Solo 246,7 gigavatios/hora (Gw/h) han pasado por el gasoducto Medgaz desde Argelia hasta España este domingo 8 de mayo, frente a los casi 330 Gwh/día de media que pasaron en la primera semana del mes de abril.
De acuerdo con estos datos publicados diariamente por la Empresa Nacional de Gas (ENAGÁS), el balance del día 3 de mayo se cerró con la cuenta de gas más baja en lo que va de año, 233 GwH/día. Un volumen de tránsito de gas similar al de 2021, cuando funcionaba también el gasoducto marroquí de Tarifa y que permitía una entrada mayor sumándose al conducto de Almería.
Las autoridades argelinas no se han pronunciado acerca de si esta caída en el suministro de gas tiene que ver con alguna decisión política, o si bien es una alteración que corresponde a la demanda. Sin embargo, los datos de años anteriores muestran que España tuvo importaciones mucho mayores que las que hoy en día se están dando.

El Gobierno argelino dirigido por Tebboune ya amenazó al Gobierno español con reducir su exportación de gas o con renegociar el precio de las transacciones. Esto fue una respuesta a la nueva sintonía en las relaciones entre España y Marruecos tras el apoyo español al plan de autonomía marroquí para el Sáhara. Poco después, cuando el Gobierno de España comunicó a Argelia que se abriría el gasoducto de Tarifa para llevar gas a Marruecos, Argel volvió a amenazar con romper su contrato con España en caso de que el gas argelino acabase siendo vendido a Marruecos.
El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, fue cuestionado en muchas ocasiones por la prensa nacional acerca de las amenazas argelinas. Preguntas a las que Albares siempre respondió el mismo tono, asegurando que Argelia es un socio estratégico indispensable para España, que antes de esta caída obtenía el 45% del total de su gas gracias a Argelia. De acuerdo con los cálculos del diario especializado Elconomista, esta cifra habría bajado hasta el 22%.
Todavía según el ministro Albares, Argelia se caracteriza por el respeto que Sonatrach, la empresa nacional argelina de gas, tiene por sus contratos de suministro hacia países de la Unión Europea. De acuerdo con Albares, estas serían garantías suficientes para no temer el corte de suministro, o un golpe en la espalda por parte de Argel que lleve a una renegociación del precio de gas argelino.

El escenario planteado por Albares coincide con el de medios árabes, como Al-Arab, que cree que la rescisión del contrato hispano-argelino por una decisión política del Gobierno de Tebboune haría muy mala sombra a la reputación argelina de cara a la Unión Europea. Además de necesitar los ingresos que el Medgaz le da a Argelia, en un contexto de crisis económica debido a la guerra en Ucrania, Sonatrach debería también de mostrarse solvente de cara a países como Italia, que han ampliado sus contratos de compra de gas, en búsqueda de alternativas a la energía Rusa.
Mientras tanto, España está estudiando de qué forma puede enviar gas a Marruecos revirtiendo el flujo del gasoducto de Tarifa, sin quebrantar las condiciones impuestas por Argelia. España se está convirtiendo en estos momentos en un “hub” gasistico para Europa, y sus exportaciones están creciendo. A través de los gasoductos de los pirineos que conectan España con Francia, se lleva enviando una cantidad regular desde abril que ronda los 200 Gwh/día.
Jugar con el gas le puede salir muy caro a Argelia de cara a Europa, y sería coherente que los dirigentes políticos del país sean consciente de ello. No tienen el mismo poder de presión que Rusia, y aún queda por ver que cartas juega Tebboune para desestabilizar la nueva etapa de relaciones que se ha abierto entre España y Marruecos.