CapitalMadrid.com / https://www.capitalmadrid.com/2016/9/19/43641/las-petroleras-se-entregan-a-la-opep-para-que-les-salve-de-su-ruina.html
Las compañías petroleras confían en que la cumbre de la OPEP que se celebrará en Argel el próximo 26 de septiembre revitalice los precios del crudo y que el barril recupere los 50 dólares, uno de los objetivos de las grandes multinacionales. Arabia Saudí y Rusia -país no integrado en la Organización de Países Exportadores de Petróleo- han sellado un compromiso de cooperación para intentar revitalizar los mercados. Ambos Estados están dispuestos a recortar la producción para lograrlo.
Las sesiones plenarias que se celebrarán durante los días 26, 27 y 28 de septiembre en Argel se presentan duras y complicadas, aunque esta vez parece ser que existe quorum suficiente entre los países miembros del cartel para que salga algún tipo de compromiso. Irán y Nigeria se presentan de entrada como los países más díscolos a sufrir un recorte en su producción porque no quieren limitar sus exportaciones.
El ministro de Energía argelino, Norureddine Bouterfa, ha admitido en los días previos a la cumbre que existe consenso entre miembros de la OPEP y productores fuera del cártel sobre la necesidad imperiosa de estabilizar el mercado del crudo para estabilizar los precios.
Argelia se está moviendo mucho en esta dirección para intentar lograr un pacto entre los países más duros de la OPEP. Bouterfa se ha desplazado en las últimas semanas a Irán, Rusia, Qatar para intentar convencer a sus mandatarios de la necesidad de un pacto para conseguir que los precios lleguen hasta los 50 o 60 dólares y que se mantengan en esa senda.
Según ha señalado el representante argelino, ha encontrado una buen disposición entre la mayoría y ha declarado sentirse optimista. “Existe el apoyo de Arabia Saudí, Qatar, Venezuela, Kuwait y de países fuera de la OPEP, particularmente Rusia dijo el ministro de Energía argelino.
Arabia Saudí y Rusia, de acuerdo
Arabia Saudí y Rusia son los dos países que más empeño están poniendo en lograr una estabilidad en los mercados internacionales. De hecho, ya han acordado cooperar y, para ello, estarían dispuestos a limitar los niveles de producción en el futuro, si fuera preciso. El comunicado entre ambas partes fue firmado por los ministros de Energía en China en la última cumbre del G-20. Previamente, había existido una reunión entre el presidente ruso Vladimir Putin, y el príncipe saudí, Mohammed bin Salman, segundo en la línea de sucesión al trono.
El titular de Energía ruso, Alexander Novak, señaló en esa ocasión que las dos partes estaban avanzando hacia una alianza estratégica, dando por sentado que existían muchas posibilidades de lograr un pacto. Su colega saudí, Khalid al-Falih, dijo, por su lado, que el compromiso daría confianza a otros países exportadores y que colaborarían en la propuesta.
“No hay necesidad ahora de congelar la producción. Tenemos que tomarnos un tiempo para este tipo de decisiones. Congelar la producción es una de las posibilidades preferidas pero esto no tiene que ocurrir específicamente ahora”, declaró Khalid al-Falih.
El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí, Adel al-Jubeir, ha señalado también que, “si se congela la producción, su país lo apoyará”. Pero comentó algo que a todos preocupa y que en las últimas cumbres ha sido la causa de que no haya habido un pacto entre todo el cártel de la OPEP. Irán es el problema de que no se estén respetando las cuotas. Por eso, el titular de Exteriores saudí dijo: “creo que los iraníes pueden impedir nuevamente un acuerdo”.
Y es que, la amenaza de Irán está siempre revoloteando en el aire. De hecho, siempre ha dicho que está preparado para aumentar su producción hasta los cuatro millones de barriles. Además, Nigeria no está dispuesta tampoco a colaborar porque necesita exportar todo lo que pueda para mantener su economía a flote.
Las últimas cifras de agosto pasado señalan que la OPEP incrementó una vez más su producción en 30.000 barriles diarios, situándose en unos niveles récord de 33,47 millones de barriles. Se estima que Arabia Saudí e Irán están bombeando un millón de barriles diarios más de sus pozos de lo que producían a finales de 2014.
Interés por ambos lados
Excepto a los países netamente dependientes del petróleo como España que se están viendo favorecidos por la caída de su factura energética, a productores y multinacionales la situación actual les está hundiendo en la miseria. Los países productores están sufriendo en sus cuentas una caída de sus ingresos, lo que está provocando un aumento del déficit y una gran falta de dinero público para afrontar las inversiones y los gastos presupuestarios de los gobiernos. Por su parte, las grandes multinacionales del petróleo han visto cómo han caído espectacularmente sus beneficios y no les ha quedado otra que recortar gastos y reducir drásticamente sus plantillas.
Por tanto, el objetivo primordial de productores y compañías es que el barril alcance como mínimo los 50 dólares porque todo lo que esté por debajo de esa cifra son pérdidas para los países productores y las multinacionales como British Peroleum, Shell, Total, ExxonMobil o la propia Repsol. Las compañías han recortado incluso sus presupuestos en exploración y algunas de ellas han dejado de pujar en concursos de adjudicación de campos.