M.L./Enrique Morales/lainformacion.com
Pie de foto: Responsables del FMI, BCE y Bundesbank preocupados por el conflicto sirio, los atentados del Daesh y la candidatura de Donald Trump
El Fondo Monetario Internacional recortó el martes su previsión de crecimiento mundial por cuarta vez en un año, tras apuntar a la ralentización de China, los precios del petróleo persistentemente bajos y la debilidad crónica en algunas economías avanzadas. Además, en la presentación del informe semestral 'Perspectivas Económicas de la Economía Mundial', Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI, ha incidido en las preocupaciones de la institución entre las que están los conflictos desde la guerra de Siria, los refugiados, el Brexist, el auge de los nacionalismos en Europa, los atentados del Daesh y también la posible llegada de Donald Trump como candidato a la Casa Blanca por el partido Republicano.
El Fondo, cuyas reuniones junto a las del Banco Mundial se celebrarán en Washington esta semana, prevé que la economía mundial crezca un 3,2 por ciento en 2016, frente a una previsión anterior de una expansión de 3,4 por ciento en enero.
En sus últimas Perspectivas Económicas, el Fondo advirtió sobre el riesgo generalizado de estancamiento y dijo que un crecimiento más débil podría hacer que la economía mundial fuese más vulnerable a crisis como depreciaciones de divisas o empeoramiento de conflictos geopolíticos.
El Fondo instó a las autoridades globales que acuden a las reuniones del FMI y el Banco Mundial a adoptar acciones coordinadas para impulsar la demanda, con reformas económicas estructurales, estímulos fiscales en los casos en que sea posible y una política monetaria expansiva.
"Un crecimiento más bajo implica menos margen de error", dijo el economista jefe del FMI Maurice Obstfeld en un comunicado. "Un crecimiento lento y persistente tiene efectos (...) que reducen la producción potencial y con ello, la demanda y la inversión", añadió.
El FMI redujo la previsión de crecimiento de Japón a la mitad al 0,5 por ciento en 2016 y dijo que la economía de Brasil se contraería un 3,8 por ciento este año frente a la previsión anterior de un declive del 3,5 por ciento, mientras la mayor economía de América Latina afronta su peor recesión en décadas.
Mientras, Estados Unidos, uno de los puntos relativamente positivos de la economía mundial, también vio recortadas sus previsiones a una expansión de 2,4 por ciento en 2016 desde el 2,6 por ciento. El FMI anticipó una caída de las exportaciones por un dólar más fuerte, mientras que los precios del petróleo mantendrán la debilidad de las inversiones en energía.
Además, el organismo elevó las perspectivas de crecimiento para China ligeramente al 6,5 por ciento este año y al 6,2 por ciento en 2017, en parte debido a estímulos previamente anunciados. Pero dijo que sigue esperando que el crecimiento chino continúe debilitándose mientras realiza la transición a una economía basada en el consumo.
"Una ralentización más pronunciada en China que la actualmente proyectada podría conllevar fuertes contagios internacionales a través del comercio, precios de materias primas y confianza, y llevar a una ralentización más generalizada en la economía mundial, especialmente si recorta más las expectativas de beneficios futuros", dijo el FMI.
Estas nuevas perspectivas se dan a conocer luego de revisiones a la baja en julio, octubre y enero.
Obstfeld dijo que el crecimiento global podría debilitarse fácilmente por las últimas perspectivas del FMI, que podrían reforzar la espiral deflacionaria de un crecimiento más débil que erosionase la potencial producción futura. Dijo que este fenómeno es conocido en círculos económicos como "estancamiento secular".
También indicó que un crecimiento persistentemente bajo podría reforzar la percepción sobre las desigualdades económicas y alentar políticas nacionalistas y proteccionistas, sobre todo en la zona euro, lo que también podría reducir el potencial de los países.
El FMI rebaja la previsión de crecimiento para España por primera vez desde 2013
El Fondo Monetario Internacional (FMI)ha revisado una décima a la baja su previsión de crecimiento para la economía española en 2016, hasta el 2,6%, frente al 2,7% que anticipaba el pasado mes de enero, mientras que ha mantenido sin cambios su proyección del 2,3% para 2017, según refleja la nueva edición del informe 'Perspectivas Económicas Mundiales'.
Esta leve corrección de una décima en el pronóstico de expansión del PIB español en 2016 representa la primera revisión a la baja de las previsiones de crecimiento para España por parte del FMI desde agosto de 2013.
A pesar de esta rebaja, la menor entre las economías avanzadas, España sigue destacando entre las grandes economías desarrolladas como la que cuenta con mejor pronóstico de crecimiento para 2016 y la segunda con mayor tasa de crecimiento prevista para 2017, sólo por detrás del 2,5% proyectado para EEUU.
No obstante, los nuevos pronósticos de crecimiento de España del FMI se alejan de las previsiones oficiales del Gobierno, que augura una expansión del PIB del 3% en 2016 y en 2017.
A pesar del recorte en el pronóstico de crecimiento para España en 2016, el FMI ha mejorado su previsión para el desempleo y ahora espera que la tasa de paro de España se sitúe en 2016 en el 19,7%, dos décimas por debajo que su previsión de octubre, mientras que en 2017 el desempleo bajará al 18,3%.
En cuanto a la evolución de los precios, los nuevos pronósticos del FMI auguran una caída de la inflación del 0,4% en 2016, mientras que los precios subirán un 1% en 2017.
El informa no hace mención expresa de la falta de Gobierno en España tras las elecciones del 20 de diciembre. Sólo apunta la deriva política como riesgo en el conjunto de la Unión Europea.
