El secretario general del partido reforzó el vínculo con el aspecto islamista de la formación política

Benkirán frena las exigencias de reformas en el PJD

photo_camera Abdelilah Benkirane

Las aguas siguen bajando revueltas en el Partido de la Justicia y el Desarrollo de Marruecos, la formación islamista que perdió las últimas elecciones generales ante la Reagrupación Nacional de Independientes (RNI), que bajo el liderazgo de Aziz Akhannouch dirige ahora el Gobierno del país norteafricano. 

El nuevo secretario general del PJD, Abdelilah Benkirán, que volvió al cargo tras sustituir al anterior líder y ex primer ministro Saad Eddine El Othmani, quien tuvo que dejar su cargo tras la última dura derrota electoral, ha impuesto, según diversos analistas, una línea poco flexible dentro del partido a pesar de las voces internas que han reclamado en los últimos tiempos una reforma interna. 

Abdelilah Benkirán bloquea de esta manera cualquier corriente de reforma dentro de su formación y ha afirmado la adhesión del partido a sus convicciones estratégicas y a la raíz islámica de la formación durante la última reunión del Comité Nacional del PJD. 

El máximo responsable del PJD indicó que el partido no variará sus convicciones estratégicas, incluida la fuerte unión “a la referencia islámica, con diligencia, por supuesto, y renovación", como recogió el medio Al Arab.  "Si quieres cambiarlo, busca a alguien más", añadió Benkirán en su discurso en la primera reunión del Comité Nacional del partido después de su conferencia extraordinaria.

Abdelilah Benkirán

El dirigente marroquí tuvo unas polémicas declaraciones en torno a los homosexuales. "Pero no nos esforzaremos para que los homosexuales declaren públicamente la desobediencia de Dios, y quien lea el Sagrado Corán vea la historia de Lot, la paz sea con él, repetida y aclarada", y añadió: "¿Qué diligencia? ¿Trataremos a los homosexuales como a Europa?" El secretario general del Partido Justicia y Desarrollo afirmó que "los homosexuales siempre han estado en el mundo, el mundo islámico y Marruecos, pero han estado ocultando su parentesco, y si hablan, serán responsables ante la ley", reseñó según el medio Al Arab. 

Después de la última grave derrota electoral del pasado 8 de septiembre, varios militantes del partido exigieron reformas dentro del mismo y la aplicación de nuevas tesis en referencia a la relación del partido con la sociedad y el propio Estado marroquí. 

Entre las voces más destacadas que pidieron reformas está Abdelali Hami El-Din, quien destacó que el abandono de la etapa del "Islam político" en dirección hacia la etapa del "Islam pospolítico" sigue siendo un imperativo para lograr la integración, algo que no se puede alcanzar con postulados de la generación pasada, como informó el medio Al Arab. Hami El-Din destacó que hay que superar barreras culturales y psicológicas con ciertos grupos políticos y sociales que tienen otras opciones de vida para no alejarse de un sector de la sociedad. 

Benkirán no parece cerca ahora de entender los últimos resultados electorales y una posible desconexión del partido con la realidad social marroquí. "No entendimos los resultados de las recientes elecciones ... Por supuesto que estoy dispuesto a aceptar la pérdida de mi partido, pero no estoy dispuesto a aceptar el éxito de otros partidos", señaló el secretario general del PJD. 

Benkirán se preguntó: "¿Cómo puede un partido pasar de 300.000 votos a 3 millones de votos de la noche a la mañana?" “¿Cómo lo lograron?”. El secretario general del PJD señaló que no entiende estos resultados, en referencia al varapalo sufrido ante el RNI de Aziz Akhannouch. 

Saad Eddine El Othmani y Abdelilah Benkirán

La derrota en las elecciones del 8 de septiembre provocó la dimisión de Saad Eddine El Othmani como secretario general del PJD y la salida de su cúpula directiva después de una década en el poder, al que llegaron con la corriente favorable de la Primavera Árabe y con postulados cercanos a los Hermanos Musulmanes, organización radical islamista que es considerada terrorista por diversos países como Egipto, como señalaron diferentes expertos. 

Las últimas elecciones supusieron la salida de los islamistas del Ejecutivo y la llegada de un nuevo Gobierno más liberal dirigido por Aziz Akhannouch, que, de momento, ha empezado con buen pie teniendo en cuenta los últimos datos políticos y económicos positivos que está obteniendo Marruecos. 

La pérdida de apoyos de los tradicionales votantes del Gobierno islamista de Saad Eddine El Othmani tuvo que ver con decisiones como el establecimiento de lazos diplomáticos de Marruecos con Israel siguiendo la estela de los Acuerdos de Abraham, el refuerzo del francés en la educación y los difíciles momentos atravesados durante la pandemia de COVID-19.

Ya en este contexto, el pasado mes octubre, tras la celebración de un Congreso extraordinario para escoger al nuevo secretario general, el carismático Abdelilah Benkirán regresaba a la dirección del PJD. El político fue elegido por una mayoría del 81% de los votos con el objetivo de reflotar el partido y aunar esfuerzos. Aunque ha sido criticado por la falta de aplicación de mecanismos democráticos para renovar el partido y es señalado por intentar aglutinar el poder de la formación. 

También se ha hablado en los medios de las diferencias que tuvo en el pasado Benkirán con el rey Mohamed VI, lo cual le fue distanciando de la primera fila del escenario político marroquí hasta ahora; todo ello en contraposición con la buena relación del monarca alauí con el actual primer ministro Aziz Akhannouch, lo cual muestra la buena sintonía actual entre la Monarquía y el Gobierno. 

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