China logra un “Gobierno de reconciliación” palestino

Simultáneamente a la presencia en Washington del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para agradecer a Joe Biden toda la ayuda aportada en defensa de Israel y asegurar ante las dos cámaras legislativas norteamericanas que el país seguirá siendo el gran e imprescindible aliado de Estados Unidos en Oriente Medio, sea quien sea el presidente, catorce organizaciones palestinas se reunían en Pekín bajo la atenta supervisión de Wang Yi, el ministro chino de Asuntos Exteriores.
Cinco días de conversaciones intensas han concluido este martes con la firma por parte de los catorce movimientos de su compromiso para la formación de un “Gobierno Provisional de Reconciliación Nacional” para la Franja de Gaza, a instaurar tan pronto como concluya la guerra, según especifica el comunicado final.
Así ha definido el acuerdo el anfitrión chino de la conferencia, Wang Yi, depositario de la primera copia de la declaración firmada por todos los representantes, entre ellos los de las dos organizaciones más poderosas y relevantes: Fatah y Hamás, este último calificado de movimiento terrorista por el propio Israel, Estados Unidos y la Unión Europea. Ambos movimientos eran irreconciliables desde que en 2007 Hamás echó literalmente a Fatah, y por tanto a la Autoridad Nacional Palestina, de la Franja de Gaza, después de las últimas elecciones de 2006, ganadas por Hamás, y los consiguientes enfrentamientos y turbulencias políticas desencadenadas a lo largo de aquel año.

La diplomacia china se considera a sí misma artífice de la aproximación y reconciliación de ambos, aunque mucho tiene qué ver indudablemente la guerra, provocada por la masacre realizada por Hamás en su incursión y ataque del 7 de octubre, respondida desde entonces por Israel con incesantes bombardeos y operaciones de limpieza “para erradicar por completo a Hamás”.
La consecución de este documento de reconciliación de la totalidad de las facciones palestinas cabe enmarcarla también en la estrategia diplomática de China, que a lo largo del último año ha reforzado sus lazos comerciales y políticos con varios países de Oriente Medio, con especial interés y énfasis en los que habitualmente se consideraban tradicionalmente dentro de la influencia norteamericana.
Wang Yi aprovechó la comparecencia ante los medios de comunicación para reafirmar que “si bien la reconciliación es una cuestión interna que atañe exclusivamente a los propios palestinos, aquella no sería posible sin el apoyo de la comunidad internacional”, y que por su parte, “China se limita a desempeñar un papel constructivo en el mantenimiento de la paz y la estabilidad en Oriente Medio”.