Simple aunque no sencillo

Carlos Angulo López-Dóriga
Terminadas las elecciones y con los resultados aún muy frescos, escribo esto el día 21 de Diciembre de 2015, porque lo que leo y lo que oigo es principalmente; lo difícil que va a resultar formar gobierno. Bien, me digo, pero ese no es mi problema, es de quienes se dedican a la política y han sido elegidos diputados, que para eso les hemos elegido y les pagamos. Si no es así háganme sitio y yo lo intentaré.
Esto lo han dicho periodistas, políticos de segundo nivel y en tertulias o conversaciones informales. Los líderes lo estarán diciendo, seguramente, de puertas para dentro. O simplemente con los gestos que ayer se vieron al final del escrutinio. Nadie quedo contento y casi todos ganaron mucho. Eso es una buena lección.
Yo por mi parte no quiero más líos, este año ha sido electoralmente muy exigente y en todas he cumplido como ciudadano responsable. Así que no me hablen de repetir elecciones, segunda vuelta o como le quieran llamar. Aparte de que no es bueno para el país. Así que; RE-SUEL-VAN- LO.
Esto hemos votado los españoles y es lo que queremos. De modo que entre los partidos con diputados en el parlamento, y con sus diferentes grados de representación, deben elaborar un gobierno y gobernar. No nos vale; ¡¡es que es muy difícil!!. Eso se decía en primaria. No en el parlamento y en una España madura democráticamente.
Hagan lo que quieran, elaboren un ranking de los problemas en los que están todos de acuerdo que son los más relevantes. Categorícenlos y pónganse de acuerdo los partidos más afines en cómo abordarlos. Estaban todos de acuerdo en lo que al paro respecta, era de los primeros y quizá el más repetido por todos, los desahucios, la educación, la sanidad pública, la corrupción, etc… a boca llena los han repetido todos o casi todos. Se han hartado de decirlo y nos han hartado de oírlo. Bien, pues al tajo. Es simple aunque no sencillo, hay que negociar, hay que renunciar, hay que saltarse líneas rojas puestas por los propios partidos, hay que hablar con quien no te gusta…..¡¡¡hay que trabajar y mucho!!!.
No hay que traicionarse, hay que sacudirse la arrogancia de ser lo que uno cree que es, pero los demás pensamos que deben o pueden ser. Hay que cumplir aquello tan repetido también, de que están al servicio de España y los españoles, es decir, hay que hacer que no sean retóricos los mensajes dados en la campaña. Hay que darle valor a la democracia y a los mensajes que se han enviado al electorado y a los votantes de cada partido en liza electoral. No vayamos ahora a ponernos tan estupendos que no podemos modificar, revisar, matizar nuestras políticas de partido por querer ser fieles a nuestros electores. Los electores hemos visto partidos hacer lo contrario de lo que defendían en campaña y aún y así, se les ha permitido seguir en la partida, incluso con buenos resultados. Los electores entendemos y toleramos más de lo que ustedes se creen. Y por cierto no olviden que la palabra humildad iba en cada discurso y en cada mitin de todos los partidos.
Así que no joroben con la cantinela, esto es lo que hay, este es el país que tenemos y los electores han decidido como les ha parecido bien. Su trabajo ahora es irnos diciendo lo que van avanzando, como lo van a hacer y sobre todo, que van a hacer. Y no darnos más la lata. De casa se viene llorado al parlamento.
Estamos, esos electores que hemos votado, (ha habido muchos que no han ni conseguido movilizarlos 35,07%), hartitos de sus veleidades políticas. Y seguimos cayendo en participación. Decía que estamos hartitos de la defensa de sus puestos, de la posición en las listas, de su verborrea incontinente, de cambios que no fueron, de promesas incumplidas, etc, etc, etc… Así que por favor, partidos nuevos y partidos consolidados, hagan lo que tienen que hacer y déjenos a nosotros trabajar en nuestras cosas. Sin excusas y sin lamentos. Hemos votado y no lo hemos puesto fácil. ¿Será eso posiblemente, porque este país ha cambiado mucho y sus habitantes también?. Interprétenlo como quieran. Pero espero que no nos den un espectáculo de incompetencia que termine por erosionar, más aún si cabe, su credibilidad y por ende la de un sistema político que por el momento es el mejor y más duradero que hemos tenido desde que España es España.
Ustedes hagan y no se preocupen por nosotros, ya sabremos que hacer con lo que nos entreguen en las próximas elecciones, dentro de cuatro años.