Días antes de comenzar su viaje por Oriente Medio, y en concreto a Arabia Saudí, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se dirige a los norteamericanos y al mundo a través de una columna publicada en el diario Washington Post.
En su columna, el 46º presidente de los Estados Unidos explica las razones por las que su viaje es importante para mantener la estabilidad en la región y la seguridad dentro de las fronteras estadounidenses. La visita de Biden fue objeto de críticas tras confirmarse, además de ser un tema complicado debido al cubo de agua fría que supuso el asesinato del periodista Jamal Khashoggi para las relaciones entre la monarquía del Golfo y los Estados Unidos.
Coordinador de América: José Antonio Sierra.
Tal y como lo describe Biden, su viaje será el primero de un presidente de los EE. UU. a Oriente Medio sin que haya tropas americanas en misiones de combate en la región desde el 9/11. “Es mi objetivo que esto siga así”, asegura Biden en su columna.

“Un Oriente Medio más seguro e integrado beneficia a los estadounidenses de muchas maneras. Sus vías navegables son esenciales para el comercio mundial y las cadenas de suministro de las que dependemos. Sus recursos energéticos son vitales para mitigar el impacto de la guerra de Rusia en Ucrania en los suministros mundiales. Y una región que se está uniendo a través de la diplomacia y la cooperación -en lugar de separarse a través del conflicto- es menos probable que dé lugar a un extremismo violento que amenace a nuestra patria o a nuevas guerras que puedan suponer una nueva carga para las fuerzas militares estadounidenses y sus familias”, prosigue el presidente Biden en su mensaje.
A lo largo de su exposición, el presidente hizo varios guiños de ojo a la administración del anterior ocupante de la Casa Blanca. El mensaje que quiso mandar Biden a través de su columna refuerza su narrativa de experimentado líder en la escena internacional frente a las decisiones estériles de Trump. Hace recurso de la estrategia política que califica lo “heredado del anterior Gobierno” como una pesada carga que dificulta la gobernanza actual.
El presidente presenta la guerra de Yemen, los esfuerzos por alcanzar un pacto nuclear con Irán y la retirada progresiva de tropas de Irak como algunos de los principales puntos que más atención requieren en la agenda de los servicios exteriores de la Casa Blanca. Biden hace repaso de algunos de los logros de su administración en estabilizar Oriente Medio, antes de llagar al punto de Arabia Saudí.

“Sé que hay muchos que no están de acuerdo con mi decisión de viajar a Arabia Saudí. Mis opiniones sobre los derechos humanos son claras y de larga data, y las libertades fundamentales siempre están en la agenda cuando viajo al extranjero, como lo estarán durante este viaje, al igual que en Israel y Cisjordania”, comenta el presidente, valorando también el papel de Arabia Saudí en restaurar el orden y la unidad entre los países del Golfo, un paso que hace mejorar sustancialmente el equilibrio en Oriente Medio. Las relaciones entre los países árabes e Israel se normalizan poco a poco y Biden se congratula de ello. Será el primer presidente de los Estados Unidos que volará desde Israel hasta Jeddah.
De acuerdo con los analistas consultados por Atalayar, este viaje del presidente puede ser el último paso necesario para que Arabia Saudí se sume a los acuerdos de Abraham y que junto con Emiratos Árabes Unidos reconozca el Estado de Israel y comience una profunda cooperación con su Gobierno para hacer prosperar la región y crear un frente común contra el régimen iraní. “Es cuestión de tiempo que las relaciones con Israel se normalicen. Este viaje va a acelerar ese proceso”, afirmaba Sonia Sánchez Díaz, especialista en Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria, a este diario cuando se hizo público el viaje de Biden.
“A lo largo de mi viaje, tendré en mente a los millones de estadounidenses que sirvieron en la región, incluido mi hijo Beau, y a los 7.054 que murieron en conflictos en Oriente Medio y Afganistán desde el 11 de septiembre de 2001”, escribe Biden para concluir, lo que deja claro otra vez que su mensaje está destinado principalmente al electorado y al público estadounidense en un momento en el que la sombre de Trump sigue acechando y está muy presente en la política del país.
Coordinador de América: José Antonio Sierra.