infinito como Cantabria. Y sin límites en la Hacienda Pública. La Moncloa siempre paga la fiesta a los malhechores.
Lo peor está por llegar
El PSOE ha obtenido una victoria pírrica. Ha sacado adelante la Ley Ómnibus y el escudo social. Las pensiones están a salvo que eran lo importante. Yolanda se tragó su propia medicina y pagó caro su maltrato (no solo desprecio, sino maltrato) a sus excamaradas de Podemos. La venganza sienta mejor con la nieve. Para venirse arriba, amenazó primero y castigó al día siguiente a la CEOE subiendo el SMI un 5% (de 1.080 a 1.134 euros). Ni un 3% como proponía la patronal ni un 4 como sugería su Gobierno. El 5 para contentar a los sindicatos adictos a la secesión. Pobres pymes y sufridos autónomos. Luego se extrañan que suba la economía sumergida. Pero se les llena la boca al hablar de diálogo, diálogo y dialogo cuando lo único que practican es el entreguismo y la rendición incondicional con los enemigos de la libertad. Vamos directos a la ruina económica y moral. Todos derechos; ni un solo deber.
Habíamos empezado el año con la Pascua Militar, destacando el discurso ponderado del rey Felipe VI en presencia de la heredera Leonor y de los altos mandos militares, en el reconocimiento a los caídos y en nuestras misiones en el exterior.
De pronto, el conflicto de Oriente Medio se extendió al mar Rojo y España no está ni con la OTAN ni con la UE ni con Estados Unidos. Desconcertante comportamiento con nuestros aliados. La ministra de Defensa, Margarita Robles, declaraba hace unas horas que “no no nos unimos por responsabilidad y por preservar la paz”. Diga la verdad, señora. No vamos porque ese mandato requiere recurrir al Parlamento y sus socios comunistas, golpistas y bolivarianos le dejarán en ridículo, aunque sabe que el PP y VOX votarán que sí. Por patriotismo y solidaridad. Pero Pedro únicamente se deja humillar por don Carles.
En el caso de nuestro vecino del sur, seguimos en tierra de nadie. Un diputado popular ha preguntado al Gobierno sobre el Sáhara y la apertura de la frontera en Melilla. La respuesta del Gobierno que me deja leer tiene nueve palabras: “El asunto de Marruecos es muy sensible para España”. Pura transparencia.
Señalar que tras el desplante del presidente a los debates de los “decretazos” y a la ley de amnistía, se nos mostró en carne mortal. Eran las 18:38. Tras descansar en el Salón de Gobierno durante casi una hora, pasó al hemiciclo.
Miguel Tellado, portavoz del primer partido de la oposición, pidió a la presidenta Francine Armengol que el amado líder se dignara informar de los “acuerdos recientes y clandestinos” con Puigdemont. Denegó la petición. Y Sánchez se descojonó de risa junto a su vice M. J. Montero. El presidente se mostró vencedor ante la prensa de su pírrica victoria. “Es la voluntad de la mayoría social que nos ha votado”. El ministro de Justicia repitió “ostentoreamente”: “¡Hemos ganado, hemos ganado!”
El presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, cual Segismundo, dijo que, visto el espectáculo, de haberlo sabido, no se habría dedicado a la política. Lamentó que sus propuestas razonables (rebaja del IVA en las conservas, carnes y pescado, luz y gas y deflatar el IRPF a las rentas menores de 40.000 euros anuales) fueran ninguneadas por los del Muro.
Tras este primer pleno, Junts ha vuelto eufórico y desafiante a su terruño. Nada ni nadie les detendrá. Los dos partidos mayoritarios PP y PSOE se han ido de ejercicios espirituales a Toledo para reflexionar sobre el futuro. Y la Izquierda Española sigue ausente.
Seguro que no reflexionarán sobre una docena de problemas de extrema necesidad: el PHN, la pertinaz sequía, el hachazo a la energía nuclear, la educación, la sanidad, la pobreza infantil, la inmigración, el campo y la ganadería, la pesca, las enfermedades raras -mismamente la ELA-, la salud mental, el suicidio y las drogas de todo tipo. ¿Para cuándo la lucha total contra las mafias y el tráfico de personas? ¿Van a leer sus señorías en Internet la Enmienda XIV de la Constitución de los EE. UU. de América? Nunca hubo allí un golpe contra la unidad de la Patria. Y Trump puede ser el primer presidente a sentarse en el banquillo por ese punto 2 de dicha enmienda.
Al cierre de esta Bahía, Otegui reclama ya las llaves de las cárceles vascas para la salida de los etarras a sus casas. El PNV proveerá la cuantía de las pensiones de los gudaris. Los contribuyentes a pagar.
La amnistía-políticos que borran a otros políticos los delitos de alta traición, malversación de fondos públicos y control por el Gobierno del Parlamento y del Poder Judicial-; la amnistía –decía- legalizará de un golpe la corrupción. La corrupción y la desigualdad. Por tanto, no seremos ciudadanos libres e iguales. Sino extranjeros en nuestro propio país y ciudadanos de segunda y de tercera.
Cuando los delincuentes hacen las leyes, la extorsión es el mecanismo adecuado para alcanzar en plenitud la plurinacionalidad y la democracia popular. ¡Sí a la soberanía nacional emanada del pueblo!
Si los dioses no nos protegen antes de los idus de marzo, la extorsión será infinita. El 28 de enero, todos los constitucionalistas a las calles, a las calles de Madrid. Lo peor que podemos hacer es no hacer nada. Seguiremos en la Resistencia. ¡Viva la Constitución del 78!