El exjefe de Gobierno marroquí Abdelilá Benkirán lanzó críticas contra el movimiento feminista de mujeres progresistas que aboga por la igualdad de género; ya que considera que su objetivo es destruir la sociedad, calificando de “ignorantes” a las demandantes de igualdad. Argumentó su punto de vista por el hecho de que la familia en Occidente fue aniquilada por una serie de conceptos, y pidió a las mujeres del partido armarse de valentía para enfrentar sus amenazas hacia Marruecos considerándolas “milicias defensoras de la referencia”.
La instancia encargada de la reforma del Código de Familia ha comenzado a recibir las diversas propuestas de las asociaciones de la sociedad civil, incluidas las sugerencias de las organizaciones de mujeres. Lo cual suscitó un rechazo categórico de los radicales, encabezados por los que declararon, en un encuentro comunicativo con la organización de mujeres del Partido Justicia y Desarrollo, que “en las relaciones conyugales y las relaciones sexuales entre hombres y mujeres la igualdad no es posible”; preguntando “cómo equiparar a quien disfruta en minutos con el que destruye su vida”, se refiere a las relaciones sexuales fuera del matrimonio que tienen sus repercusiones sobre la mujer.
Las organizaciones de mujeres progresistas aspiran a presionar al Comité Consultivo encargado de modificar el Código de Familia para que adopte el mayor número de sus reivindicaciones, sobre todo las demandas delicadas de la igualdad y la herencia, que siguen siendo rechazadas por los islamistas, liderados por el secretario general del Partido Justicia y Desarrollo, Abdelilá Benkirán.

“Hay madres que me preguntan cómo comportarse ante las personas que manipularon a sus hijas, mientras que (las personas que solicitan despenalizar las relaciones sexuales fuera del matrimonio) no quieren más que arruinar la sociedad, y la que paga los platos rotos es la mujer que ha sido derrotada desde que introdujeron el concepto de la igualdad”, según explicó Benkirán.
Teniendo en cuenta que el islam sigue siendo el principal marco de referencia del Código de Familia, el movimiento feminista progresista pide “una reforma integral del Código de Familia a fin de transformarlo en una ley civil basada en la igualdad de género en todas sus partes”.
Durante su reunión con el comité encargado de enmendar el Código de Familia, la Unión Feminista Libre propuso “incluir la igualdad entre hombres y mujeres en la cuestión de la herencia y levantar la prohibición de la herencia entre musulmanes/musulmanas y no musulmanes/no musulmanas”.
Khadiya Tahiri, miembro de la Unión Feminista Libre, dijo que “el principio fundamental que debe aplicarse es garantizar la igualdad y la no discriminación, de conformidad con el espíritu de la Constitución y las obligaciones internacionales de Marruecos, en particular la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la Convención sobre los Derechos del Niño”.
Sin embargo, según Benkirán, "el islam no iguala entre hombres y mujeres, sino que considera al marido responsable de lo que le sucede naturalmente"; alabando el trabajo realizado por las mujeres por cuidar a sus familias y trabajar fuera del hogar.

El secretario general criticó a los militantes que reivindican la igualdad de género, diciendo que “la sociedad no es Simone de Beauvoir (uno de los símbolos de la emancipación de las mujeres), Latifa Jbabdi (activista marroquí de los derechos humanos y líder de la Unión Socialista) y Amina Bouayach (presidenta del Consejo Nacional de Derechos Humanos), sino la sociedad es el conjunto de mujeres que entienden esto sin poder hablar de ello”.
Benkirán volvió a la postura opositora con la que había enfrentado el Plan Nacional para la Integración de la Mujer en el Desarrollo, declarando que “entramos en una batalla y la ganamos, pero hay quienes exigen cosas como la anulación de la wilaya (tutela), de modo que la mujer puede casarse sin tutor”.
Ha sido la misma posición que adoptó con respecto al reparto de los bienes adquiridos durante el matrimonio, considerando que el establecimiento de este principio haría que los hombres se mostraran reacios a casarse, y provocaría para los que se casan problemas que los llevarían a los tribunales.
“Estas personas (demandantes de reformas) son realmente ignorantes”, dijo en su declaración; además, no hay un límite máximo a las enmiendas que el Estado introducirá al Código de Familia, y el rey Mohamed VI afirmó que “no permitirá lo prohibido (haram) ni prohibirá lo permitido (halal)”. Lo cual aclaró que no se sacará nada de los artículos definitivos argumentados por textos indiscutibles; sin embargo, las organizaciones con inclinación progresista se aferran a una revisión “radical” del Código de Familia”, agregó Benkirán.
Durante su reunión con el Comité Consultivo encargado de enmendar el Código de Familia, los responsables de la Unión Feminista Libre confirmaron que “la equidad para la mujer en el Código de Familia debe basarse en la abolición del concepto de tutela”, según dijo Tahiri.

