Las barreras financieras y de seguridad ponen en riesgo el proyecto Ajaokuta-Kaduna-Kano

Argelia afronta dificultades en su apuesta por el proyecto de gas nigeriano

IMAGEN/PRESIDENCIA DE ARGELIA - El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune

Argelia y sus aspiraciones por ganar influencia en el norte de África y Oriente Medio podrían estar en riesgo. El retraso en las obras del proyecto Ajaokuta-Kaduna-Kano provocado por las dificultades financieras y de seguridad en la región suponen un importante revés a la planificación argelina. El Gobierno de Abdelmajdid Tebboune contaba con poder explotar el gasoducto en el primer trimestre del 2023, algo que ya ha descartado. La intención era – y sigue siendo para cuando esté operativo – sacar rédito económico y geopolítico en un contexto de crisis energética global, posicionándose como eslabón en la cadena de suministro ya que este gasoducto transporta de la región sur al norte de Nigeria.

El requisito para poner en marcha el proyecto era que estuviese terminado, al menos en un 70%, algo que aún está lejos de ocurrir. Las autoridades locales acusan una mala gestión que se ha traducido en un encarecimiento general de la factura hasta un 570% más de lo inicialmente estipulado. La incapacidad del Gobierno nigeriano para inyectar fondos adicionales destinados a completar la construcción, así como los riesgos de seguridad fruto de la actividad terrorista en la región – principalmente provocado por Boko Haram –, han ido ralentizando el proyecto hasta el punto de no poder cumplir los plazos que deberían haber permitido su puesta en funcionamiento este primer trimestre.

acuerdos-niamey-algeria-niger-nigeria_0

“El proyecto enfrenta varios obstáculos de financiamiento y seguridad, y está acechado por sospechas de corrupción”, asegura un informe local acerca de los retrasos en su finalización. Además, indica que “la Compañía Nacional de Petróleo de Nigeria insiste en completar el proyecto, ya que su costo ha sido inflado en un 570% lo que amenaza con abandonarlo”. Esto ha provocado que funcionarios de la propia compañía viajen al terreno para comprobar los avances que, efectivamente, no están siendo los esperados en un inicio. No obstante, uno de los efectos positivos que han sido comprobados es que, a pesar del retiro de empresas chinas encargadas de parte del financiamiento, las obras no se detuvieron en ningún momento.

El motivo para que esas compañías chinas abandonaran el proyecto fue ese crecimiento de la factura, según el informe citado previamente: “las instituciones chinas que habrían financiado el 85% del proyecto del oleoducto se retiraron porque el costo de su finalización se infló en un 570%, y que tanto el Banco Industrial y Comercial de China como la Agencia de Seguros de Exportación de China habría aportado 2380 millones de dólares en financiación para el proyecto”. El 15% restante de la financiación correría a cargo empresas nigerianas, lo que se traduce en una cifra cercana a los 420 millones de dólares.

gas-argelia

Este cúmulo de imprevistos se vio agravado precisamente por las informaciones, ahora desmentidas, de que se habían paralizado las obras. Además, esto supone un varapalo para el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, que esperaba poder inaugurar el gasoducto. Sin embargo, a finales de mayo, Tinubu Bola Ahmed asumirá el poder y será el encargado de certificar su puesta en marcha. De esta forma, Abuya, cuyas reservas de gas son las más grandes de todo el continente, cifradas en cinco billones y medio de metros cúbicos, pretende explotar sus recursos gasísticos antes del 2050, fecha marcada en Europa para alcanzar la neutralidad de carbono.

El director ejecutivo de la compañía petrolera estatal de Nigeria, Milli Kyari, aseguró que “hemos perdido algunos cronogramas, pero estamos tratando de ponernos al día”. Lo que está claro es que, a pesar de los esfuerzos, recuperar el tiempo perdido va a ser misión imposible. El propio Kyari apunta a finales de año como la fecha más probable para la inauguración del gasoducto: “Hemos implementado una serie de intervenciones necesarias, incluidos los recursos adicionales necesarios para entregar el proyecto, y para el tercer trimestre de 2023 completaremos toda la tarea de soldadura en la línea, lo que significa que podremos activarla a finales de este año”.

mohamed-vi-buhari-marruecos-nigeria-gasoducto_0

El retraso en el proyecto no es la única preocupación de Argelia en lo que respecta al acercamiento a Nigeria. Marruecos avanza a pasos agigantados en su segundo proyecto compartido con los nigerianos, algo que Argel no pierde de vista. Los de Tebboune no se pueden permitir una nueva pérdida de influencia en una región clave. La situación de crisis que atraviesa el país a nivel social, institucional y de política exterior obliga al Ejecutivo a centrar sus esfuerzos en avances consistentes. De ahí que la omnipresencia del líder regional preocupe a un cada vez más mermado Gobierno de Argelia.