El Líbano, incapaz de formar Gobierno, se enfrenta al colapso económico
El Líbano vive sus horas más bajas, la situación tanto económica como política es cada vez más insostenible. El país se sume en una profunda crisis económica que ha provocado cientos de manifestaciones a lo largo de su territorio, a lo que se suma la incapacidad política de formar un Gobierno.
El país árabe sufre la peor crisis económica desde la guerra civil, con un desplome de la moneda del 85% desde hace más de un año, mientras que los salarios se han mantenido a medida que se disparaba la inflación. Toda esta situación ha provocado la perdida de una gran cantidad de empleos y la pobreza ha llegado a afectar a casi la mitad de la población desde finales de 2019. La crisis de la COVID-19 y el colapso del sistema sanitario libanés han terminado de dilapidar las aspiraciones de recuperación.
Además de este anunciado colapso económico, los líderes del país están siendo incapaces de llegar a acuerdos para formar un Gobierno que pueda tomar medidas para combatir esta grave crisis. El primer ministro designado, Saad Hariri visitó al presidente Michel Aoun en su palacio de Baabda, cerca de Beirut, en lo que se ha calificado como “un intento de desbloquear el Gobierno”, que lleva un mes estancado, pero sin resultados concretos.
La reunión fue bastante breve, y es que menos de una hora después de la entrada de Hariri al Palacio Presidencial, salió para dirigirse al país, describiendo las conversaciones "como una oportunidad" para formar un gabinete que pueda trabajar con el FMI y la comunidad internacional para restaurar la confianza en el Líbano. Ambos líderes tienen previsto volver a reunirse el lunes, 22 de marzo, en lo que sería su 18º encuentro desde que Hariri fue designado para ser el próximo primer ministro hace casi cinco meses.
Hariri declaraba que continuaran las reuniones entre ambos a pesar de no haber avanzado demasiado. “Le he explicado la importancia de la oportunidad de oro que se nos presenta. Así que debemos acelerar la formación del Gobierno. Cada equipo político debe, a partir de ahora, asumir la responsabilidad de sus posiciones", afirmaba Hariri tras reunirse con Aoun.
El primer ministro añadió: "Durante mis visitas a Turquía y Egipto, y especialmente durante mi reciente visita a Francia, percibí el entusiasmo por formar Gobierno basado en la hoja de ruta elaborada por el presidente Emmanuel Macron, que habíamos acordado... para salvar al Líbano, detener el deterioro y reconstruir el puerto de Beirut, todo eso está listo".
La discordia política entre Hariri y Aoun, se ha agravado aún más, después de que Aoun acusara a Hariri de "mentiroso" en un vídeo filtrado de una reunión entre el presidente y el primer ministro interino, Hassan Diab, el 11 de enero.
En un momento tan delicado para su país, ambos líderes son incapaces de llegar a un acuerdo que pueda romper este bloqueo. Aoun, junto con el Movimiento Patriótico Libre, exige nombrar a ministros cristianos en el Gobierno y elevar su número a 20, lo que permite la presencia de un tercio de bloqueo a favor del presidente. Por su parte, Hariri insiste en un Gobierno de especialistas basado en la iniciativa francesa y en el apoyo tácito de algunas fuerzas en el país, como el Movimiento Amal. El pasado 9 de diciembre, Hariri presentó al presidente Aoun una lista compuesta por 18 ministros, y sigue a la espera de una respuesta.
Tras la reunión de ambos líderes y a la luz de la inexistencia de avances, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, principal aliado del presidente Aoun, instó a Hariri a incluir a "todos" los partidos políticos en su gabinete, afirmando que un Gobierno exclusivamente tecnócrata sería incapaz de aplicar las reformas necesarias. Mientras tanto, el presidente francés Emmanuel Macron advirtió que el enfoque de París hacia la crisis libanesa tendrá que cambiar "claramente" en las próximas semanas.