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Proyecciones de crecimiento mundial
El FMI prevé que la economía mundial crecerá a un ritmo del 3,2% en 2016 y del 3,5% en 2017, lo que representa una revisión a la baja del 0,2% y el 0,1%, respectivamente, en comparación con la actualización de las perspectivas del mes de enero.
En un reciente discurso, la Directora Gerente del FMI Christine Lagarde, advirtió que la recuperación sigue siendo lenta y demasiado frágil, y que existe el riesgo de que la persistencia del crecimiento débil tenga efectos perjudiciales para el tejido social y político de muchos países.
" Un nivel más bajo de crecimiento significa que hay menos margen para el error”, afirmó Maurice Obstfeld, Consejero Económico y Director del Departamento de Estudios del FMI. “La persistencia de un crecimiento lento deja secuelas que, de por sí, reducen el producto potencial y, por ende, la demanda y la inversión", agregó.
Las actuales perspectivas de deterioro exigen una respuesta inmediata y proactiva, señaló Obstfeld. Para apuntalar el crecimiento mundial, subrayó, es necesaria una combinación de políticas más enérgicas: una estrategia de tres pilares basada en políticas estructurales, fiscales y monetarias.
"Si las autoridades nacionales encargadas de formular las políticas reconocieran claramente los riesgos en común que enfrentan y actuaran de forma conjunta para prepararse a afrontarlos, los efectos positivos en la confianza mundial podrían ser sustanciales", observó Obstfeld.
Recuperación moderada en las economías avanzadas
Según el informe, el crecimiento en las economías avanzadas seguirá siendo moderado y se situará en el entorno del 2%. La recuperación se ve obstaculizada por una demanda débil, en parte causada por el legado no resuelto de la crisis, además de factores demográficos desfavorables y un bajo crecimiento de la productividad.
En Estados Unidos, se prevé que el crecimiento se mantenga sin variaciones en un 2,4%, y registre un repunte moderado en 2017. El fortalecimiento de los balances, la ausencia de nuevos aumentos del lastre fiscal y la mejora del mercado inmobiliario apuntalarán la demanda interna. Se espera que estos factores neutralicen el freno a las exportaciones netas ejercido por el fortalecimiento del dólar y el deterioro de la actividad manufacturera.
En la zona del euro, los bajos niveles de inversión, los altos niveles de desempleo y el deterioro de los balances perjudican el crecimiento, que se mantendrá moderado en una tasa del 1,5% este año y del 1,6% el próximo.
En Japón, tanto el crecimiento como la inflación tienen un menor nivel de lo esperado, como reflejo de un descenso especialmente pronunciado del consumo privado. Se proyecta que el crecimiento permanezca en el 0,5% en 2016, antes de reducirse a un nivel levemente negativo del -0,1% en 2017, cuando entre en vigor el aumento programado de la tasa del impuesto al consumo.
Mayor desaceleración en las economías emergentes y en desarrollo
Aunque en 2016 los mercados emergentes y las economías en desarrollo s eguirán dando cuenta de la mayor parte del crecimiento mundial, las perspectivas siguen siendo desiguales para los diferentes países y, en general, más débiles que en las últimas dos décadas.
En el informe se proyecta que el crecimiento aumentará de forma apenas moderada en relación con 2015, al 4,1% este año y el 4,6% el próximo.
Este pronóstico refleja una variedad de factores:
• La desaceleración del crecimiento en los países exportadores de petróleo, debido al descenso de los precios del petróleo, y las perspectivas todavía débiles para los exportadores de materias primas distintas del petróleo, incluidos los países de América Latina.
• La leve desaceleración de China, donde el crecimiento sigue reorientándose del sector manufacturero y la inversión al de los servicios y el consumo.
• Las profundas recesiones en Brasil y Rusia, y el débil crecimiento en algunos países de América Latina y Oriente Medio, en particular aquellos fuertemente afectados por el descenso del precio del petróleo y la intensificación de los conflictos y los riesgos para la seguridad.
• El deterioro de las perspectivas de crecimiento en muchos países africanos y de bajo ingreso debido a la desfavorable coyuntura internacional.
Como aspecto positivo, en India la situación sigue siendo buena, al registrar un crecimiento sólido y un aumento del ingreso real. Las economías del ASEAN-5, Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia y Vietnam, también muestran un buen desempeño. Además, México, América Central y el Caribe se benefician de la recuperación de Estados Unidos y, en la mayoría de los casos, del descenso del precio del petróleo.
Aumento de los riesgos
En la coyuntura actual de débil crecimiento, los riesgos para las perspectivas son más pronunciados.
Estos riesgos son, entre otros:
• El retorno de las perturbaciones financieras, que merman la confianza. Por ejemplo, una nueva ronda de depreciaciones del tipo de cambio en las economías de mercados emergentes podría perjudicar aún más los balances de las empresas, y un descenso pronunciado de las entradas de capitales podría obligar a la demanda interna a comprimirse rápidamente.
• Si los precios del petróleo se mantienen bajos durante un período prolongado, las perspectivas de los países exportadores podrían seguir desestabilizándose.
• Una desaceleración en China más marcada de lo esperado actualmente, podría tener pronunciados efectos de contagio a nivel internacional por la vía del comercio, los precios de las materias primas y la confianza, lo que podría llevar a una desaceleración más generalizada de la economía mundial.
• Los shocks de origen no económico, vinculados con tensiones geopolíticas, desavenencias políticas, terrorismo, afluencias de refugiados o epidemias mundiales, acechan a algunos países y regiones, y si no se controlan podrían tener repercusiones significativas en la actividad económica mundial.
Por el lado positivo, el reciente descenso de los precios del petróleo puede brindar un mayor impulso a la demanda de los países importadores de esta materia prima que el previsto actualmente, por ejemplo, al sembrar entre los consumidores la idea de que los precios seguirán más bajos durante más tiempo.