La invasión de Ucrania no está yendo como esperaba el presidente ruso Vladimir Putin. A un mes desde que comenzase la guerra, las tropas rusas todavía no se han hecho con el poder de Kiev. Sí controlan ciudades como Jersón, Melitópol, Berdyansk o Konotop, aunque hay otras que continúan resistiendo a la ofensiva a pesar de los constantes bombardeos y combates, como Cherníhiv, Járkov o Mariúpol, localidad que está siendo “reducida a cenizas”, según el líder ucraniano, Volodimir Zelensky.
Urban warfare continues in Mariupol-Ukraine's last foothold on the shores of Azov Sea. The footage reportedly shows a DPR(Donetsk People's Republic) tank firing against unknown targets, likely in high-rise apartment blocks. pic.twitter.com/1jKroLg7MC
— RIC (@rhoint_en) March 19, 2022
Esto demuestra un estancamiento en el desarrollo de la invasión rusa. Informes del Ministerio de Defensa británico sugieren que, puesto que Moscú todavía no ha conseguido sus objetivos, el Ejército ruso comenzará una guerra de “desgaste”; algo que probablemente suponga el uso indiscriminado de “la potencia de fuego”, un escenario que ya se ha producido durante el pasado fin de semana con el uso de misiles hipersónicos por parte de Rusia. Por otra parte, tal y como advierte Londres, esta nueva etapa provocará un aumento de bajas civiles, mientras que la crisis humanitaria se intensificará.

En este punto coincide el analista Frederick W. Kagan del Instituto de Estudios de Guerra (ISW), quien señala que el estancamiento durante una contienda “a menudo implica grandes y sangrientas batallas”. Kagan recuerda que algunas de las batallas más largas y violentas de la Primera Guerra Mundial, como las de Somme, Verdun y Passchendaele se produjeron en condiciones de estancamiento.
La guerra en Ucrania está llegando a un punto muerto. Pero la guerra no ha terminado y es probable que no termine pronto. Asimismo, tampoco está claro el resultado de esta, tal y como explica Kagan.

Con el objetivo de superar este estancamiento, Moscú podría solicitar ayuda a algunos de sus aliados. La semana pasada, Estados Unidos aseguró que Rusia había pedido ayudar militar y económica a China en la guerra de Ucrania, aunque tanto como Pekín y Moscú negaron tales afirmaciones. Posteriormente, autoridades estadounidenses, incluyendo el presidente Joe Biden, advirtieron a sus homólogos chinos de las represalias que tendría cualquier tipo de apoyo armamentístico al Kremlin.

Por el momento, tal y como ha afirmado el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, no existen evidencias de que Pekín haya proporcionado armas a Moscú. No obstante, Sullivan ha asegurado que Washington continuará supervisando este asunto.
⚡️The video from a security camera of the Retroville shopping mall in Kyiv allegedly shows the recent attack in the capital's Podil district.
— The Kyiv Independent (@KyivIndependent) March 20, 2022
Video: Proof of war in Ukraine/Telegram pic.twitter.com/6vTiQKhXOW
Con China fuera de juego, la otra posible baza de Putin es Bielorrusia, importante aliado del Kremlin. El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, ha defendido la invasión rusa desde que comenzó el pasado mes de febrero ya que, de acuerdo con el mandatario, las tropas ucranianas se estaban preparando para atacar “no solo el Donbás sino también a Bielorrusia”.

Días después de que Moscú iniciase la ofensiva, Minsk se deshizo del estatus no nuclear a través de un referéndum, permitiendo a Rusia trasladar armas nucleares a su territorio. En esta línea, Bielorrusia también ha autorizado al Ejército ruso lanzar ataques contra Ucrania desde el país y usar algunos de sus aeródromos.
Recientemente, el periodista Jack Detsh de Foreign Policy ha publicado en su cuenta de Twitter una imagen satelital donde se aprecian tropas rusas en el sur de Bielorrusia, tan solo 29 kilómetros de la frontera con Ucrania. La foto “indica que se están instalando nuevas tiendas de campaña y equipos militares en el pueblo de Dublín”, escribe Detsh.

Pero este apoyo podría ir más allá, según advierten Estados Unidos y la OTAN. Según afirmaron funcionarios militares de la Alianza a CNN, Minsk podría unirse “pronto” a Rusia en su guerra contra Ucrania, aunque esto también “desestabilizaría” Bielorrusia. De acuerdo con las fuentes, cada vez es mas “probable” que esto ocurra.
“Putin necesita apoyo. Cualquier cosa sería de ayuda”, declaró. En este sentido, Moscú también ha anunciado que facilitará el traslado de cualquier combatiente de Oriente Medio que desee unirse a la ofensiva sobre Ucrania
Otro alto funcionario de inteligencia de la OTAN informó al medio de comunicación estadounidense que la Alianza evalúa que el régimen de Minsk “esté preparando el escenario para justificar una agresión contra Ucrania”.

Las fuentes no detallaron de qué manera podría intervenir Bielorrusia. Sin embargo, explicaron que Rusia podría intentar cortar la ayuda militar de la OTAN que llega a Ucrania desde su frontera occidental, algo en lo que coincide el general del servicio de seguridad de Ucrania (SBU), Vikton Yagun, quien afirma que los posibles objetivos de Minsk serían Volodymyrets en la región de Rivne, así como Kovel y Lutsk. “Estas son las arterias principales para el suministro de armas de Occidente”, subraya Yagun, tal y como recoge el medio local Vechirniy Kyiv.
No obstante, no es el primer aviso de este tipo. A finales de febrero, pocos días después de que comenzase la invasión, un miembro de la inteligencia ucraniana sugirió a CNN que Bielorrusia estaba “dispuesta a participar, tal vez, directamente”. La fuente ucraniana también indicó que el Gobierno de Lukashenko permitiría a las tropas rusas usar el territorio nacional y cruzar su frontera, algo que efectivamente ha ocurrido.
#Kherson right now, #Russian invaders firing on civilians in the streets. pic.twitter.com/rBrwILnbPv
— Giorgi Revishvili (@revishvilig) March 21, 2022
Por otra parte, Yagun, también ha advertido que “la posibilidad de una invasión de Bielorrusia sigue siendo bastante alta”. El general ucraniano arrojó algunos datos sobre la capacidad militar bielorrusa a través de un canal de televisión. “En total, son de 10 a 15 mil soldados los que pueden lanzarse a Ucrania”, explicó.
Asimismo, Yagun destacó que Lukashenko ya no estaba liderando el Ejército del país, si no que, todas las instituciones de seguridad e inteligencia ahora están bajo el control de Moscú. “Por lo tanto, la función principal del ejército bielorruso ahora es la reserva de retaguardia, proporcionando logística para el ejército ruso”, añade.

La opinión de Ihor Romanenko, un teniente general retirado y exsubjefe del Estado Mayor General de Ucrania, se mantiene en esta línea. Tal y como declara a Al-Jazera, la posibilidad de una agresión bielorrusa es alta “a juzgar por cómo se desarrollan las cosas”.
Romanenko, a diferencia de la OTAN y el general Yagun, considera que las tropas bielorrusas podrían ayudar a las rusas a tomar Kiev, ya que, de acuerdo con el exsubjefe del Estado Mayor General de Ucrania, “la capital es el objetivo principal”.

El propio Lukashenko anunció a través de la agencia estatal Beta que las tropas nacionales se unirían a la invasión “si es necesario”. “Nuestras tropas no están, pero si es necesario, si Bielorrusia y Rusia las necesitan, estarán allí”, declaró.