“Nos proponemos ser los primeros en esta carrera”, dice Roee Ozeri, líder del proyecto

Israel irrumpe en el exclusivo club de la computación cuántica

REUTERS/KACPER PEMPEL – Computación cuántica - REUTERS/KACPER PEMPEL – Computación cuántica

Desde esta semana Israel cuenta con una computadora cuántica, que es además una de las diez existentes en el mundo que se basan en la tecnología más avanzada, la conocida como trampas de iones. Así lo anunció el Instituto de Ciencias Weizmann, cuyo Departamento de Física de Sistemas Complejos ha sido el diseñador y constructor de uno de los treinta computadores cuánticos existentes actualmente en todo el mundo. 

Al frente del equipo altamente especializado está el profesor Roee Ozeri, quién con visible satisfacción señaló que su equipo no se detendrá ahí puesto que ya está trabajando en un ordenador aún más grande. 

REUTERS/KACPER PEMPEL – Computación cuántica

Este hito supone un renovado éxito para el Instituto Weizmann, creador de una de las primeras computadoras del mundo, la Weizac, construida en 1950 “cuando todo lo que tenía Israel eran pantanos y camellos”, afirma Ozeri. El profesor apunta asimismo a un horizonte en el que sitúa a Israel en la cúspide tecnológica mundial: “Hoy Israel es un imperio tecnológico, de forma que no hay razón por la que no debamos aspirar a liderar la carrera de la computación cuántica”. 

La competición es una de las piedras angulares en las que se determinará la nueva primacía mundial, y la que diseñará el modelo de sociedad del futuro. Los ordenadores cuánticos prometen alcanzar una complejidad computacional conocida como “ventaja cuántica”, impensable incluso con los actuales ordenadores clásicos más potentes.

Basándose en un conjunto diferente de leyes, las de la mecánica cuántica, este nuevo sistema informático está llamado a generar numerosas aplicaciones, desde códigos impenetrables hasta lograr predecir las fluctuaciones del mercado de valores, acelerar el desarrollo de medicamentos, materiales de construcción, sistemas de Inteligencia Artificial y, como afirma el propio profesor Ozeri, “más, mucho más”. 

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En el comunicado de su hallazgo el Instituto Weizmann explica que en nuestro mundo familiar, cualquier cuerpo o unidad de información (bit) solo puede estar en un lugar a la vez. Por el contrario, los bits cuánticos (qubits) pueden estar presentes simultáneamente en más de una posición o estado, lo que les permite realizar múltiples cálculos en paralelo. Ello abre la puerta a multiplicar hasta el infinito la potencia informática. 

Respecto del estado actual de esa carrera, Roee Ozeri señala que “empresas comerciales como Google, Amazon e IBM se unieron a la misma para conseguir un ordenador cuántico, mientras que Estados Unidos, China y la Unión Europea también iniciaron programas estratégicos financiados masivamente”. Es evidente que todos estos movimientos demuestran que este es y será el verdadero campo de juego en el que se disputará el liderazgo del futuro. 

La máquina alumbrada ahora por el Instituto Weizmann es de cinco qubits, equivalente al nivel alcanzado por IBM cuando esta compañía comenzó a ofrecer computación cuántica como un servicio en la nube. La nueva y más avanzada, que ya está diseñando y construyendo el equipo del profesor Ozeri, está programada para funcionar con 64 qubits, y a la que ya se ha dado nombre anticipadamente: WeizQC, en homenaje a aquella primera computadora de 1950, cuando en el recién nacido Estado de Israel “no había más que pantanos y camellos”.