En una declaración al periódico marroquí Hespress, Tahiri afirmó: “Hemos pedido la abolición del concepto de tutela en el Código y en todas las demás leyes, porque mantenerlo significa conservar una serie de artículos que consagran la dependencia de la mujer al hombre, en la manutención, el divorcio, el matrimonio y la división de bienes...”.
Además de quitar la prohibición de la herencia entre musulmanes y no musulmanes, la Unión abogó por levantar la prohibición de matrimonio entre las mujeres marroquíes musulmanas y los hombres no musulmanes. “La ley otorga a los hombres musulmanes el derecho a casarse con mujeres no musulmanas, pero prohíbe a las musulmanas casarse con hombres no musulmanes, y exigimos la igualdad de género”.
La reivindicación de conceder a las mujeres marroquíes el derecho a contraer matrimonio con hombres no musulmanes “no es un lujo intelectual, ya que hay marroquíes musulmanes casados con mujeres no musulmanas, especialmente miembros de la comunidad marroquí que viven en el extranjero, y la legislación actual da lugar a unas prácticas desiguales, en virtud de las cuales los no musulmanes están obligados a testificar de manera convincente o sólo con el propósito de contraer matrimonio; lo que afecta también la libertad de creencias”, continuó Tahiri.
Durante la preparación del actual Código de Familia por el Comité Consultivo encargado de enmendar el Código del Estatuto Personal, las obstáculos temporales al matrimonio previstas en el artículo 39 del actual Código, incluidos el matrimonio entre mujer musulmana y hombre no musulmán, han sido confirmados por consenso de los miembros del Comité; de modo que el contenido del capítulo 29 del Código del Estatuto Personal se mantuvo tal cual después de leves modificaciones a nivel de la formulación; según el libro “Trabajos preparativos del Código de Familia”.

“El matrimonio de un musulmán con una no musulmana, y una musulmana con un hombre no musulmán, a menos que sea cristiana o judía”, ha sido incluido en “los impedimentos temporales del matrimonio mixto”; conforme al artículo 39 del Código de Familia. Un artículo que se mantendrá lejos de cualquier modificación; ya que la prohibición está respaldada por un texto del Corán (No os caséis con mujeres asociadoras hasta que crean. Una esclava creyente es mejor que una asociadora, aunque esta os guste más. No os caséis con asociadores hasta que estos crean. Un esclavo creyente es mejor que un asociador, aunque este os guste más) Sura Al-Báqarah (La Vaca), Aleya 221, recalcó Abdelilá Benkirán.
Pese a todo, el movimiento feminista progresista sigue apostando por “el derecho de las mujeres y los hombres a disfrutar de las mismas condiciones en materia de matrimonio”, según declaró Rachida Tahiri, miembro del Partido Progreso y Socialismo; señalando que los matrimonios de marroquíes con las no musulmanas (cristianas o judías) también plantean un problema relativo a la herencia, ya que no garantiza el derecho de la esposa a su parte de la herencia de su marido, preguntando “¿No es pura injusticia?”
La brecha entre el movimiento feminista y la corriente islámica parece estar ampliándose con la revisión del Código de Familia. Benkirán había pedido retirar el divorcio por disensión (atliq li a-siqaq) estipulado en el Código de Familia porque, según él, es el factor que había aumentado la tasa de divorcios.
En esta misma línea relacionada con la vida conyugal, Benkirán se opuso a la reivindicación de prohibir el matrimonio de menores, diciendo que “cuando una niña estudia, está bien, pero ¿cómo rechazar el casamiento para esa chica campesina cuyo padre no tiene medios económicos para mantenerla y ella ya se considera una mujer en ese entorno?”, se preguntó concluyendo que “si se rechaza contraer matrimonio hasta que cumpla los 18 años, ¿volverá a pedir su mano de nuevo?, y si ya no, ¿sobre quién recae la culpa y quién asume la responsabilidad de esa chica?”.