Arabia Saudí impulsa un plan récord de energías renovables

Diversificando su economía y reforzando su liderazgo petrolero 
<p>Planta solar en Uyayna, al norte de Riad - REUTERS/FAISAL AL-NASSER&nbsp;</p>
Planta solar en Uyayna, al norte de Riad - REUTERS/FAISAL AL-NASSER 
  1. Una estrategia energética dual: sostenibilidad interna y liderazgo global 
  2. Siete nuevos proyectos como punta de lanza del cambio energético 
  3. Expansión internacional y confianza de los inversores 
  4. Metas ambiciosas para 2030: mitad de la electricidad desde fuentes renovables 
  5. Energía renovable como complemento, no sustituto del petróleo 
  6. Una postura energética estructurada 

Arabia Saudí avanza con fuerza en el desarrollo de energías limpias. Con siete nuevos proyectos solares y eólicos valorados en 8.300 millones de dólares y liderados por la empresa ACWA Power, el reino saudí reafirma su compromiso de diversificar su matriz energética y reducir su dependencia del petróleo. 

Este movimiento se enmarca dentro de la estrategia nacional lanzada hace siete años, que busca impulsar fuentes sostenibles como la energía solar y eólica, al mismo tiempo que se fomenta el uso de gas natural para reemplazar el crudo como fuente primaria para la generación de energía. El objetivo central es liberar barriles de petróleo del consumo interno para destinarlos a la exportación, fortaleciendo así la posición del país del Golfo como potencia exportadora y aumentando sus ingresos sin sacrificar su liderazgo en el mercado global de crudo. 

Una estrategia energética dual: sostenibilidad interna y liderazgo global 

El Gobierno saudí combina de manera estratégica dos metas: reducir las emisiones internas y consolidar su influencia global en el mercado del petróleo. La transición hacia energías renovables no implica un abandono del petróleo, sino una redistribución más eficiente de su uso. Reemplazar la quema de crudo para generar electricidad por fuentes como el sol y el viento permite maximizar los ingresos por exportación y reforzar su papel dentro de la OPEP+. 

La analista Tsvetana Paraskova lo explica claramente en un informe publicado por Oil Price: “Mientras Arabia Saudí mantiene su papel central en la producción petrolera mundial, también avanza decididamente en el desarrollo de renovables”. Según ella, cuanta más energía limpia se genere localmente, más barriles de petróleo quedarán disponibles para la exportación, lo que beneficia tanto a la economía como a la estabilidad del mercado energético global. 

Siete nuevos proyectos como punta de lanza del cambio energético 

El anuncio más reciente implica un importante hito para el país. Los siete proyectos solares y eólicos que se pondrán en marcha aportarán una capacidad conjunta de 15 gigavatios, consolidando a Arabia Saudí como uno de los actores principales en energías limpias a escala internacional. Estos acuerdos fueron suscritos entre una coalición liderada por ACWA Power, la empresa estatal Badeel (filial del fondo soberano saudí), y la compañía energética de Aramco. 

Se trata de uno de los mayores compromisos de inversión en renovables en una sola etapa a nivel mundial, según destacaron medios y autoridades saudíes. El acuerdo fue firmado con la presencia del ministro de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman, y forma parte del Programa Nacional de Energía Renovable. 

Dentro de estos proyectos destacan desarrollos como el parque solar de Bisha (3 GW) en Aseer, otro de 3 GW en Medina, el Khulis Project (2 GW) en La Meca, y los parques eólicos Starah (2 GW) y Shaqra (1 GW) en Riad. En conjunto, representan no solo un salto en capacidad, sino también una distribución geográfica estratégica que maximiza el potencial energético del reino saudí. 

<p>Planta solar saudí en Uyayna, al norte de Riad, Arabia Saudí - REUTERS/ FAISAL AL-NASSER </p>
Planta solar saudí en Uyayna, al norte de Riad, Arabia Saudí - REUTERS/ FAISAL AL-NASSER 

Expansión internacional y confianza de los inversores 

La visión de crecimiento de ACWA Power no se limita al mercado interno. Su presencia se extiende a Oriente Medio, África, Asia Central, el Sudeste Asiático y China, mostrando la dimensión internacional del plan energético saudí. Esta expansión responde también a una mayor confianza de los inversores internacionales en el entorno financiero y regulatorio del país árabe, impulsada por modelos de financiamiento bien diseñados y una gestión eficiente. 

