Los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá amenazan con desencadenar una guerra a gran escala

Hezbolá ha incrementado sus ataques contra el norte de Israel en los últimos días, elevando la tensión regional y los temores sobre un conflicto de alta intensidad que tendría consecuencias devastadoras en ambos lados de la frontera
El humo se eleva como resultado de los cohetes lanzados desde el Líbano hacia el norte de Israel, junto a la ciudad de Kiryat Shmona, en la frontera con el Líbano - JACK GUEZ / AFP
El humo se eleva como resultado de los cohetes lanzados desde el Líbano hacia el norte de Israel, junto a la ciudad de Kiryat Shmona, en la frontera con el Líbano - JACK GUEZ / AFP
  1. Israel moviliza a 50.000 reservistas más en el norte 
  2. Hezbolá empuja a todo el Líbano a la guerra
  3. Hamás rechaza el plan israelí de alto el fuego

Los enfrentamientos entre Israel y la milicia chií libanesa Hezbolá, respaldada por la República Islámica de Irán, han ido aumentando desde que estalló la violencia a lo largo de la frontera común tras el ataque de Hamás el 7 de octubre, lo que desató también la actual guerra en la Franja de Gaza

A falta de avances diplomáticos, el conflicto de baja intensidad se ha intensificado en las últimas semanas, generando temores de una guerra inminente a gran escala. Por el momento, los combates transfronterizos han dejado al menos 455 muertos en el Líbano -en su mayoría combatientes de Hezbolá-, incluidos 88 civiles, según datos de AFP. En el lado israelí, al menos 14 soldados y 11 civiles murieron, según las Fuerzas de Defensa de Israel. 

Asimismo, en ambas partes de la frontera los enfrentamientos han provocado el desplazamiento masivo de miles de personas. De acuerdo con cifras de la agencia de migración de Naciones Unidas, OIM, 90.000 libaneses se han visto obligados a huir de sus hogares, mientras que en el norte de Israel los recurrentes ataques de Hezbolá han empujado a 80.000 ciudadanos ha evacuar la zona. 

A estos se les suma también los miles de israelíes que han tenido que dejar sus casas en el sur tras los ataques de Hamás, agravando la crisis de desplazados internos en el país

En medio de esta situación y con el fin de restablecer la seguridad en el norte, varios altos cargos israelíes han pedido recientemente al Gobierno que planifique una nueva operación militar para alejar a Hezbolá de la frontera norte de Israel.

En este sentido, el jefe del Estado Mayor de las FDI, el teniente general Herzi Halevi, aseguró a principios de esta semana en una base militar en Kiryat Shmona, cerca de la frontera con el Líbano, que Israel está cerca de tomar una decisión sobre los ataques diarios de Hezbolá, asegurando que el Ejército está “preparado”.

Israel moviliza a 50.000 reservistas más en el norte 

Por su parte, en las últimas horas, el primer ministro Benjamin Netanyahu señaló también desde esta localidad fronteriza -una de las más afectadas y prácticamente deshabitada- que el país está “preparado para una acción muy intensa en el norte”.

A las declaraciones de Netanyahu siguió la orden del Ejecutivo de movilizar a otros 50.000 reservistas en el norte de Israel, donde ya hay desplegados unos 300.000 desde octubre. 

Esto se produce después de incendios masivos provocados por ataques de Hezbolá en territorio israelí que han empujado a los pocos civiles que quedaban en la zona a evacuar. Las llamas calcinaron más de 1.000 hectáreas en el norte de la nación, según las autoridades israelíes, quienes advirtiendo también que la tierra podría tardar años en recuperarse.

Las autoridades locales y los residentes de la zona exigieron al Gobierno medidas para establecer la seguridad en la zona después de casi 8 meses de ataques diarios. También el exprimer ministro israelí, Naftali Bennett, pidió “salvar el norte”, acusando al Ejecutivo de abandonarlo.

“Lugares hermosos y florecientes se han convertido en escombros. Algunos residentes evacuados ya están planeando sus vidas en otros lugares”, destacó Bennet, quien calificó la situación como un panorama "grave que de ninguna manera puede normalizarse”. 

A pesar de las advertencias de Israel, Hezbolá ha mantenido su ofensiva. En las últimas horas la milicia libanesa lanzó varios drones contra la localidad drusa de Hurfeish, al norte de Israel, dejando al menos un muerto y varios heridos.

Según las evaluaciones militares iniciales, los dos drones impactaron con unos pocos minutos de diferencia. El segundo aparentemente estaba dirigido contra los equipos de rescate que llegaron para tratar a los heridos por el primero ataque, una táctica que Hezbolá ha empleado varias veces durante la guerra.

Las recientes advertencias de altos cargos israelíes parecen no haber acobardado a Hezbolá, que planea continuar con su ofensiva mientras dure la guerra en Gaza

El líder del grupo armado, Hassan Nasrallah, ha destacado que los ataques están “presionando a Israel” respecto a Palestina, aunque también están relacionados con el “futuro del Líbano y sus recursos hídricos y petroleros”.

