Opinión

Sin evidencias de que ONGs palestinas sean terroristas

photo_camera manifestante-palestino-israel

Ha pasado casi desapercibida la noticia de que nueve países miembros de la Unión Europea hayan rechazado aceptar la calificación de “terroristas” a seis Organizaciones No Gubernamentales palestinas. Tanto es así que yo mismo me he enterado gracias precisamente al noticiario semanal de la European Jewish Press, que con gran objetividad dirige el judío Yossi Lempkowicz.

No es un asunto menor: Bélgica, Francia, Dinamarca, Alemania, Irlanda, Italia, Países Bajos, Suecia y también España han rechazado conjuntamente la calificación de “terroristas” atribuida por Israel a seis ONGs, alegando “pruebas insuficientes” de que así sea. Se trata de las organizaciones de derechos humanos Al-Haq, Addameer, Defense for Children International-Palestine, Centro Bisan para Investigación y Desarrollo, Unión de Comités de Mujeres Palestinas y la Unión de Comités de Trabajo Agrícola. A todas ellas Israel las acusa de estar vinculadas al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), un movimiento de extrema izquierda marxista, que tiene tanto un brazo político como uno armado, que sí ha realizado ataques mortales contra ciudadanos israelíes.

Cierto es que la Unión Europea considera desde hace años al FPLP una organización terrorista, pero la inclusión bajo su férula de las seis ONGs citadas les parece a los nueve países citados un exceso, toda vez que, pese a haber reclamado que apoye con pruebas fehacientes la acusación, Israel no las ha proporcionado. El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ha insistido varias veces en que tales organizaciones, aprovechándose del disfraz de organizaciones internacionales, “se benefician de la ayuda [económica] de los Estados europeos de una manera fraudulenta”.

Acusación desmentida por el comunicado de los nueve países de la UE, en cuya declaración conjunta señalan que “no recibimos información sustancial alguna de Israel que pueda justificar que revisemos nuestra política hacia las seis ONGs que Israel ha calificado de organizaciones terroristas”.

El comunicado señala que, en ausencia de pruebas de las acusaciones que lo demuestren, “continuaremos con nuestra política de cooperación”. Los nueve gobiernos europeos que suscriben el comunicado explicitan, además, que “una sociedad civil libre y fuerte es absolutamente indispensable para la promoción de los valores democráticos de cara a una solución que desemboque finalmente en dos Estados”.

Por parte palestina estiman que esta declaración es “un revés a la sistemática política israelí de descalificar a quienes no suscriben sus postulados, y en el caso de estas seis ONGs se sienten particularmente molestos por su credibilidad internacional y por ser las más activas en la denuncia de los crímenes de guerra de Israel ante el Tribunal Penal Internacional”. Desde luego, ninguna de las citadas ONGs es afín a la Autoridad Palestina (AP) del presidente Mahmoud Abbás, pero ello no significa que sean consiguientemente un brazo del FPLP sin matiz alguno.

No es ese el parecer del Gobierno y de numerosas instituciones de Israel. Entre estas últimas, destaca la ONG Monitor, cuyo presidente, Gerald Steinberg, acusa a los citados países europeos de “ignorar los numerosos ejemplos que certificarían el carácter terrorista de las ONGs palestinas”. Steinberg, que suscribe las acusaciones lanzadas el pasado año por Benny Gantz, se ha reafirmado en su disposición a investigar y publicar todos los detalles que demuestren los lazos del FPLP y estas organizaciones, además de sus conexiones con su correspondiente red europea, arguyendo además que las contribuciones de la UE a tales organizaciones constituyen una estafa a los contribuyentes.

Con su declaración de ahora, los nueve países de la UE citados ignoran el contundente llamamiento que hiciera Gantz en octubre de 2021: “Pido a todos los países y organizaciones internacionales que nos respalden en esta lucha y eviten el contacto con las empresas y organizaciones a las que libran materiales que luego utilizan en atentados terroristas”.

Quizá sea una coincidencia, pero no deja de llamar la atención que esta peripecia coincida en el tiempo con el informe recién dado a conocer por Naciones Unidas, según el cual 78 menores palestinos resultaron muertos y 982 mutilados gravemente por las Fuerzas de Defensa de Israel en 2021. Al comentarlo, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, declaró sin ambages que “Israel podría ser incluido en una lista negra si persistiera en su comportamiento violento contra los niños palestinos”, según informa Middle East Eye.

En los márgenes de los grandes encuentros internacionales –la gira del presidente Biden es el último ejemplo- persisten las numerosas tragedias de cada día, cuyas perspectivas palestina y judía están muy lejos de converger.