Tsvetana Paraskova subraya que el modelo saudí es referencia global por su capacidad de desarrollar proyectos competitivos en términos de costo por kilovatio-hora. ACWA Power, respaldada por el Fondo de Inversión Pública (PIF), ya gestiona más de 100 proyectos energéticos y de desalinización con un valor estimado de más de 107.000 millones de dólares, y planea elevar su inversión total hasta los 250.000 millones para 2030, incluyendo hasta 30.000 millones en China, el mayor mercado mundial de renovables. 

<p>Un molino de viento de Saudi Acwa Power se muestra en Jbel Sendouq, a las afueras de Tánger, Marruecos - REUTERS/YOUSSEF BOULLAL </p>
Un molino de viento de Saudi Acwa Power se muestra en Jbel Sendouq, a las afueras de Tánger, Marruecos - REUTERS/YOUSSEF BOULLAL 

Metas ambiciosas para 2030: mitad de la electricidad desde fuentes renovables 

Arabia Saudí se ha fijado metas concretas para los próximos cinco años: producir el 50 % de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2030 y alcanzar una capacidad instalada combinada de 130 GW. Este ambicioso objetivo requerirá acelerar la ejecución de proyectos como los recientemente anunciados y mantener una planificación rigurosa. 

En octubre de 2024, la capacidad instalada de generación energética alcanzaba los 44 GW, y se prevé que se sumen otros 20 GW en los próximos meses. Además, se ha iniciado una encuesta geográfica de gran escala para identificar los mejores lugares donde instalar nuevas infraestructuras solares y eólicas. 

Estas acciones se complementan con el Programa de Sustitución de Combustible Líquido, cuyo propósito es reemplazar un millón de barriles diarios de petróleo crudo que actualmente se utilizan en la generación eléctrica. De esta manera, se busca liberar crudo que podrá destinarse a la exportación o a reservas estratégicas, permitiendo al reino saudí ejercer mayor influencia en los mercados globales a través de la OPEP y la alianza OPEP+. 

<p>Camiones de combustible se alinean frente a tanques de almacenamiento en la planta a granel North Jiddah, una instalación petrolera de Aramco, en Jiddah, Arabia Saudí - PHOTO/ AP </p>
Camiones de combustible se alinean frente a tanques de almacenamiento en la planta a granel North Jiddah, una instalación petrolera de Aramco, en Jiddah, Arabia Saudí - PHOTO/ AP 

Energía renovable como complemento, no sustituto del petróleo 

Aunque Arabia Saudí avanza con decisión en su transición energética, sus autoridades dejan claro que el petróleo sigue siendo un pilar estratégico. En eventos como el foro anual de inversión en Riad, representantes del Gobierno reafirmaron que las energías renovables no reemplazan al petróleo, sino que lo complementan dentro de una visión más integral de seguridad energética. 

El ministro de Energía, príncipe Abdulaziz bin Salman, enfatizó que mantener una capacidad de producción de petróleo de 12,3 millones de barriles diarios sigue siendo una prioridad. Para 2027, los nuevos campos actualmente en desarrollo permitirán compensar el declive natural de pozos antiguos, añadiendo al menos 1,1 millones de barriles diarios adicionales. 

Desde la dirección de Aramco, también se plantean reservas frente a una visión excesivamente idealista de la transición energética. Su CEO, Amin Nasser, advirtió que esta transformación no será sencilla ni uniforme, y que cada país necesita una estrategia energética flexible, adaptada a sus circunstancias. En su opinión, la realidad ha demostrado que muchas hojas de ruta hacia la descarbonización, especialmente en Asia, han sido “sobrevendidas y poco realistas”. 

<p>El ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman Al-Saud, asiste al Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) en San Petersburgo, Rusia, el 19 de junio de 2025 - REUTERS/ANTON VAGANOV</p>
El ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman Al-Saud, asiste al Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) en San Petersburgo, Rusia, el 19 de junio de 2025 - REUTERS/ANTON VAGANOV

Una postura energética estructurada 

Este enfoque refleja un modelo pragmático: Arabia Saudí no niega la necesidad de una transición energética, pero insiste en que debe hacerse de forma escalonada, sostenible y adaptada a las capacidades de cada nación. Así, mientras lanza licitaciones para 44 GW adicionales en renovables, mantiene su firme compromiso con la estabilidad del suministro energético global. 

La postura del ministro Abdulaziz bin Salman es clara: “Todas las formas de energía serán absolutamente necesarias para garantizar la seguridad energética mundial”. Esta declaración reafirma que el reino saudí no busca renunciar a su papel protagonista en el petróleo, sino transformarse en una potencia energética múltiple, donde petróleo, gas, energía solar e incluso hidrógeno verde convivan bajo un mismo marco estratégico.