López Obrador, Biden y Trudeau celebran la décima Cumbre de los ‘Three Amigos’ con el foco puesto en el proteccionismo del líder mexicano, el volumen récord de migrantes y la epidemia de fentanilo en Estados Unidos

Economía, migración y seguridad: ejes de la cooperación entre México, Estados Unidos y Canadá

photo_camera IMAGEN/POTUS - El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recibe a pie de pista del aeropuerto internacional Felipe Ángeles a su homólogo estadounidense, Joe Biden

López Obrador ha depositado grandes dosis de optimismo en Biden. Después del electrochoque que supuso la Administración Trump para las convulsas relaciones entre Estados Unidos y los países de América Latina, la llegada del demócrata al Despacho Oval ha generado, casi por efecto contraste, ciertas expectativas en los líderes regionales para impulsar la integración a escala continental. 

En concreto, en el presidente de México, uno de los máximos exponentes de la izquierda latinoamericana, cuyo país acoge esta semana la décima Cumbre de Líderes de América del Norte, conocida popularmente como la cumbre de los Three Amigos, determinante para sentar las bases de cooperación en los próximos meses entre México, Estados Unidos y Canadá. 

“Este es el momento para que determinemos acabar con este abandono, este desdén y este olvido por América Latina y el Caribe”, trasladó un quejumbroso López Obrador en su encuentro bilateral con Biden, a quien le encomendó el reto de estrechar lazos entre Washington y el resto de las capitales americanas. “Usted tiene la llave”, remató, dirigiéndose al presidente de Estados Unidos, que aterrizó el domingo en México por primera vez desde que accedió al cargo, concretamente, en el aeropuerto internacional Felipe Ángeles, recién construido a las afueras de Ciudad de México como uno de los grandes proyectos de su sexenio, una infraestructura no exenta de las críticas de la oposición. 

La reunión a tres bandas entre López Obrador, Biden y el primer ministro canadiense Justin Trudeau, el tercero en discordia en llegar a México, tuvo un preámbulo durante la cena del lunes en el Palacio Nacional, la sede del Poder Ejecutivo, ubicada en la megalópolis de Ciudad de México.

Antes, los presidentes mexicano y estadounidense mantuvieron una conversación que comenzó a bordo de la bestia, el Cadillac blindado de color negro que transporta al inquilino de la Casa Blanca. Coincidieron en muchos puntos, pero todavía quedan asperezas por limar. La posición de Trudeau también será importante. 

El proteccionismo de AMLO 

En 2005, la ciudad texana de Waco acogió la primera Cumbre de Líderes de América del Norte. Después de un paréntesis de cinco años forzado por Trump, y casi dos décadas después de aquel primer encuentro, los jefes de Gobierno de México, Estados Unidos y Canadá retoman esta semana la agenda de su último encuentro en Washington. Celebrado en noviembre de 2021, la última cumbre estuvo enfocada en poner fin a la pandemia de la COVID-19, fomentar la competitividad y coordinar una respuesta regional a las problemáticas sistémicas de migración y seguridad. 

“Una visión económica más amplia de América del Norte que incluya normas laborales estrictas, mejores normas medioambientales y tanta actividad económica positiva como sea posible”. Eso es lo que busca Biden en su visita a México, explicado en palabras de su asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan. 

Los vínculos comerciales entre los tres países quedaron solidificados en 1994 con la aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En 2017 dieron comienzo las renegociaciones sobre el contenido del pacto, que incluyeron actualizaciones en materia de industria, trabajo y lucha contra la corrupción.

Justin Trudeau

La reforma del Tratado cuenta con una cláusula de extinción que pone fin al acuerdo al cabo de 16 años, a menos que cada una de las partes manifieste su interés en continuar, así como una revisión conjunta cada seis años tras su aplicación. A las partes les interesa que siga adelante. Desde su entrada en vigor, la región representa un tercio del PIB mundial, y su PIB combinado ha doblado sus números en menos de una década. “La integración regional ha convertido a Norteamérica en una potencia económica”, subraya el informe conjunto publicado por el Consejo de las Américas y la Fundación México-Estados Unidos. 

Pero la alianza comercial dista mucho de ser perfecta. Existen más de una decena de litigios entre las partes. Estados Unidos ha presentado nueve contra México y dos contra Canadá. Canadá, a su vez, ha elevado tres quejas contra Estados Unidos y una contra México, de acuerdo con los datos del Consejo de las Américas y la Fundación México-Estados Unidos. 

La última polémica está relacionada con las políticas energéticas puestas en marcha por López Obrador de corte proteccionista que favorecen a la compañía eléctrica estatal mexicana, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y a la petrolera estatal PEMEX. Estados Unidos y Canadá han presentado una queja formal por considerar que esas políticas suponen una violación del Tratado de Libre Comercio, iniciando un proceso que podría desembocar en sanciones contra México. 

