Muere el presidente de Irán

Ebrahim Raisi falleció en un accidente de helicóptero al noroeste de Irán junto con el ministro de Asuntos Exteriores
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, se dirige a la 78.ª Asamblea General de las Naciones Unidas en la sede de la ONU en la ciudad de Nueva York el 19 de septiembre de 2023 - AFP/LEONARDO MUÑOZ
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, se dirige a la 78.ª Asamblea General de las Naciones Unidas en la sede de la ONU en la ciudad de Nueva York el 19 de septiembre de 2023 - AFP/LEONARDO MUÑOZ
  1. Foco de tensiones en Oriente Medio

Conmoción en la República Islámica de Irán por el fallecimiento del presidente Ebrahim Raisi.

El presidente iraní Raisi falleció en un accidente de helicóptero ocurrido en el noroeste de Irán por causas que se están investigando, como confirmó la televisión estatal iraní. También murió en el siniestro el ministro de Asuntos Exteriores, Hosein Amir Abdollahian.

Raisi iba acompañado de una comitiva que había participado en la inauguración de una presa en Azerbaiyán junto al presidente azerí, Ilham Aliyev. El helicóptero cayó en una zona de difícil acceso y las labores de búsqueda se complicaron por las difíciles condiciones climatológicas. 

Ebrahim Raisí desempeñaba su cargo presidencial desde 2011 cuando sustituyó a Hassan Rohaní. El recientemente fallecido presidente de la República Islámica se caracterizó por sus políticas ultraconservadoras dentro de un régimen ya de por sí poco aperturista. 

En Irán el máximo poder lo ostenta el ayatolá al frente, el auténtico Líder Supremo, que actualmente es Alí Jamenei, quien dirige el país desde 1989, y este está por encima del presidente del país, del sistema judicial, del Parlamento y de las Fuerzas Armadas. Dentro de este régimen de los ayatolás que marca las líneas religiosas, políticas e ideológicas Jamenei ostenta el poder y por debajo está la figura del presidente, que ostentaba Raisi hasta su muerte. 

El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, presidiendo una reunión del gabinete en Teherán el 8 de agosto de 2021 - Presidencia iraní/AFP
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, presidiendo una reunión del gabinete en Teherán el 8 de agosto de 2021 - Presidencia iraní/AFP

Ebrahim Raisi estaba marcado por su carácter ultraconservador y ultrarreligioso. Ejemplo claro de la línea dura marcada fue la muerte en septiembre de 2022 de la joven Mahsa Amini, que falleció tras ser detenida por la Policía de la Moral acusada de llevar mal puesto el velo. Una muerte que generó una oleada de protestas en la nación pidiendo más aperturismo y menos opresión. También la oposición política es muy perseguida en el país y hay multitud de voces que piden una renovación del sistema en la nación para que el poder no lo siga ostentando casi exclusivamente el ayatolá y los grupos más radicales próximos al régimen teocrático musulmán. 

Tras conocerse la luctuosa noticia, llegaron muestras de pésame y reconocimiento de aliados de la República Islámica. Así, el movimiento islamista palestino Hamás alabó el lunes al difunto presidente iraní como “apoyo de la resistencia palestina”, y el grupo extremista Hezbolá del Líbano le rindió homenaje como “protector de los movimientos de resistencia”.

También, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, recordó a Raisi y a su también fallecido ministro de Exteriores, Hosein Amir Abdollahian, como “verdaderos amigos” y el presidente sirio, Bashar al Asad, proclamó su “solidaridad” con Tehéran, que le apoya en la guerra civil en su país, en la cual también recibe el respaldo ruso. 

Diversas naciones amigas y enemigas de Irán se lanzaron a ofrecer ayuda, a excepción de Israel, de cara a encontrar el helicóptero siniestrado. 

Ebrahim Raisi - PHOTO/FILE
Ebrahim Raisi - PHOTO/FILE

Foco de tensiones en Oriente Medio

La República Islámica de Irán ha sido señalada por diversos expertos como foco de desestabilización en Oriente Medio por su postura beligerante e intervencionista en las políticas de otros países y sobre todo por su encarnizada lucha contra Israel. El país persa cuenta con una red de grupos proiraníes dispersos por varias naciones que interfieren en las políticas internas de estos países, como son el caso de Hamás en Palestina, Hezbolá en El Líbano, Liwa Fatemiyoun en Afganistán o las Fuerzas de Movilización Popular en el vecino Irak. 

Frente a este intervencionismo y deseo iraní de expandir su revolución islámica, se generó en los últimos años una corriente de frente común para pacificar la región y promover un mayor desarrollo económico y social. Este era el espíritu de los famosos Acuerdos de Abraham, auspiciados por Estados Unidos y por los que diversos países árabes como Emiratos Árabes Unidos, Bahréin o Marruecos establecieron vínculos políticos y diplomáticos con Israel. Algo que supuso un varapalo para Irán y un mayor aislamiento político internacional. 

La reciente guerra de Gaza que enfrenta a Israel y Hamás, desatada tras el cruento ataque del 7 de octubre del grupo extremista palestino en territorio israelí que dejó en torno a 1.200 muertos, generó nuevamente una escalada de tensión en Oriente Medio con la intervención militar israelí en territorio gazatí, y la República Islámica de Irán se posicionó nuevamente contra Israel, hasta el punto de que lanzó un histórico ataque con drones contra territorio israelí. 

Ahora tras la muerte de Ebrahim Raisi, falta por conocer si habrá modificaciones en la política de Irán, aunque con el poder férreo del régimen de los ayatolás vigente no se prevé tal cosa.