Liberales y verdes, principales vencedores de las elecciones al Parlamento Europeo

Alex Erquicia
Pie de foto: Ciudadanos europeos en el Parlamento, en Bruselas, celebrando los resultados de las elecciones con un promedio de participación en toda la UE ha sido del 50,95 por ciento. AP PHOTO/ERMINDO ARMINO
Las elecciones europeas celebradas del 23 al 26 de mayo tuvieron una participación histórica y dejaron una victoria de los liberales de Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa (Alde) y los Verdes, que dibujan un Parlamento Europeo que tendrá una composición de partidos novedosa, sin mayorías claras y marcada por el fin del bipartidismo representado por la gran coalición.
La nueva legislatura, que comenzará el 2 de julio, estará caracterizada por la fragmentación que obligará a buscar mayorías alternativas y por la presencia de nacionalistas de extrema derecha; y también por fuerzas euroescépticas, que salen reforzados de las elecciones al Parlamento al tener una presencia similar a la de la pasada legislatura, pese a no lograr los avances que muchos pronosticaban. Ahora se abre una etapa de negociaciones entre los grupos políticos europeo, ya que ninguno de los cuatro primeros es capaz de alcanzar la mayoría absoluta sin los otros tres, para designar al futuro presidente de la Comisión Europea y al Ejecutivo que lo acompaña.
El primer vencedor fueron los ciudadanos europeos y el proyecto de Europa. Por primera vez desde los primeros comicios de 1979, el promedio de participación en toda la UE ha sido del 50,95%, ocho puntos porcentuales más que en 2014, y que llevaba en caída desde entonces. Esto muestra el deseo de mayor Europa en muchos países (en hasta 20 países la participación fue mayor que las anteriores) y genera una renovada legitimidad a la institución. En España, las europeas tuvieron una participación del 64,3%, una diferencia del 20,5% con respecto a la participación a las elecciones de 2014.
Pie de foto: El número proyectado de diputados europeos elegidos por país en la madrugada del día 27 de mayo. AFP/AFP
Los principales vencedores de las elecciones en los 28 Estados miembros de la Unión han sido los liberales, representados por el partido europeo Alde (junto a la República en Marcha del presidente francés, Emmanuel Macron) que con 109 eurodiputados han obtenido 40 escaños más que en los anteriores comicios europeos.
Junto a ellos, el otro ganador es el partido de los Verdes, que pasa a ser el cuarto grupo en la Eurocámara con 69 eurodiputados, 17 más que en la pasada legislatura, aupados por los buenos resultados en Alemania (donde arrasaron con el 33% de los votos entre los menores de treinta años) y Francia (el segundo partido verde más grande que sube cinco puntos respecto al 2014 y dobla su número de escaños de 6 a 12). Ambos partidos serán clave para formar mayorías en el Parlamento, lo cual sugiere que las negociaciones durante las próximas semanas serán arduas.
La tendencia al alza de los partidos verdes se ha producido Alemania, Francia, Finlandia, Dinamarca y en Suecia, y la de los liberales de Alde en países tan distintos como Rumania, República Checa, Dinamarca o Luxemburgo.
El avance de estas dos fuerzas políticas confirman el fin de la gran coalición, el bipartidismo histórico que ha reinado en el Parlamento formado por el Partido Popular Europeo (PPE) y la Alianza de Socialistas y Demócratas (S&D), que perdieron en número de votos y no alcanzaron la mayoría que durante 40 años habían logrado entre los dos. Entre ambos, sumaron 329 escaños muy lejos de la mayoría de 376 (de un total de 751 asientos).
Aún así, el PPE fue el ganador de las elecciones al ser la fuerza política más votada en las elecciones europeas al conseguir 182 escaños, pese a haber perdido 34 asientos con respecto a 2014. La segunda opción más votada fue la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) con 147 eurodiputados, 38 menos que en la pasada legislatura. El grupo liberal seguirá siendo la tercera fuerza en el Parlamento con 105 eurodiputados.
A continuación, se sitúan los tres grupos euroescépticos de la Eurocámara saliente: el grupo de los Conservadores y Reformistas (ERC), con 59 escaños (-18); el grupo Europa de las Naciones y La Libertad (ENF) del partido ultraderechista francés Agrupación Nacional, de Marine Le Pen, que acoge a formaciones nacionalistas y xenófobas como la Liga, el austríaco FPÖ, el holandés PVV o el belga Vlaams Belang, aumenta en 21 eurodiputados, hasta los 57; y, por último, también el grupo Europa de la Libertad y la Democracia Directa (EFDD), fundado por el británico UKIP de Nigel Farage, uno de los artífices del ‘brexit’, obtendría 54 escaños, 12 más.
Pie de foto: Lista de las votaciones a los partidos euroescépticos en las elecciones europeas divididos por países. AFP/AFP
Estos partidos juntos concentran un total de 171 escaños, una suma insuficiente para bloquear votos en la Eurocámara, como se temía ante los datos de las encuestas. Además, es poco probable que se unan en un único grupo como había promovido el ultraderechista italiano Matteo Salvini.
Hasta 29 eurodiputados quedaron anoche incluidos en la categoría de Otros en el reparto de escaños al no haberse unido a ningún grupo que existe en la actualidad, y anunciarán sus adhesiones y alianzas en las próximas semanas.
El auge de liberales y verdes supera con creces el de las fuerzas de extrema derecha y euroescépticas, que juntas suman 172 escaños, 17 más de los que tuvieron en la pasada legislatura, lo que es insuficiente para bloquear la maquinaria legislativa de la Eurocámara. De todas maneras, el nacionalismo de derecha se consolida, no va a desaparecer, y seguirá siendo una fuerza importante.
En este contexto, la aritmética parlamentaria obligará a configurar mayorías alternativas en las que serán instrumentales tanto los liberales de Alde y los Verdes. Queda en evidencia el interés de buscar la estabilidad en el Parlamento por parte del candidato popular a presidir la Comisión Europea, el alemán Manfred Weber, que ha ofrecido una coalición a cuatro con socialistas, liberales y Verdes. Sin embargo, tanto el cabeza de lista socialista, el holandés Frans Timmermans, como la candidata liberal, Margrethe Vestager, se mostraron favorables a la constitución de una mayoría sin el PPE.
Hay analistas que hablan de la oportunidad de crear una emergente alianza atlántica que se viene formando en los últimos meses de líderes liberales y sociales del oeste de la UE (especialmente Emmanuel Macron, Rutte de Holanda, y Pedro Sánchez) alineados en las políticas climáticas y opuestos a la candidatura de Manfred Weber para la presidencia de la Comisión.
El proyecto de la UE sale reforzado de las elecciones de este año. Los ciudadanos claman más Europa y, aunque Silvio Berlusconi haya logrado un escaño, el futuro del Parlamento Europeo es mucho más verde que antes.