El pasado 10 de febrero de 2022, la BBC denunció a Irán ante la ONU por el acoso y las amenazas que sufren sus periodistas en el país. Esta denuncia llega un año después de que Irán fuera acusado de realizar operaciones ilegales contra los profesionales de la información.
Según un comunicado de la BBC, la queja nace tras más de una década de ataques a los periodistas persas de la cadena inglesa y a sus familias. Además, en este se menciona que estos “periodistas no han podido regresar a Irán por temor a ser arrestados, mientras que sus familiares han sido objeto de prohibiciones de viaje, interrogados y detenidos arbitrariamente”.

Las responsables en realizar la denuncia fueron Liliane Landor, controladora sénior de BBC International News y directora de Servicio Mundial, y Rozita Lotfi, jefa de BBC News Persian. Quienes se dirigieron a la Tercera Conferencia Global para la Libertad de Medios, que se llevaba a cabo en Tallin, para solicitar la acción de la ONU ante esta situación.
Según el comunicado de la BBC, en esta denuncia se incluyen todas las situaciones a los que sus trabajadores y la cadena se ven expuestos, como el “aumento y continuación de los ataques y la violencia en línea” o una “mayor actividad de inteligencia y contrainteligencia destinada a socavar la reputación profesional de BBC News Persian y sus periodistas”.

Además, en esta se hace un llamamiento “a una acción urgente de los expertos de la ONU, para que se comunique el asunto a Irán y que se plantee la protección de los periodistas persas de BBC News en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.
Landor explicaba que “la BBC seguirá defendiendo a sus periodistas, que deberían tener la libertad de realizar su trabajo sin temor a amenazas o intimidación hacia ellos o sus familias en Irán”.
Caoilfhionn Gallagher QC y Jennifer Robinson, consejera del Servicio Mundial de la BBC, declaraban que sabían “por acciones pasadas de Irán, que están dispuestos a tomar medidas transfronterizas y letales para silenciar a sus críticos, y que percibe al periodismo independiente sobre Irán como un riesgo para su poder”. También agregaron que "el Consejo debe tomar medidas rápidas y enérgicas para hacer que Irán rinda cuentas y garantizar que los periodistas persas de BBC News puedan informar sin temor”.
Según informa la BBC, el medio BBC News Persian cuenta con “una audiencia global semanal de casi 22 millones, incluidos alrededor de 13 millones en Irán, donde el servicio está prohibido”.
Los ataques a periodistas en Irán no son nuevos, tampoco las denuncias ante la ONU explicando la privación de libertad de prensa en el país. Es por eso por lo que a estas denuncias se sumó el apoyo de Paul Siegert, el organizador de transmisiones nacionales de la Unión Nacional de Periodistas – conocida por NUJ, por sus siglas en inglés-, quien lamentaba la triste situación a la que se enfrentan los periodistas en Irán solo por ejercer su trabajo.
También Sierget hizo mención a que, una vez más, realizarán “un llamado al Gobierno iraní para que ponga fin a este comportamiento inaceptable”.
Previamente a la denuncia de la BBC, el secretario general de la ONU y sus relatores especiales ya habían expresado su preocupación ante la situación en la que se encuentra el personal de la BBC, y advirtieron de que estas acciones infringían el derecho internacional relativo a los derechos humanos.
Esta denuncia no es la primera medida que lleva la cadena inglesa contra Irán. El pasado mes de junio, la BBC ya había realizado una queja ante la ONU sobre esta situación. Tras esta situación, el país acusó a la cadena de realizar acusaciones falsas contra ellos para alentar el derrocamiento del Gobierno iraní.