Aumentan las tensiones entre Turquía e Irán

Ankara y Teherán han citado a sus respectivos embajadores tras la escalada de las tensiones entre ambos. El Ministerio de Asuntos Exteriores turco convocó al embajador de Irán en Ankara, Muhammed Ferazmend, tras los comentarios del embajador de Irán en Irak, Iraj Masjedi, sobre la presencia turca en el norte de Irak; mientras que el régimen de los ayatolás convocó al embajador turco en Teherán, Derya Örs.
El cónsul iraní en Bagdad, Iraj Masjedi, aseguró que Ankara “estaba luchando contra el PKK, cuyo objetivo es la estabilidad, seguridad y soberanía de Irak”, y añadió que Turquía debía respetar la soberanía de Irak y no llevar a cabo operaciones militares transfronterizas.
“Rechazamos la intervención militar en Irak y las fuerzas turcas no deben suponer una amenaza ni violar el suelo iraquí”, declaró Masjedi. Irán no acepta “en absoluto" ninguna intervención o presencia militar extranjera en Irak, añadió el embajador, “y, por tanto, creemos que los turcos deben volver a su posición internacional”. Ankara, por su parte, rechazó las declaraciones de Masjedi ante la visita de Ferazmend. Según el Ministerio turco, Irán debe apoyar a Turquía en su lucha contra el terrorismo.

El régimen iraní convocó al embajador turco en Teherán, Derya Örs, al Ministerio de Asuntos Exteriores como respuesta a Turquía. Asimismo, la causa de la convocatoria también respondía a las declaraciones proferidas por el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, en sede parlamentaria.
Soylu declaró la presencia de activistas kurdos en Irán. En concreto, el ministro del Interior aseguró que Irán alberga a un total de 525 terroristas del PKK. Una acusación que las autoridades persas rechazaron. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Saeed Khatibzadeh, tildó los comentarios de inaceptables y advirtió que iban en contra de los esfuerzos de cooperación entre ambos países.
Ankara ha llevado a cabo intensas incursiones aéreas y terrestres en el norte de Irak desde el verano de 2020, en el marco de las operaciones Garra Águila y Garra Tigre, contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y sus bases en la región, considerada como organización terrorista por Turquía y la Unión Europea.

Estas operaciones han provocado la indignación de Bagdad por las violaciones territoriales de las fuerzas de seguridad turcas. Ankara, sin embargo, ha continuado con los ataques aéreos en la región del Kurdistán iraquí para descabezar la organización del PKK.
La última incursión de Turquía comenzó el pasado 10 de febrero y finalizó cuatro días después, tras la muerte de 13 personas en poder del PKK. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió la ampliación de las operaciones contra la organización después del fracaso del operativo.
Las autoridades turcas tienen como principal objetivo el cuartel general del PKK en Qandil, y en la región iraquí de Sinjar, donde el grupo kurdo se afianzó después de que Daesh lanzara una ataque mortal contra la población local yazidí en 2014. Sinjar cuenta actualmente con sus propias fuerzas armadas, establecidas entonces por el PKK.
La organización cuenta con pequeños campamentos base repartidos en las zonas montañosas del este y el sureste de Turquía, de mayoría kurda. No obstante, el campamento principal está en las montañas iraquíes de Qandil. El Gobierno Regional del Kurdistán (GRK), controlado por el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), quiere eliminar la influencia del PKK sobre Sinjar, así como del resto de fuerzas no oficiales para establecer nuevas bases contra el grupo kurdo.

El PDK considera que el PKK es responsable de los civiles muertos en las operaciones militares turcas, y el líder del PDK, Masoud Barzani, ha solicitado al Partido de los Trabajadores que abandone la región para evitar una nueva escalada con Turquía en noviembre.
“¿Qué tiene que ver Sinjar con Turquía?”, declaró Masjedi. “No tiene ninguna relación con Turquía para amenazar o tomar una decisión al respecto. Por lo tanto, rechazamos cualquier amenaza, ya sea de Turquía o de cualquier otra parte”. El embajador de Irán en Irak reconoció que desde Teherán se apoya “cualquier decisión y acuerdo” que contribuya a la seguridad de la región de Sinjar, cuyo pueblo “ha sufrido mucho, en particular por parte de Daesh”.
El embajador turco en Bagdad, Fatih Yıldız, respondió a los comentarios de Masjedi a través de Twitter: “Creo que el embajador iraní debería ser la última persona en dar lecciones a Turquía sobre el respeto a las fronteras de Irak. Responderemos adecuadamente”.