Palestinos y policías israelíes han protagonizado este jueves nuevos disturbios en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, cuando decenas de colonos, respaldados por las propias autoridades, han asaltado la mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado para el islam. Varios medios palestinos han confirmado que las fuerzas israelíes han atacado a los fieles y les han disparado con bolas de goma. La Policía israelí cerró las puertas de la sala de oración de Qibli a los fieles que estaban dentro, mientras obligaba a decenas a abandonar la mezquita.
Varios vídeos publicados posteriormente muestran a grupos de palestinos gritando “Dios es el más grande” y “con espíritu con sangre, redimiremos Al-Aqsa” ante el paso de los colonos y fuerzas israelíes.

Los grupos de colonos anunciaron su intención de asaltar la Mezquita Al-Aqsa e izar banderas israelíes en la mezquita, coincidiendo con el Día de la Independencia de Israel. Sin embargo, los palestinos emitieron llamamientos para la peregrinación a la mezquita. Así lo hizo el movimiento Fatah en Cisjordania que alentó a una movilización: “Llamo a nuestro pueblo a ir mañana a Al-Aqsa, a realizar en él la reclusión, y a izar la bandera de Palestina en los patios de la mezquita, en rechazo a las reiteradas incursiones de los colonos en sus patios”.
Junto a ello, la Autoridad Nacional y de Acción Civil en Al-Quds transmitió en un comunicado un llamamiento a los palestinos a “que no duden en estar en la bendita Mezquita de Al-Aqsa, especialmente en la oración de la mañana y del mediodía”.

Por su parte, el grupo Hamás ha afirmado en un comunicado que “la irrupción de grupos de colonos sionistas en la Mezquita de Al-Aqsa bajo la protección de los soldados de ocupación supone un peligroso aumento de las tensiones y una provocación directa”.
A esta jornada también ha acudido el parlamentario Yomtob Kalfon, miembro del partido derechista Yamina, encabezada por el primer ministro, Naftali Bennett. En una publicación de su red social Twitter, Kalfon hacía pública una fotografía suya en la Explanada de las Mezquitas mientras escribía “feliz día de la Independencia”.
Por su parte, la Policía israelí ha indicado en un comunicado haber “repelido revoltosos que lanzaron proyectiles en la Explanada de las Mezquitas”. También han afirmado que “no ha habido cambios inesperados en los sistemas seguidos durante muchos años en los lugares sagrados”.

Desde mediados de abril, se han producido recurrentes enfrentamientos entre policías israelíes y manifestantes palestinos, que han causado al menos 300 heridos, en su gran mayoría palestinos. Estos disturbios han ocurrido durante la coincidencia del Ramadán, la Semana Santa cristiana y la Pascua judía, pero los enfrentamientos de este jueves han coincidido también con el 74º aniversario de la creación del Estado de Israel, según el calendario hebreo. No obstante, este aumento de la tensión se acentuó hace dos semanas cuando las fuerzas israelíes atacaron la Franja de Gaza tras el disparo de un cohete, por parte del grupo Hamás, desde el enclave palestino hacia Israel.

Durante estas semanas muchos países se han postulado frente a estos enfrentamientos, entre ellos Marruecos. No obstante, Argelia ha obstruido la adopción de una declaración del Grupo Árabe en Nueva York, relativa a la reciente agresión israelí contra los lugares sagrados de la Ciudad Santa, por la única razón de que se refiere al Comité de Al-Quds de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), que preside el rey Mohamed VI.
La delegación palestina ha hecho circular este comunicado para su aprobación por el Grupo Árabe de Nueva York. Todos sus miembros han apoyado este texto con la excepción del embajador de Argelia, quien se ha opuesto a la referencia al Comité Al-Quds.

El embajador y representante permanente de Marruecos ante la ONU, Omar Hilale, condenó energéticamente lo que calificó como “una maniobra argelina para atacar a Marruecos y sus símbolos”. Hilale también afirmó que “no está ni en los hábitos, ni en la ética, y menos en las habilidades de los embajadores árabes en Nueva York, para comentar o criticar las responsabilidades delegadas a los jefes de Estado y de Gobierno árabes”.