El pasado mes de septiembre un grupo de 18 pescadores fue capturado por las fuerzas de Haftar. La tripulación de los pescadores se encontraba a bordo de dos buques, el Antartide y el Medinea, a unas 80 millas de Bengasi, cuando se les acercó la milicia del Ejército Nacional Libio del mariscal Haftar, la principal fuerza militar del este del país.
La milicia los acusó de pescar en aguas territoriales libias y fueron llevados directamente a una prisión cerca de Bengasi. Los hombres fueron acusados de pescar camarones rojos que, pueden llegar a costar entre 50 y 70 euros el kilo. La controversia sobre estas aguas territoriales es una disputa que se ha prolongado entre Sicilia y Libia desde 1990.
Semanas después de su captura, Haftar supuestamente ofreció liberar a los hombres a cambio de que Italia liberara a cuatro futbolistas libios condenados por tráfico de personas. Las incautaciones de barcos pesqueros italianos se hicieron más frecuentes en 2005, cuando Muamar El Gaddafi decidió unilateralmente ampliar las aguas territoriales de Libia de 12 a 74 millas de la costa.
Las familias de los pescadores se han echado a la calle en múltiples ocasiones para protestar contra la indiferencia de los dirigentes italianos. El prolongado encarcelamiento del grupo se ha convertido en una vergüenza para el Gobierno italiano, ya que los más críticos acusan a los ministros de no hacer frente a Khalifa Haftar, el comandante militar que domina el este de Libia.
Finalmente y tras más de 100 días encarcelados, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y el ministro de Relaciones Exteriores, Luigi Di Maio, han volado a Bengasi para la liberación de los pescadores.
El grupo de marineros -ocho de Italia, seis de Túnez, dos de Indonesia y dos de Senegal- se encontraban detenidos desde el uno de septiembre por operar presuntamente en las aguas territoriales de Libia, una afirmación que Italia ha rebatido. El ministro de Relaciones Exteriores italiano ha elogiado el trabajo de Aise, el servicio secreto italiano dedicado a las misiones en el extranjero, por sus esfuerzos en el retorno de los pescadores.
"El Gobierno continúa apoyando firmemente el proceso de estabilización de Libia", ha publicado en Facebook, añadiendo que había transmitido el mismo mensaje durante una reunión el jueves con Khalifa Haftar, el comandante militar y jefe del autodenominado Ejército Nacional Libio (LNA). Desde el Gobierno Italiano no se ha especificado a qué tipo de acuerdo se ha llegado con el general y por lo tanto no se sabe todavía que tipo de concesiones deberá hacer Italia. El presidente Giuseppe Conte también se ha pronunciado ante este hecho a través de las redes sociales haciendo alarde de la liberación de los pescadores.

Los pescadores de la ciudad de Mazara del Vallo, en Sicilia, han dependido durante generaciones de estas aguas del Mediterráneo para su sustento, pero ven su futuro cada vez más amenazado.
A medida que las poblaciones de peces han disminuido y la capacidad de los arrastreros ha mejorado, sus barcos han navegado más lejos del puerto en los últimos decenios en busca de una lucrativa captura, pero en aguas sobre las que Libia ha reivindicado su soberanía.