A pesar de los esfuerzos diplomáticos, las conversaciones entre la OTAN y Rusia siguen marcadas por fuertes discrepancias. Las propuestas de seguridad de Moscú y la situación en el este de Europa son los puntos que más controversia generan entre ambas partes. Con el objetivo de acercar posturas, estas cuestiones han sido los principales temas por tratar en la reciente reunión entre el Consejo de la Alianza Atlántica y los viceministros rusos de Relaciones Exteriores y Defensa, Alexander Grushko y Alexander Fomin.
La delegación rusa recalcó sus líneas rojas, expuestas previamente por Putin en varias ocasiones. Los viceministros insistieron en la retirada de tropas de la OTAN en los países fronterizos con Rusia; no solamente en Ucrania, donde piden que se suspenda el envío de armas, sino también en Estonia, Letonia y Lituania, miembros de la Alianza. Asimismo, Grushko y Fomin instaron a la OTAN a no incluir países cercanos a Rusia. “La libertad de elegir formas de garantizar la seguridad de uno no debe implementarse de manera que infrinja los intereses legítimos de seguridad de otros”, señaló viceministro de Exteriores. Moscú ha reiterado su derecho a garantizar la seguridad de sus fronteras a medio y largo plazo. Por este motivo, para que las negociaciones con la OTAN avancen, Rusia necesita garantías de que la Alianza no se expandirá hacia sus áreas de influencia.

No obstante, la vicesecretaria de Estado estadounidense, Wendy Sherman rechazó las peticiones rusas. "No vamos a aceptar que la OTAN no pueda expandirse más", subrayó. Como respuesta, Grushko advirtió que, si la OTAN opta por “la política de disuasión”, Rusia responderá “con una política de contradisuasión". "Si se convierte en intimidación, responderemos con contra-intimidación. Si busca vulnerabilidades en el sistema de defensa de Rusia, buscaremos las vulnerabilidades de la OTAN. No es nuestra elección, pero no tenemos otras opciones si no lo hacemos", añadió.
El secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, también señaló que los representantes rusos calificaron a la Alianza como “un elemento de inestabilidad” en lugares como Yugoslavia o Libia. Asimismo, Stoltenberg ha alertado de un “riesgo real de nuevos conflictos armados en Europa” en la rueda de prensa posterior a la reunión. "Hay diferencias significativas entre los aliados de la OTAN y Rusia", reconoció. No obstante, indicó la posibilidad de negociación en algunos aspectos, como el control de armas.

Respecto a Ucrania, enfatizó que Kiev tiene derecho a la legítima defensa y acusó a Moscú de crear la crisis en el país. Por esta razón, de acuerdo con Stoltenberg, “la forma más fácil y rápida” de solucionar este problema es que Rusia repliegue sus tropas en la frontera ucraniana. En este sentido, el Ministerio ruso de Defensa ha matizado que Moscú ha ofrecido a la Alianza medidas para desescalar la situación. “Las iniciativas rusas han sido ignoradas por la OTAN. Esto crea condiciones para incidentes y conflictos y socava las bases de la seguridad”, explica el Ministerio en un comunicado publicado por la agencia de noticias estatal RIA Novosti.
A pesar de las discrepancias, tanto Rusia como los aliados de la OTAN expresaron la necesidad de reanudar el diálogo y fijar un calendario de futuras reuniones. En este contexto, el secretario general de la Alianza señaló los aspectos positivos de la reunión. “30 aliados de la OTAN y Rusia se han sentado alrededor de la misma mesa y se han comprometido en temas sustantivos", reconoció. Grushko, por su parte, calificó las conversaciones como “francas, directas, profundas e intensas”. No obstante, aseguró que el progreso era posible, pero había algunas áreas en las que Rusia no podía dar un paso atrás.

Esta cumbre, la primera de este tipo en más de dos años, se enmarca en la ronda de diálogo entre Occidente y Rusia con el objetivo de acercar posturas y solucionar la crisis en Ucrania. Wendy Sherman, y el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, iniciaron estas conversaciones el pasado 10 de enero en Ginebra. La parte estadounidense volvió a rechazar las propuestas de seguridad de Moscú, mientras que Ryabkov reiteró que Rusia no tenía intención de atacar Ucrania. En esta línea, y con el objetivo de reafirmar su respaldo a Kiev, los ministros de Defensa de la OTAN y de la Unión Europea se reúnen hoy en Brest.
Posteriormente, Viena acogerá la reunión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en un “momento decisivo para la seguridad europea”, tal y como advirtió Stoltenberg. Estas reuniones buscan relajar las tensiones en el este mientras se refuerza la alianza OTAN-UE frente a Rusia.