El aumento de tensiones en las posiciones turcas en Libia provoca una nueva oleada de deserciones

El aumento de tensiones entre los mercenarios turcos y los comandantes de las milicias pro-Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) han llevado a 700 mercenarios sirios a abandonar sus filas, alegando que estaban en desacuerdo con la participación de la facción en la guerra de Libia, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), una organización con sede en Londres y con una red de informantes en suelo sirio. Cabe destacar, en este sentido, que los milicianos forman parte de la red Sultan Murad. Con este acto, estos combatientes han mostrado su descontento contra la política de la facción de enviar combatientes a Libia para luchar junto con el Gobierno de Al-Sarraj, con sede en Trípoli.
A este descontento se suman las diversas disputas que se vienen produciendo durante las últimas semanas en Siria entre los líderes de la brigada, por un lado, y el líder de la facción, por otro. “Estas disputas están provocadas por las diferencias que existen entre su forma de actuar y la política de liderazgo de la facción”, ha manifestado el SOHR. Así, alrededor de 70 personas se han retirado de sus posiciones en el campo de Ras al-Ain, al noroeste de Hasaka, donde luchaban contra el Ejército sirio.

A finales del mes de abril, el periódico The Arab Weekly informaba de que los mercenarios sirios en Libia, enviados por Turquía y con el sustento de Qatar y los Hermanos Musulmanes, habían comenzado a sublevarse contra los oficiales turcos y los líderes de las milicias leales al GNA.
Además del descontento por sus diferencias a la hora de actuar en el conflicto libio se suma el hecho de que Turquía haya reducido el sueldo de algunos de estos mercenarios. En abril, el SOHR publicó un audio en el que un combatiente sirio pedía a todos aquellos que se estaban pensando ir a Libia a apoyar a las milicias de Sarraj que no lo hicieran, ya que Turquía “no pagaba el salario”, de acuerdo con la información publicada por Al Masdar News.

Los enfrentamientos entre los mercenarios y las milicias leales al GNA han continuado desde entonces, aumentando la tensión en las primeras líneas del frente de batalla. El Centro de Investigación y Estudio de MENA -Middle East & North Africa- ha informado durante las últimas horas de que la crisis entre Turquía y los mercenarios turcos va más allá de la deserción de estos 700 combatientes sirios, ya que varias organizaciones de derechos humanos han indicado que otra facción denominada Faylaq al-Rahman también ha rechazado la solicitud turca de enviar combatientes a Libia, un acontecimiento que ha despertado la furia de la nación euroasiática, que inmediatamente bloqueó la financiación a esta facción.
El SOHR ha asegurado que el régimen turco, liderado por Recep Tayyip Erdogan, continúa enviando mercenarios sirios para que respalden a las milicias del GNA y luchen contra el Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés), liderado por el mariscal de campo, Jalifa Haftar, quien cuenta con el apoyo de Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Rusia.

Además, según esta última actualización, al menos 261 de los 9000 mercenarios que luchan en Libia han perdido la vida durante las últimas semanas. Asimismo, el SOHR ha informado de que estaban “monitoreando la llegada de cientos de combatientes sirios a Libia a través de Turquía. El número de reclutas que han llegado a suelo libio hasta ahora ha llegado a 7.850, incluyendo un grupo de mercenarios que no son sirios, mientras que alrededor de 3.000 reclutas han sido trasladados a los campamentos militares turcos para recibir entrenamiento”, han añadido.
Entre los combatientes de la milicias pro-turcas que habrían muerto en operaciones militares en Libia se encuentran mercenarios de la Brigada al-Muatasem, y la División Sultán Murad, la Brigada de los Halcones del Norte, al-Hazmat y Suleiman Shah, de acuerdo con la organización con sede en Londres. Del mismo modo, los analistas consultados por Mena Media Monitor advierten de que en los próximos días podrían estallar nuevos enfrentamientos armados ente los mercenarios extranjeros y los combatientes libios.

Cabe recordar, en este punto, que Erdogan ha visto en el conflicto de Libia una oportunidad para aumentar su influencia en la región. La violencia en la nación norteafricana ha devastado el país productor de petróleo desde la caída del dictador Muammar Gadafi. Las deserciones en las milicias respaldadas por Turquía se han producido durante una semana en la que una aparente y tensa calma se ha instalado en Libia, después de que el portavoz del Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés) Ahmed al-Mismari anunciase el cese de todas las operaciones militares durante el mes sagrado del Ramadán, advirtiendo de que “cualquier incumplimiento del armisticio será la respuesta del propio LNA ante cualquier tipo de ataque”.