En un hecho sin precedentes, el miércoles 6 de septiembre el director de la tristemente célebre Agencia Central de Inteligencia estadounidense tomó la iniciativa de llamar por teléfono al Jefe del Estado Mayor del ejército argelino. Esta llamada telefónica suscitó numerosos interrogantes entre los observadores políticos

Argelia: la enigmática llamada telefónica del director de la CIA al jefe del Estado Mayor del Ejército argelino

Said Chengriha, jefe del Estado Mayor de Argelia - PHOTO/FILE
PHOTO/FILE - Said Chengriha

La llamada telefónica entre William Joseph Burns, jefe de la todopoderosa CIA, y el general Saïd Chengriha, jefe del Estado Mayor del Ejército argelino, fue anunciada en un escueto comunicado de prensa publicado en la página web del Ministerio de Defensa Nacional y recogido por todos los medios de comunicación argelinos.

A primera vista, cabe preguntarse por los motivos de una llamada del jefe de un servicio de inteligencia (¡y qué servicio!) a un comandante militar. En efecto, existe un servicio de inteligencia en Argelia. La Direction Générale de la Documentation et de la Sécurité Extérieure (DGDSE), cuyo jefe es el general de división Djebbar Mehenna, es la más susceptible de ser contactada por la CIA.

Lo menos que podemos decir es que William Joseph Burns tenía un mensaje de gran importancia que transmitir a los altos responsables argelinos. Buen conocedor de los arcanos del poder argelino y sabedor de que el verdadero jefe no es otro que el Jefe del Estado Mayor del Ejército, hizo suyo el lema que reza "más vale hablar directamente con el buen Dios que con sus santos". Por lo demás, no hay otra explicación para esta extraña comunicación entre dos hombres que no se conocen y que no pertenecen al mismo ámbito.

Burns CIA
William Joseph Burns, director de la CIA

En cuanto al contenido de la comunicación, hay varias hipótesis a tener en cuenta.

En primer lugar, conviene recordar la visita del subsecretario de Estado adjunto de Estados Unidos, Joshua Harris, a Argel el 3 de septiembre, donde fue recibido por el secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores, en ausencia del ministro que se encontraba de gira por Argelia. En el centro de las discusiones entre ambas partes estuvo la cuestión del Sáhara Occidental. Una cuestión que los americanos desearían resolver lo más rápidamente posible.

Esta hipótesis es plausible en la medida en que a los observadores informados no se les escapa que el actual director de la CIA es un diplomático experimentado en los asuntos más complejos, que consigue resolver pacíficamente. No es descartable que pueda contribuir a resolver un asunto que dura ya demasiado tiempo y que, como han señalado numerosos diplomáticos, está siendo perpetuado por el régimen argelino con el único objetivo de distraer a la opinión pública de su país de su mala gestión de los asuntos económicos y sociales, sumiendo a Argelia, a pesar de la inmensa riqueza de su subsuelo, en una pobreza incomprensible. El empobrecimiento ha afectado a amplios sectores incluso de la clase media.

Otra hipótesis para explicar la llamada telefónica del jefe de la CIA al jefe del Ejército argelino es el incidente que tuvo lugar en las fronteras marítimas argelino-marroquíes, que costó la vida a dos jóvenes navegantes marroquíes en violación del derecho internacional. El incidente podría haber desencadenado un conflicto armado en un momento de tensión marcado por múltiples provocaciones por parte argelina por las razones expuestas anteriormente.

En cualquier caso, la llamada telefónica estadounidense fue seguida pocos minutos después por una reunión de urgencia convocada por el general Chengriha. A la reunión asistieron los jefes de los tres cuerpos de seguridad, la DGSI (seguridad interior), la DGDSE (seguridad interior), la DCSA (seguridad del ejército) y la Gendarmería Nacional, además del Secretario General del Ministerio de Defensa Nacional. Un auténtico consejo de guerra al que no fue invitado el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa Nacional, Abdelmadjid Tebboune, que es también presidente de la República. Otra rareza.