María Senovilla, periodista colaboradora de la revista Atalayar y de otros medios, abordó en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid la situación actual en la que se encuentra la guerra de Ucrania y explicó el trágico ataque que sufrió un restaurante de Kramatorsk, frecuentado por periodistas extranjeros que cubren la invasión rusa del territorio ucraniano.
No estabas ese día en ese restaurante de Kramatorsk que frecuentaban periodistas extranjeros.
No estaba en ese restaurante porque no estaba en la ciudad de Kramatorsk, pero, como bien dices, era el restaurante de referencia de toda la prensa internacional, también de los voluntarios que trabajan para ONGs de distintas partes del mundo y era un lugar donde nos dábamos cita también con los traductores, con los oficiales de prensa. Eso no significa que fuera un lugar militar porque, sólo para haceros una idea, de las 12 víctimas mortales cuatro eran menores de edad, lo cual indica que era un sitio también frecuentado por familias, por niños.
Hay que tener en cuenta que en Kramatorsk el toque de queda es mucho más férreo que en otras ciudades. Allí a partir de las 7 de la tarde es muy difícil encontrar un restaurante, un café donde den algo de comer abierto. Hay dos o tres sitios y este, el RIA, era el más grande. Además de ser el punto de encuentro oficial de toda la prensa internacional también era frecuentado por civiles de Kramatorsk de todo tipo que también cenan como la gente normal.
¿Cuántas veces habrás ido tú a ese restaurante en Kramatorsk?
Incontables, yo he estado viviendo tres meses en Kramatorsk a unos 350 metros del restaurante. Mi apartamento estaba a 350 metros de ese restaurante. Te puedes imaginar. Allí íbamos a comer, íbamos a cenar, íbamos a tomar café, íbamos cuando había una reunión con un “press office” también solíamos quedar allí. Son los gajes del oficio, hay que cuidarse.
María, ¿cómo va la contraofensiva? Querías comentarnos detalles de si va bien, va mal, si lo de Wagner ha afectado, no ha afectado, ha beneficiado… ¿Cómo estás tú analizando la contraofensiva? ¿Qué datos tienes con tus contactos?
La contraofensiva va más lenta de lo deseable. Para mí ha habido un punto de inflexión a raíz del alzamiento en rebelión de Prigozhin, del líder de los mercenarios Wagner, porque ese mismo día se pisó el acelerador. Está bastante claro que tanto la inteligencia ucraniana como la inteligencia internacional que apoya a Kiev tenían evidencias de que esa rebelión de Prigozhin iba a suceder. Imagino que estarían simplemente precisando el momento y prueba de ello es que horas antes de que Prigozhin lanzara esos vídeos en los que declaraba que iba a empezar una marcha por la justicia y que se iba a alzar contra el Ministerio de Defensa ruso, las tropas ucranianas comenzaron una serie de operaciones ofensivas en todos los frentes importantes, tanto en los del este como en los del sur, como Zaporiyia. Eso significa pues que tenían información y a partir de ese día, a partir del viernes pasado, se pisó el acelerador en esta contraofensiva y, por eso, a lo largo de toda esta semana hemos recibido noticias de ciertos avances en el frente de combate. Aun así, va mucho más lento si lo comparamos por ejemplo con la contraofensiva de otoño que tuvo lugar el año pasado donde en 15 días liberaron la mitad del territorio que estaba ocupado en Kharkiv y en los 15 siguientes terminaron de liberar el Oblast. Aquí hablamos pues de avances que a lo mejor son de un kilómetro por día.
Se está empujando mucho en el frente de Bajmut, entre otros motivos, porque detrás de Bajmut parece que los rusos no tienen unas defensas tan fortificadas y si consiguieran pasar esa posición pues ahí se podría romper un poco las filas rusas. También se están haciendo avances en Zaporiyia, se está empujando mucho para intentar abrir una vía de salida al mar de Azov y romper así ese corredor entre el Dombas y Crimea.
Y también se decía a principios de esta semana que los ucranianos podrían estar a punto de controlar ya uno de los tres puentes que unen las dos orillas del río Dniéper en la provincia de Jersón. Entonces sí, son avances. Ucrania, efectivamente, está tomando la iniciativa, ha pisado el acelerador desde hace una semana, pero aun así la contraofensiva va mucho más lenta de lo deseable, mucho más lenta de la que tuvo lugar en otoño del año pasado y esto es un problema porque el desgaste y la cantidad de bajas que se están produciendo en las filas ucranianas son muy altas.

¿Qué repercusión ha tenido María, si es que la ha tenido allí en Ucrania donde te encuentras, lo que ha dicho Josep Borrell, que Putin débil es aún más peligroso?
Esto en Ucrania ya se adelantó desde el mismo viernes. Ya a lo largo de la jornada del sábado, con el conato de golpe de Estado de Prigozhin en el punto más álgido, yo contacté con varios oficiales que están ahora en el frente de combate y todos ellos coincidían en lo mismo, en que no se fiaban, en que precisamente en este momento se fiaban menos todavía. Primero porque Prigozhin nos tiene acostumbrados a esas escenificaciones, a esos teatrillos que hace normalmente insultando al ministro de Defensa ruso, a Soighu. Entonces no estaba muy claro hasta qué punto iba a tener recorrido esa rebelión y luego por otra parte decían que, en un momento tan delicado, con esa contraofensiva que no termina de arrancar en marcha, no había que fiarse de nada y había pues precisamente que concentrarse en trabajar, ellos decían, con nuestras propias manos en la contraofensiva.
Es decir, que no se quieren fiar de que la rebelión de Prigozhin pueda o no desestabilizar a las filas rusas y ellos quieren contar solamente con lo que tienen a su alcance, con su estrategia, con sus tropas, con su armamento, sin depender de si el efecto Prigozhin afecta o no a las filas rusas.
Zelenski está recibiendo apoyos internacionales, lo único que eso tendría que ir luego acompañado de las armas que necesitan para poder luchar y que la contraofensiva sea un éxito.
Efectivamente, ahora Zelenski en lo que está poniendo el acento es en que se le envíen esos F-16, esa fuerza aérea pues para dar un vuelco a esta contraofensiva. Pero las visitas de líderes internacionales, como la del exvicepresidente estadounidense Mike Pence como la del presidente español Pedro Sánchez, en calidad también de presidente de la Unión Europea, son un espaldarazo, son una muestra pública, una escenificación de apoyo que en un momento como este viene muy bien de cara a la galería, de cara a cualquier encuentro diplomático que se produzca.
Seguimos mostrando a una Europa unida que apoya a Kiev y también a toda la parte estadounidense, toda la parte que depende de la OTAN, de Occidente, desde donde más armamento, más millones y millones en armamento se están enviando. Esto yo creo que de alguna manera también renueva los ánimos de esas tropas que están en el frente de combate ahora mismo, con un desgaste tremendo.

Tiene que dar esperanzas y tiene que dar fuerzas para seguir, ¿no?
Se supone que sí, sin duda.