Del radicalismo al oportunismo: el frente separatista del Polisario y su peligrosa deriva en España

La gente corre por una calle durante enfrentamientos con la Guardia Civil, en medio de disturbios antiinmigrantes tras un ataque a un anciano por parte de asaltantes a principios de semana, en Torre Pacheco, España, el 13 de julio de 2025 - REUTERS/VIOLETA SANTOS MOURA
La gente corre por una calle durante enfrentamientos con la Guardia Civil, en medio de disturbios antiinmigrantes tras un ataque a un anciano por parte de asaltantes a principios de semana, en Torre Pacheco, España, el 13 de julio de 2025 - REUTERS/VIOLETA SANTOS MOURA
En los últimos años, el frente separatista del Polisario ha transformado su estrategia política en España

Tradicionalmente vinculado a la izquierda radical (desde el Partido Comunista y Izquierda Unida, llegando a Podemos y Sumar), ha comenzado a explorar nuevas alianzas, incluso con sectores de la extrema derecha, en un claro intento de sobrevivir en un contexto político cada vez más inestable.

A esta reorientación táctica se suma su histórica cercanía con formaciones independentistas como Esquerra Republicana, CUP o EH Bildu, con las que comparte un relato de confrontación contra la unidad del Estado.

Ahora, el actual escenario español, marcado por una aguda crispación, un enfrentamiento creciente entre PSOE y PP, y el desgaste de los partidos independentistas, ha llevado al Polisario a buscar nuevos caminos, aunque ello implique flirtear con el populismo de derechas.

En este contexto, los activistas pro-Polisario están impulsando una peligrosa campaña de difamación y miedo contra Marruecos (Marruecos quiere invadir a España, como hizo con el Sáhara). Utilizan un discurso cargado de odio, racismo y xenofobia, dirigido especialmente a los ciudadanos marroquíes residentes en España.

Un discurso que converge con los agitadores sociales de las derechas.

Se ha llegado al punto de contratar carteles en las calles de Almería por los partidos de extrema derecha con imágenes manipuladas que enfrentan simbólicamente a mujeres con burka (atribuidas al PP y PSOE) frente a jóvenes modélicas supuestamente vinculadas a VOX.

Esta estrategia pretende manipular y polarizar a la opinión pública, sembrar el miedo y distorsionar la verdad.

Lo más alarmante es que incluso medios de comunicación considerados serios y responsables se están haciendo eco de estas narrativas tóxicas, alimentando sin querer o queriendo, a una espiral de odio que pone en riesgo la convivencia democrática.

No se puede olvidar que la legislación española es clara: el artículo 510 del Código Penal castiga con severidad la incitación al odio, la violencia o la discriminación por razones de raza, religión o nacionalidad.

Además, la Ley 15/2022, para la igualdad de trato, refuerza el marco legal para proteger a las víctimas y garantizar la cohesión social.

El Frente Polisario y quienes lo apoyan desde la radicalidad deben saber que están pisando terrenos muy peligrosos. En una democracia como la española, que ha aprobado leyes de memoria histórica y democrática para cerrar las heridas del pasado, no hay espacio para quienes pretenden resucitar los discursos del miedo y del odio.

La realidad es que ya no estamos ante un supuesto movimiento de izquierdas que dice defender causas nobles. Estamos frente a un grupo que, con tal de mantener su presencia, está dispuesto a dinamitar principios fundamentales del estado de derecho, sembrando la división y la confrontación entre ciudadanos.

Y frente a eso, la sociedad española, madura, plural y democrática, sabrá responder con firmeza, sensatez y legalidad.

Machij Elkarkri, analista político y militante socialista

Artículo publicado previamente en Mares 30