El mercado del petróleo no se puede politizar. Esta es la conclusión a la que han llegado Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí en la Cumbre de Gobierno del 2022 celebrada en Dubái, bajo el lema “dando forma a los gobiernos del futuro”.
El príncipe heredero Abdulaziz bin Salman, junto con su homólogo saudí, Suhai Al Mazrouei, han mostrado así su rechazo a lo que ellos tildan como “la politización” de la OPEP+. Con esta postura, los dos países árabes tratan de defender la perseveración en la estabilidad de los precios de los mercados mientras preguntaron que si de verdad el mundo estaba realmente preparado para un futuro que vaya más allá del petróleo.

Así, el ministro de Energía saudí subrayó que los países del Consejo de Cooperación del Golfo han cumplido con sus obligaciones para tratar de garantizar el suministro y declaró que “la misión de la OPEP+ es estabilizar el mercado. Si pedimos a alguno de los miembros que se vaya, subiremos los precios, que es lo que va en contra de lo que quieren los consumidores”, señala.
La invasión rusa sobre Ucrania ha afectado tanto directa como indirectamente a la subida en los precios del petróleo y del gas. Rusia, miembro de la OPEP+, se encontraba en una encrucijada en este aspecto ya que, tras el veto a las importaciones del petróleo ruso por parte de Estados Unidos y la apelación de este de realizar “un boicot” a Moscú respecto a este bien ha propiciado que las principales potencias internacionales hayan comenzado a buscar otras vías de suministro petrolero.
Sin embargo, en el caso de Europa, la fuerte dependencia que mantiene la Unión Europea respecto al gas y al petróleo, dificultan que los países de la Unión puedan buscar otras alternativas a corto plazo.

Es por este motivo por que el país emiratí, junto con Arabia Saudí, hayan abogado por la no politización del mercado del petróleo con el fin de que este no se vea afectado por el alza de precios o bien por la escasez en su suministro.
El príncipe Abdulaziz bin Salman recordó que Rusia produce “alrededor de 10 millones de barriles por día, lo que constituye alrededor del 10% del consumo mundial”, lo que representa “una contribución significativa”.
El ministro de Energía saudí recalcó así que “los países del Consejo de Cooperación del Golfo han implementado lo que se les exige” y reiteró en la necesidad de que el resto de los países “cumplan con sus obligaciones”. Además, indicó que “la gente se enfoca en los problemas regionales sin mirar de manera integral el impacto global”.
Asimismo, bin Salman explicó que “no hay duda de que, si la seguridad de los suministros se ve afectada, afectará a la economía y al bienestar, pero también afectará a la economía mundial de manera más fundamental”.

Junto a esto enfatizó en la importancia del compromiso de la OPEP+ y afirmó que si no se dejan atrás las cuestiones políticas “no podemos tratar ni mantener relaciones con diferentes países en otros momentos”.
En esta misma línea se posicionó el ministro de Energía de Emiratos Árabes, Suhail Al Mazroue, quien indicó que “se requieren más inversiones” al mismo tiempo que señaló la importancia de “separar la política de la disponibilidad de energía a precios razonables”, según recoge Reuters. En este aspecto afirma que la transición a las energías renovables requiere de “inversiones especialmente en el sector del petróleo y del gas (…) no es posible enfrentar los desafíos energéticos globales sin desarrollar los recursos”.
Además, defendió el deseo que mantienen los países del Golfo por mantener su independencia respecto a los dictados estadounidenses. Así, Al Mazroue denunció que “no queremos dictados de Estados Unidos sobre lo que debemos hacer, somos expertos en nuestro campo y lo que hacemos es en beneficio de los consumidores”.
Por último, el ministro ha destacado que la seguridad energética ahora es “una prioridad”, después de resaltar que “los socios de la OPEP+ están tratando de mantener el sistema y la estabilidad de los precios”.