El foco en la migración 

Los niveles de migración están batiendo récords. El servicio de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha registrado un volumen de “encuentros fronterizos”, un término que hace referencia a las detenciones y expulsiones, inédito a lo largo de 2022. “Sin duda, estos encuentros de migrantes, que representan un aumento del 37% con respecto al año fiscal 2021, han desbordado las capacidades de procesamiento, la infraestructura federal y las comunidades fronterizas”, escribe el analista Ariel G. Ruiz Soto en el Migration Policy Institute.

Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden

El reto es enorme, pero parece existir cierto compromiso a nivel regional. En la Cumbre de las Américas celebrada hace unos meses, una veintena de países continentales se comprometieron a abordar la raíz del problema de la migración, como quedó rubricado en la Declaración de Los Ángeles. López Obrador faltó a la cita en señal de protesta por la decisión de Biden de no invitar a los líderes de tres regímenes autoritarios del continente, Cuba, Venezuela y Nicaragua. 

Sin embargo, ambos países han estrechado su colaboración en este marco. De hecho, las conversaciones sobre esta cuestión son constantes entre el secretario de Estado, Antony Blinken, y el canciller mexicano, Marcelo Ebrard. 

México no ha solicitado apoyo financiero a Estados Unidos para contener el grueso de migrantes. AMLO considera que hacerlo laminaría la capacidad de decisión propia del Gobierno, aunque son muchas las voces internas que le exigen dar un paso adelante en este sentido. 

Biden, que visitó un día antes de aterrizar en México el muro fronterizo, ha sido duramente criticado por sus nuevas medidas de seguridad, que conceden a las autoridades la capacidad para expulsar a los migrantes sin permitirles solicitar asilo. El paquete de reformas comprende, además, un acuerdo con México por el que este país acepta la devolución en caliente de decenas de miles de cubanos, nicaragüenses, venezolanos y haitianos que cruzan la frontera hacia Estados Unidos sin autorización.

Joe Biden muro México

“A pesar de las medidas para frenar la emigración, la enorme demanda de mano de obra norteamericana es innegable”, recoge el informe conjunto del Consejo de las Américas y la Fundación México-Estados Unidos. “Se calcula que la economía canadiense perdió 9.600 millones de dólares en 2021 debido a la escasez de mano de obra cualificada en el sector manufacturero. En el mismo año, en Estados Unidos, más de 47 millones de trabajadores renunciaron a sus empleos durante lo que se conoce como la Gran Renuncia, contribuyendo a una brecha de 11 millones de vacantes de empleo, pero solo 6 millones de desempleados. Mientras, 2 de cada 3 empleadores mexicanos reportaron dificultades para encontrar talento en 2022”. 

La lucha conta el fentanilo, la obsesión de Biden 

La cooperación en materia de seguridad entre Estados Unidos y México se cimentó sobre la controvertida Iniciativa Mérida. Lanzado durante el mandato de George W. Bush y Felipe Calderón, el programa traspasó más de 3.000 millones de dólares de las arcas estadounidenses hacia las cuentas de su vecino del sur para combatir el narcotráfico y el crimen organizado. 

La continuidad de la colaboración en materia de seguridad se puso en riesgo con la detención de Salvador Cienfuegos en 2020. El que fuera ministro de Defensa durante el turbulento sexenio de Enrique Peña Nieto fue detenido por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) por un presunto delito de narcotráfico después de aterrizar en Los Ángeles sin previa notificación a las autoridades mexicanas, un hecho que enfureció a López Obrador. En forma de represalia, el Congreso mexicano aprobó una ley que restringía las operaciones de las fuerzas de seguridad extranjeras en México. Washington acabó devolviéndolo a México.

REUTERS/LARS HAGBERG-Vehículos de la aduana de Estados Unidos se paran cerca de una señal que dice que la frontera está cerrada al tráfico no esencial

Con la vuelta a la normalidad, Biden quiere abordar el reto del tráfico de drogas, especialmente del fentanilo, un opioide sintético 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina cuyo consumo está provocando una auténtica epidemia en Estados Unidos. La DEA estima que incautó suficiente fentanilo para 379 millones de dosis potencialmente mortales solo en el último año. La agencia antidrogas ha identificado a los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco como los principales responsables de la producción del fentanilo que fluye hacia el vecino del norte. 

Las fuerzas de seguridad de México han detenido a varios líderes destacados de las organizaciones delictivas transnacionales, el último Ovidio Guzmán, conocido como El Ratón, uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, vinculado al tráfico de fentanilo. Aunque de momento, no será extraditado a Estados Unidos.

Coordinador América: José Antonio Sierra 

Más en Política