El presidente francés, Emmanuel Macron, de visita este martes en Israel, expresó su apoyo al país tras el sangriento ataque de Hamás y tiene previsto reunirse también con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, después de los ataques israelíes contra la Franja de Gaza que, según el movimiento islamista, causaron 140 muertos.
Israel, que ha estado golpeando sin tregua el territorio palestino en respuesta al ataque sin precedentes de Hamás en su territorio el 7 de octubre, ha intensificado sus bombardeos como preludio de una probable ofensiva terrestre.
Tras una visita a Israel, donde afirmó que el primer objetivo debe ser la liberación de los rehenes en poder de Hamás y pidió que el conflicto “no se amplíe”, Emmanuel Macron viajará a Ramala, en Cisjordania ocupada, donde será el primer dirigente occidental que se reúna con Mahmoud Abbas en la sede de la Autoridad Palestina desde el inicio de la guerra.
En Israel, el presidente francés tenía previsto reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu y su homólogo Isaac Herzog.
El lunes por la noche, Hamás liberó a dos de los rehenes secuestrados en Israel el 7 de octubre, en un momento en que Estados Unidos insta al movimiento palestino a liberar a sus rehenes antes de cualquier conversación sobre una tregua.
Las dos mujeres liberadas, Yocheved Lifschitz, de 85 años, y Nourit Kuper, de 79, son ciudadanas israelíes del kibutz Nir Oz.
Esta liberación se produce tres días después de la de una mujer estadounidense y su hija.
Israel ha contabilizado alrededor de 220 rehenes israelíes, extranjeros y con doble nacionalidad tomados por Hamás en la Franja de Gaza tras su ataque en Shabat, el día de descanso semanal de los judíos, y en el último día de las festividades de Sucot.
Cientos de combatientes de Hamás se habían infiltrado en Israel desde Gaza, sembrando el caos en un ataque sin precedentes desde la creación del Estado de Israel en 1948.
Más de 1.400 personas murieron en Israel, la mayoría civiles tiroteados, quemados o mutilados el día del ataque, según las autoridades.
El lunes, Hamás afirmó que 5.087 palestinos, en su mayoría civiles, entre ellos 2.055 niños, habían muerto por los bombardeos de represalia israelíes desde el inicio del conflicto, que han destruido barrios enteros y provocado desplazamientos masivos de población. AFP no ha podido verificar esta cifra de forma independiente.

“Desmantelamiento completo”
Israel ha prometido “aniquilar” a Hamás, que tomó el poder en 2007 en la Franja de Gaza, un territorio empobrecido que desde entonces está sometido a un bloqueo israelí por tierra, mar y aire.
“Queremos desmantelar completamente a Hamás, a sus dirigentes, a su ala militar y a sus mecanismos operativos”, declaró el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, rodeado de varios hombres armados, en un vídeo publicado en X por el Ejército israelí el lunes por la noche.
Los ataques se han intensificado en los últimos días en el territorio de 362 kilómetros cuadrados que alberga a 2,4 millones de palestinos, sometidos además a un asedio impuesto por Israel el 9 de octubre que les priva de alimentos, agua y electricidad.
Hamás anunció el martes por la mañana que al menos 140 personas habían muerto durante una nueva noche de ataques aéreos israelíes sobre la Franja de Gaza, que también dejaron “centenares de heridos” y destruyeron “decenas de viviendas”.
El Ejército israelí anunció que había atacado “más de 320 objetivos militares” el domingo por la noche, incluidas infraestructuras de Hamás y de su aliado la Yihad Islámica.
Estos dos grupos están clasificados como “terroristas” por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel.
La ayuda internacional llega con cuentagotas desde el sábado a través de Egipto. El lunes, un tercer convoy cruzó la frontera por Rafah, el único paso fronterizo hacia Gaza que no está bajo control israelí.
En total, han podido entrar unos cincuenta camiones en tres días, aunque, según la ONU, se necesitan al menos 100 al día.

35 cooperantes muertos
Estados Unidos, que obtuvo el acuerdo de Israel y Egipto para permitir el paso de la ayuda, anunció el domingo que “habrá un flujo continuo a partir de ahora”. Pero para el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, “se necesita más ayuda, más rápidamente”, así como una “pausa humanitaria” para permitir la distribución.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, también pidió el lunes un “alto el fuego humanitario inmediato” en Gaza, donde 35 empleados de organizaciones humanitarias han muerto desde el inicio del conflicto, seis de ellos en las últimas 24 horas, según la ONU.
El ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, cuyo país no ha condenado explícitamente el ataque de Hamás, dijo el lunes a su homólogo israelí, Eli Cohen, en una conversación telefónica que “todos los países (tenían) derecho a defenderse”. “La tarea más urgente ahora es evitar que la situación empeore”, añadió.
El Ejército israelí prosigue sus preparativos para una ofensiva terrestre, concentrando soldados en las afueras de la Franja de Gaza y realizando incursiones limitadas para atacar infraestructuras de Hamás y tratar de localizar a personas desaparecidas o secuestradas.
Esta perspectiva preocupa a la comunidad internacional, que teme un recrudecimiento del conflicto.
Irán, aliado de Hamás, ha advertido de que la situación en Oriente Próximo podría quedar “fuera de control”, mientras que Estados Unidos ha intensificado su presencia militar en la región.
Ataques en el sur
Desde el 15 de octubre, el Ejército israelí pide a los civiles del norte de la Franja de Gaza, donde los bombardeos son más intensos, que huyan hacia el sur.
Sin embargo, los ataques siguen golpeando también el sur, cerca de la frontera egipcia, donde se concentran cientos de miles de desplazados.
La situación humanitaria es “catastrófica”, advirtió la ONU, en el territorio donde al menos 1,4 millones de palestinos han huido de sus hogares.
“Metieron el cuerpo destrozado de mi hijo en una bolsa azul, Cham estaba calcinado”, dijo Ayman Abou Chamalah, un palestino de 34 años que sobrevivió a un bombardeo en Rafah en el que murieron dos de sus hijos y su esposa.
En el Líbano, más de 19.000 personas se han visto desplazadas tras el recrudecimiento de los enfrentamientos entre el ejército israelí y el Hezbolá libanés, respaldado por Irán y aliado de Hamás, en la frontera entre ambos países, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La zona fronteriza del lado israelí también ha sido evacuada.