El perfil bajo establecido por las fuerzas políticas continúa ante las muestras de debilidad de la formación islamista

Marruecos encara la recta final de la campaña electoral

photo_camera Marruecos mitin

La cuenta atrás para la triple jornada electoral en Marruecos se aproxima a su fin. Falta menos de una semana para que las urnas revelen las nuevas figuras que pasarán a ocupar las instituciones locales y regionales para los próximos cinco años. El foco estará puesto, sin embargo, en el resultado de las legislativas, donde 32 formaciones políticas competirán por ocupar los 395 escaños de la Cámara de Representantes y acceder al Gobierno.

El islamista moderado Saaeddine Othmani, actual primer ministro y candidato del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), es el favorito para revalidar un cargo que ocupa desde marzo de 2017. El PJD ha gobernado ininterrumpidamente desde 2011, año en que Marruecos instauró una nueva Carta Magna que otorgaba amplias prerrogativas a los poderes ejecutivo y legislativo. Durante la última legislatura la formación compartió Gobierno con la Agrupación Nacional de Independientes (RAI), el cuarto partido más votado y socio junior de la coalición, vinculado a la élite económica y la Casa Real.

Saeeddine Othmani

Después de una década, los observadores ven por primera vez signos de debilidad en la formación islamista. Respaldado hasta ahora por la clase media marroquí, en su mayoría perteneciente a las zonas urbanas, el PJD afronta un serio desgaste a nivel interno y externo provocado por algunas de las decisiones adoptadas en los últimos meses, entre ellas la normalización de las relaciones diplomáticas con Israel, la legalización del cannabis y la generalización del uso del francés en la enseñanza primaria.

Las novedades jurídicas implementadas en la ley electoral serán una baza en contra de los intereses del PJD y del resto de fuerzas mayoritarias del Parlamento. Aprobada en marzo de este año por la Cámara baja, la medida modifica ostensiblemente el método de conteo electoral. Hasta el momento, los escaños se calculaban en función al número de votantes; ahora, el procedimiento se hará atendiendo al número de electores inscritos, voten o no. Asimismo, para estas elecciones se han creado distritos regionales en detrimento de las habituales listas nacionales.

Marruecos elecciones

Las leyes podrían traducirse en una pérdida de 40 escaños para el PJD y un reparto igualitario de plazas entre todas las formaciones, de ahí que las fuerzas principales cargasen con dureza contra su aprobación. En este escenario, el RAI se erige como principal alternativa. Liderada por el hombre más rico de Marruecos y exministro de Agricultura, Aziz Akhannouch, el partido de centroderecha aspira a ganar terreno sobre su socio de Gobierno y dejar atrás su imagen más política, próxima a las élites del país, para abarcar al electorado descontento.

A la izquierda de la formación islamista se sitúa el Partido de la Autenticidad y Modernidad (PAM), fundado por el exsecretario de Estado del Interior y asesor del monarca Fouad Ali El Himma tras la fusión de cinco formaciones políticas. Al frente estará el actual líder de la oposición, Abdellatif Ouahbi, que presentó su candidatura en el distrito electoral de Taroundant. En los últimos comicios, el PAM fue la segunda formación más votada por detrás del PJD con 102 escaños en el Parlamento.

Marruecos Parlamento

El tercero en discordia en 2016 fue Istiqlal, el Partido de la Independencia, con 46 plazas en la Cámara de Representantes. De marcada tendencia nacionalista, el partido estrena el liderazgo de Nizar Baraka tras la abrupta salida del exsecretario general Hamid Chabat en mitad de una serie de disputas internas. Baraka presentó su candidatura en la circunscripción de Larache.

Campaña electoral pandémica

Hasta 17.983.490 electores han registrado su inscripción para participar en los comicios, unos números que superan en más de 2 millones los registros de las últimas elecciones legislativas. Una señal para el optimismo, aunque el Reino alauí continúa experimentando dificultades a la hora de movilizar al electorado, sobre todo al joven, profundamente desencantado por la clase política. Del total de los votantes inscritos, un 46% son mujeres y el 54% hombres.

Marruecos calles

La campaña electoral, que finalizará el próximo día 7 de septiembre, ha estado marcada por la crisis epidemiológica. A pesar de haber superado el pico de la pandemia, las autoridades sanitarias mantienen la preocupación por un posible aumento de los contagios. De hecho, medios locales señalan que aún existiría la posibilidad de un aplazamiento electoral. Este motivo ha llevado a los partidos a trasladar sus campañas al escenario virtual, y las calles del país no dan señales de que en los próximos días vaya a producirse una contienda electoral, no hay mítines ni carteles.
 

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