En caso de que estalle una guerra a gran escala, Nasrallah advirtió que Hezbolá tiene “sorpresas” reservadas para Israel, mientras que Yaov Gallant, ministro israelí de Defensa, subrayó que el Líbano "pagaría el precio” de las acciones de Hezbolá

Hezbolá empuja a todo el Líbano a la guerra

Varios analistas han apuntado que cualquier conflicto a gran escala entre Israel y Hezbolá será mucho más devastador para ambas partes que la actual guerra en Gaza

Esto supondría un nuevo frente abierto para Israel, con la amenaza de los misiles de Hezbolá, más efectivos que los de Hamás y con capacidad para llegar a varias zonas del país, incluido el centro. La economía y la crisis de desplazados también se agravarían en caso de una guerra abierta con Hezbolá. 

Por otro lado, a pesar de sus continuas provocaciones, Hezbolá no busca un conflicto a gran escala con Israel, algo que varios analistas consideran que están evitando debido las consecuencias internas en el país.

La mayor parte de la sociedad libanesa no quiere una escalada entre Hezbolá e Israel, ya que esta guerra terminaría afectando también a la población civil en varias zonas de la nación en medio de una profunda crisis económica, social y política

Protestas en el Líbano - PHOTO/FILE

La ciudadanía libanesa lleva estos últimos 8 meses viendo las devastadoras imágenes que salen de la Franja de Gaza y cómo Hamás utiliza a la población gazatí como escudos humanos, así como infraestructura pública como colegios u hospitales, una estrategia que también sigue Hezbolá.

“Estas organizaciones usan los espacios civiles de la población a la que dicen representar para sus propósitos armados, con lo cual hace imposible que al combatírseles no mueran también quienes formalmente no son terroristas”, explica la periodista uruguaya-israelí Jana Beris en sus redes sociales.

“Me imagino con claridad lo que ocurrirá cuando Israel decida finalmente lanzar contra Hezbolá la guerra que merece. Será imposible distinguir entre Hezbolá y la población libanesa en la que se inserta, tal cual lo hizo Hamás en Gaza”, añade Beris.

Desde la crisis financiera de 2019 el país de los cedros se encuentra sumido en la inestabilidad. A la mala situación económica se le suma también la continua imposibilidad de establecer un nuevo gobierno, las altas tasas de pobreza y el riesgo de reavivar viejos conflictos sectarios. 

Es por esto que, aunque Hezbolá cuente con medios para causar daños significativos a las ciudades israelíes con su arsenal de armas suministradas por Irán, es el Líbano el que tiene más que perder en caso de una guerra a gran escala, un escenario que continuará siendo una posibilidad mientras continue la guerra en Gaza y Hezbolá siga representando una amenaza para el norte de Israel.

Desde la crisis financiera de 2019 el país de los cedros se encuentra sumido en la inestabilidad - PHOTO/FILE

Hamás rechaza el plan israelí de alto el fuego

Algo que podría evitar una guerra entre Israel y Hezbolá sería un alto el fuego en Gaza, un escenario que cada vez parece más lejano después de que Hamás rechazase la nueva propuesta israelí. 

De acuerdo con el grupo terrorista, el documento “no sienta las bases adecuadas para el acuerdo requerido”, informa el medio saudí Al-Sharq. Hamás critica el plan israelí ya que “no incluye un alto el fuego permanente sino temporal”.

Una imagen tomada el 6 de mayo de 2024 muestra una nube de humo tras un bombardeo al este de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, en medio del actual conflicto entre Israel y el movimiento palestino Hamás – PHOTO/AFP
Una imagen tomada el 6 de mayo de 2024 muestra una nube de humo tras un bombardeo al este de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, en medio del actual conflicto entre Israel y Hamás - PHOTO/AFP

Desde el inicio de la ofensiva militar en Gaza y las posteriores negociaciones para una tregua, Jerusalén ha recalcado que las tropas israelíes no se retirarán del enclave palestino permanentemente hasta lograr los dos objetivos de la operación: recuperar los más de 100 rehenes -muchos de ellos muertos- y terminar con Hamás.

El rechazo de Hamás a una tregua llega en medio de un ataque israelí a una escuela de la agencia de la ONU, UNRWA, donde las FDI aseguran que se escondían entre 20 y 30 terroristas de Hamás y de la Yihad Islámica.

Israel ha acusado repetidamente a Hamás de utilizar escuelas y otras infraestructuras civiles en Gaza, incluidos lugares donde se refugian los civiles, para actividades terroristas. De la misma forma, desde Jerusalén han acusado a la UNRWA de mantener vínculos con el terrorismo después de que varios de sus miembros participasen en las masacres del 7 de octubre.