El Ministerio de Educación Nacional, Educación Infantil y Deportes de Marruecos ha asignado 370 millones de euros para ayudar a la reconstrucción de las escuelas afectadas por el terremoto de 6,8 grados en la Escala Richter que asoló el país norteafricano el pasado 8 de septiembre afectando de manera importante a enclaves como Al-Haouz, Taroudant, Chichaoua, Ouarzazate, Marrakech, Casablanca o la región del Alto Atlas en general.
El ministro de Educación Nacional, Educación Infantil y Deportes, Chakib Benmoussa, que compareció en una sesión parlamentaria en la Cámara de Representantes marroquí, anunció esta ayuda de 4.000 millones de dírhams (unos 370 millones de euros) para rehabilitar los centros educativos afectados por el seísmo y también indicó que se están llevando a cabo los estudios técnicos necesarios para llevar a cabo esta rehabilitación de centros escolares.
El ministro destacó que el Ministerio de Educación confiará a la Agencia de Desarrollo del Alto Atlas la ejecución del programa de reconstrucción, como destacó en la red social X.

El ministro Chakib Benmoussa manifestó en sede parlamentaria que el programa de rehabilitación de centros educativos se materializará teniendo en cuenta las condiciones arquitectónicas específicas de cada zona afectada y respetando la normativa antisísmica de construcción de infraestructuras.
Estas escuelas ya rehabilitadas estarán disponibles a principios del próximo curso académico y, gracias al programa de rehabilitación implementado, se podrán mejorar las condiciones educativas en estas zonas. También está prevista la mejora de las redes de transporte escolar aprovechando la ocasión de rehabilitación de infraestructuras escolares. La iniciativa política también contempla aumentar el número de escuelas comunales con opciones de internado, transporte para estudiantes y alojamiento para profesores, como informó el medio Morocco World News.
Esta iniciativa se engloba en el plan general del Gobierno de Marruecos destinado a recuperar las zonas más afectadas por el terremoto y que sigue las directrices de las instrucciones dadas por el rey Mohamed VI, quien justo después del terrible movimiento sísmico se puso al frente de las reuniones interministeriales que sirvieron para desplegar en un primer momento el dispositivo inicial de emergencia y ayuda sobre el terreno, solicitar posteriormente ayuda a cuatro países en concreto para labores de rescate (España, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Reino Unido) y establecer el programa para la reconstrucción posterior.

El Ejecutivo dirigido por el jefe de Gobierno Aziz Akhannouch decretó diversas ayudas económicas directas para los ciudadanos que habían visto sus viviendas derribadas total o parcialmente y también dispuso un plan de financiación de reconstrucción de diversos tipos de infraestructuras en las zonas afectadas. Se concedió por ejemplo una ayuda de emergencia de 2.500 dirhams (unos 230 euros) al mes durante un año a las familias cuyas viviendas cayeron total o parcialmente a consecuencia del movimiento sísmico ocurrido el 8 de septiembre.
Se han destruido algo más de 59.600 viviendas, de las cuales el 32% se han derrumbado completamente y el 68% sólo parcialmente. Mientras, los departamentos ministeriales llegaron a un acuerdo para un plan de cinco años en el que se gastarán en torno a 11.000 millones de euros en total dentro del programa de reconstrucción general.
Todo ello junto con la activación de pólizas de mutuas de seguros paramétricos, que son los relativos a desastres naturales o catástrofes, que contemplaban el ingreso de hasta más de 250 millones de euros en las arcas del Estado marroquí.
Todo ello sumado también a la aportación financiera de entidades internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, que celebraron recientemente sus Asambleas Anuales en Marrakech, lo que dio muestra de la rápida recuperación marroquí ante la tragedia sufrida, o la ayuda también dispuesta desde países aliados, como el caso de España.