El pasado martes, la empresa Managem anunció a través de un comunicado de prensa su plan para comenzar a explotar la mina de oro de Gabgaba, ubicada en Sudán. Este proyecto se llevará a cabo junto con la empresa china Wanbao Mining y tendrá un coste de producción de 250 millones de dólares. Ambas compañías han llegado a un acuerdo para repartirse la mina. La marroquí Managem obtendrá el 65% de la propiedad con derecho a explotación y exploración, mientras que Wanbao Mining adquiere el 35% restante. “Estoy convencido de que esta nueva cooperación estratégica, basada en la confianza y el respeto mutuo tendrá un impacto positivo en nuestras dos empresas y dará lugar a una operación de extracción de oro de varios millones de onzas en Sudán”, afirmó Imad Toumi, director ejecutivo de Managem.
El objetivo de la empresa marroquí con este proyecto es impulsar el sector minero del país, que actualmente aporta un 10% en al Producto Interior Bruto. Además, busca duplicar las inversiones en explotación minera y crear 30.000 puestos de trabajo. Este acuerdo supone un aumento en la producción anual de oro de 60.000 a 200.000 onzas, aproximadamente. “Hoy damos un nuevo impulso a nuestra estrategia de crecimiento en Sudán al adelantar el desarrollo de un proyecto de oro a gran escala que tiene como objetivo una producción de 200.000 onzas a medio plazo”, aseguró Imad Toumi.
La compañía Managem comenzó en 1930 con la extracción de materiales como cobalto, cobre, zinc o plata. Actualmente trabaja en otros países del continente africano como República Democrática del Congo, Etiopía, Gabón, Guinea Conakry, Costa de Marfil y Mali. En este proyecto conjunto con Wanbao Mining la compañía Managem sigue su expansión en África. Esto también supone un aumento de la presencia marroquí en el resto del continente africano, contrarrestando la presencia europea o rusa en el continente. Desde 2017, cuando Marruecos decidió volver a ingresar en la Unión Africana (UA) su política exterior ha estado muy centrada en África. Marruecos es uno de los inversores más relevantes en el continente después de Sudáfrica, y durante la pandemia del coronavirus mostró su liderazgo enviando ayuda médica a 15 países y desarrollando propuestas a los dirigentes africanos para combatir el virus.

Asimismo, esto supone una mejora en las relaciones económicas y diplomáticas entre Marruecos y China. En 2016 Mohamed VI y Xi Jinping firmaron un acuerdo centrado en la economía y el desarrollo de infraestructuras. El gigante asiático incluyó al Marruecos en la Iniciativa de la Ruta de la Seda, ya que puertos como el de Tánger Med es clave para sus operaciones financieras, también se acordó aumentar el comercio entre ambos países. Respecto a las infraestructuras, China ha construido carreteras, viviendas y una zona industrial en el país africano, además de financiar el proyecto Noor (luz en árabe), un complejo de energía solar en el desierto.
Estas buenas relaciones se han mantenido e incrementado durante la pandemia del coronavirus. China ha enviado una gran cantidad de material sanitario y vacunas al continente africano, a través de Sinopharm, una farmacéutica estatal y Sinovac, de carácter privado. Se han exportado 500.000 dosis a Rabat y otros países como Zimbabue o Guinea Ecuatorial también han recibido dosis gratuitas. Además, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, ha asegurado que China ayudará a otras 19 naciones africanas. A través de un comunicado del Gabinete Real, el rey Mohamed VI agradeció este gesto a China y anunció que había mantenido una conversación telefónica con el presidente Xi Jinping para abordar la lucha conjunta de los países contra el virus. “La conversación ha servido para agradecer a la República Popular de China el apoyo y el acompañamiento que ha aportado a las medidas preventivas firmas tomadas por el Reino de Marruecos para frenar la propagación de la pandemia, tanto en lo que se refiere al equipo médico y a las pruebas de detención como en materia de intercambio de informaciones”. Este gesto, unido a la cooperación entre Marruecos y China en África, afianza la influencia china en el continente en detrimento de países europeos y Estados Unidos.